Una de mis temáticas favoritas de los videojuegos es el folclore. Me encanta vivir experiencias que los desarrolladores crearon para dar a conocer un poco de su pueblo. Así disfrute el juego mexicano-tarahumara Mulaka y de la misma manera disfruté Rangi, un juego para PSVR con raíces africanas.

Al ritmo del tambor

A través de unas pocas imágenes, Rangi comienza platicándonos de los Musiki, gigantes musicales africanos y de cómo perdieron la melodía ante los silenciosos, una tribu maligna. Así, será nuestra labor ayudar a recuperar la música que le fue robada al mundo… O al menos eso es lo que nos dicen, porque realmente no hay mucha conexión entre la «narrativa» y el gameplay. Afortunadamente esto no importa tanto, porque el juego se disfruta enormemente debido a que derrama folclore.

Nuestro objetivo principal es usar un centro que tenemos en la mano para mover objetos y fuentes de energía de colores que hacen las veces de líneas de energía que finalmente abren una puerta que nos deja avanzar al siguiente escenario. Al principio solo tendremos que mover una piedra por aquí y por allá, pero poco a poco los escenarios empiezan a crecer tanto en escala como en dificultad. De pasar de un pequeño templo con tres cuartos y dos líneas de energía con dos colores, pasaremos a grandes campos abiertos con múltiples líneas de energía, media docena de colores, piedras que girar, botones que oprimir y montones de dificultades más. Afortunadamente, los desarrolladores lograron implementar la curva de dificultad de una gran manera, por lo que cada nivel sirve como un tutorial para el siguiente; el avance es orgánico y en ningún momento es desesperante. La dificultad aumenta, sí, pero nunca se siente injusta o imposible.

Rangi es, generalmente, un juego con un ritmo semilento. En general podrás ir a tu paso, siguiendo las líneas de energía, explorando y analizando cada cuarto y color todo el tiempo que quieras para poder abrir la puerta finalmente. Sin embargo, hay algunas secciones que, además de agilidad mental, exigen grandes reflejos. Por ejemplo, hay partes en las que tendrás que moverte rápidamente para huir de lava, paredes con picos o de chamanes que te atacan. Aunque breves y esporádicas, estas secciones son muy positivas pues añaden variedad a un gameplay que, sino cansado, sí es un poco repetitivo. Sí, pasarás la mayor parte de tu tiempo conectando y desconectando líneas de energía, aunque afortunadamente no es un proceso tedioso. En primer lugar porque el diseño de niveles es muy bueno, y en segundo porque…

¡El diseño africano es genial!

Rangi fue desarrollado por el estudio marroquí Funsoft, por lo que el fundamento audiovisual del juego está basado en el folclore africano. Sabanas africanas, vestimentas y adornos con colores contrastantes, chamanes, fuego y música con muchas percusiones le dan muchísimo estilo a este título. A pesar de que el gameplay es bastante directo, detenerte un momento a observar u oír tu entorno es un verdadero deleite. Para lograr que Rangi fuera atractivo visualmente sin consumir muchos recursos — el título tiene un desempeño notable, sin saltos, caídas de framerate, largas pantallas de espera u otros errores —, Funsoft hizo uso de la técnica low-poly: en realidad nada tiene muchos detalles, pero al momento de reducir todos los elementos a sus formas más básicas, el estudio logró crear una estética interesante y llamativa sin que ésta perdiera el sentido.

Si lo tuyo es sacarle el máximo jugo a todos tus juegos, Rangi también te recompensará. Como mencioné, cada vez los escenarios son más bastos, y no necesariamente tienes que explorarlos totalmente para resolver el puzzle. Por ello, al llegar a los lugares más recónditos de cada nivel, es probable que encuentres uno de los varios objetos coleccionables que hay en el juego. O, al menos, tendrás una excelente vista del paisaje para tomar una buena captura de pantalla.

Conclusión

Rangi es un juego con fundamentos accesibles pero con una gran ejecución. La razón de esto es que fue originalmente desarrollado para el GearVR de Samsung y después porteado a consolas, por lo que puede parecer «demasiado sencillo», sobre todo en el aspecto de gameplay. Sin embargo, si lo que te gustan son los juegos de pensar, Rangi te entretendrá por varias horas sin aburrirte debido a que siempre añade una que otra mecánica nueva. Combina esto con todo el estilo y folclore de la cultura africana tanto visual como auditivamente, y tendrás un juego de realidad virtual muy accesible y divertido.

Pros:

+ Grandioso estilo folclórico-africano

+ Buena curva de dificultad

+ Adición constante de nuevas mecánicas

Contras:

– El gameplay nuclear básicamente no cambia en todo el juego