Todos estamos de acuerdo en que Tony Hawk es uno de los mejores juegos de deportes arcade de todos los tiempos. Pero, ¿qué pasaría si combináramos su elaborado y entretenido sistema de trucos con armas, reflejos y disparos? Pues eso precisamente es Rollerdrome, y aunque la combinación suena heterogénea y extraña, el resultado increíblemente funciona ¡y muy bien!

Un futuro (pre)distópico

Rollerdrome se lleva a cabo en un futuro predistópico cercano, en el que la población apenas comienza a ser oprimida por las grandes corporaciones. ¿Y cuál es la mejor manera de mantener a la gente calmada? Pan y circo, como dice la antigua frase romana. Así es que se inventó Rollerdrome, un nuevo deporte extremo en el que los competidores deben luchar, patinando y disparando, para eliminar a todos los enemigos de un escenario, y ganar jugosos premios monetarios.

El lore de Rollerdrome se desvela a través de audios y textos que se encuentran en pequeños escenarios que puedes explorar cada cierta cantidad de niveles completados. Tú tomas el papel de Kara Hassan, una joven competidora que busca hacerse de un nombre en el Rollerdrome, y es a través de sus ojos que puedes echarle un vistazo a este mundo que aún no está totalmente roto pero que se acerca a ello. Lamentablemente, aunque el lore es interesante, es extremadamente ligero y parece estar ahí como una simple excusa para justificar la existencia de este deporte. Me hubiera gustado que la narrativa fuera un poco más robusta y directa.

Bienvenidos al Rollerdrome

Lo más interesante de Rollerdrome es, evidentemente, su curiosa jugabilidad. Montado en unos patines y con 4 diferentes armas a tu disposición, debes aventurarte a varios escenarios deportivos diferentes y asesinar a todos los enemigos, antes de que ellos te asesinen a ti. Lo interesante es que, tanto para recargar munición como para evitar balas enemigas, debes usar trucos.

Estructuralmente, Rollerdrome es parecido a Tony Hawk. Frente a ti tienes varios parques de juegos, llenos de medios tubos, barras, filos y un montón de otras superficies que están ahí especialmente para que los y las montones y hagas vistosos trucos. Además, hay un montón de retos, que ponen a prueba tus habilidades de coordinación y habilidad. La gran diferencia, por supuesto, es que estos espacios están llenos de enemigos cuyo único objetivo es acabar contigo.

A grandes rasgos, el bucle de jugabilidad en Rollerdrome es arrancar cada escenario y comenzar a hacer toda cantidad de trucos posibles para recargar munición, mientras esquivas a los enemigos y los vas acabando uno a uno, para finalizar lo más rápido y con la mayor puntuación posible.

Por supuesto, tienes varias herramientas para lograr tu cometido. Para empezar, tienes saltos y esquivos perfectos, que ralentizan el tiempo cuando esquivas un ataque en el último segundo. Además, tienes 4 armas, cada una distinta y útil para diferentes escenarios: las pistolas dobles ofrecen gran cantidad de disparos; la escopeta puede hacer gran daño pero solo de cerca; el lanzagranadas es más difícil de apuntar pero hace daño de zona; y el cañón de riel tarda más en apuntar pero hace daño masivo. El chiste es que, mientras patinas y esquivas, identifiques el próximo enemigo frente a ti para saber cómo debes derrotarlo. Un detalle interesante es que el autoapuntado es bastante generoso, pues el objetivo no es realmente medir tu precisión, sino tu capacidad de respuesta.

Tú contra el mundo

Hablando de enemigos, los desarrolladores de Rollerdrome prefieron enfocarse en la calidad que en la cantidad. Así, la variedad no es tan grande (solo son 7 tipos), pero cada uno es lo suficientemente distinto tanto visual como mecánicamente como para ofrecer desafíos tanto en solitario como en conjunto. Entre ellos está el soldado razo, que ataca con bates de cerca; el francotirador, que te apunta con un láser desde el otro lado de la pista; el soldado pesado, que pone un escudo y avienta misiles; y hasta un robot metálico gigante, que deja albercas de ácido por todos lados. Todos estos enemigos trabajan en conjunto para presionarte todo el tiempo y forzarte a que estés en constante movimiento, tal como vimos recientemente en Returnal. En este juego, quedarte parado no es una opción, porque te verías completamente abrumado por los ataques enemigos y morirías en segundos.

Otra gran decisión de diseño de Rollerdrome es que la única manera de recuperar salud es derrotando enemigos. Jugar completamente a la defensiva no es una opción, pues los contricantes te irán acabando poco a poco. En lugar de ello, aquí debes estar siempre a la ofensiva, siempre moviéndote y siempre acabando con los oponentes, para siempre tener tu barra de vida llena y mantener un buen multiplicador.

¿Tony Hawk o Tony Montana?

¿Multiplicador? ¡Pues sí! Verás, aunque no es obligatorio, mantener un multiplicador alto es beneficioso en Rollerdrome, pues te ayuda a completar más retos y así desbloquear nuevos niveles más rápido. Para ello, debes combinar actividades: agarrar tokens regados por el mapa, hacer trucos y asesinar enemigos en sucesión sin que pase mucho tiempo. Así, si lo llevaste a cabo bien, cada nivel se siente como una danza freestyle veloz y explosiva.

Como te mencioné, Rollerdrome tiene mucho ADN de Tony Hawk. Aquí no solo debes esquivar y saltar, sino que también debes hacer trucos para recuperar munición. Para ello, puedes usar prácticamente cualquier superficie disponible y brincar, dar vueltas o marometas, derrapar por tubos y paredes, y más. Eso sí, el sistema freestyle es un poco más arcade y restrictivo: no te puedes caer si un truco te sale mal, no puedes apilar trucos uno tras otro, y no hay tanta variedad o libertad de elección. Los trucos se hacen con la palanca y no con las flechas, lo que hace que elegir uno en específico se sienta menos preciso que en el juego de Hawk. No obstante, aunque parezca que el sistema de trucos es inferior, me parece que se diseñó así acertadamente. Hay que recordar que en Rollerdrome sí, tienes que preocuparte por ser vistoso, pero además sobrevivir constantemente a un montón de enemigos que te están atacando segundo a segundo. Creo que un sistema más complejo o exigente habría hecho la experiencia más difícil de lo que ya es, o peor aún, frustrante.

Por último, no puedo dejar de mencionar el apartado audiovisual: Rollerdrome se ve extremadamente único, gracias a que tiene un diseño de arte basado en Moebius. Esto quiere decir que los colores son vibrantes y contrastantes en extremo, no hay difuminados ni colores suaves, y cada separación o capa está claramente marcada con un contorno negro. Puedes tomar una captura de pantalla en cualquier momento y parece recién sacada de un cómic. Por otra parte, el diseño auditivo incluye una banda sonora estilo synthwave, que si bien no es impactante, le queda muy bien a este lore predistópico en el que nos ubicamos.

Rollerdrome es un título que sorprendió desde el momento en que reveló su primer tráiler, pues prometía una experiencia divertida y explosiva, que retaría tu creatividad con los patines, tu habilidad con las pistolas y tu velocidad de reacción para los esquivos. Y después de jugarlo por una docena de horas, solo me queda decir que el juego cumple todo lo que prometió y sin duda es uno de los mejores juegos de acción de 2022.

Pros:

+ Jugabilidad extremadamente retadora, frenética y divertida

+ Difícil, pero no injusto

+ Diseño visual impactante

Contras:

– El lore se siente un poco desperdiciado