Para muchos, 2016 podría haber sido un año tranquilo dentro de la industria. Sin embargo, hay grandes momentos a lo largo de los últimos 12 meses que darán mucho de qué hablar en los siguientes años. Fenómenos como Pokémon Go, dispositivos como PlayStation VR y juegos como Overwatch, marcan a 2016 como un año increíble para los jugadores.
Dejando las formalidades a un lado, cada jugador tiene una forma de pensar distinta, por lo que me parece apropiado que yo, en mi papel de Director de Joystick Cloud, cierre el año con los que a mi parecer son los 10 mejores juegos que vimos en 2016.
El orden, del 10 al 1.
LEGO Marvel’s Avengers
El primer juego que me tocó reseñar en 2016, a tan solo unos meses del estreno de Civil War. La obra de TT Games parecía llegar sin pena ni gloria, aprovechando una ventana de lanzamientos libre de competencia y apoyándose por el hype de la pelea entre Iron Man y Capitán América en el cine.
Por suerte, las versiones en LEGO de los Avengers fueron una grata sorpresa, pues no solo me permitieron revivir los mejores momentos de The Avengers y Age of Ultron con el humor clásico de la serie, sino que además ayudaron a despejar mi mente en uno de los momentos más complicados de mi 2016.
La enorme lista de personajes disponibles, las mini aventuras en algunas películas de la Fase 2 o la llegada inesperada de Spidey, fueron parte de ese enorme paquete que es LEGO Marvel’s Avengers. Además, terminé complementando mi aventura con LEGO Marvel Super Heroes y la satisfacción solo podía ir hacia arriba.
Dead Rising 4
El último juego de consolas que me tocó reseñar en 2016. El regreso de Frank West fue muy especial para mí, pues nunca he tenido la oportunidad de jugar al primer juego en Xbox 360 y tenía ganas de tomar el control del periodista. Como lo mencioné en los #JoystickAwards, no es el mejor juego de Xbox One, pero es el más divertido.
Dead Rising 4 me provocó desvelos por un par de semanas, no podía dejar de jugar en su mundo abierto, combinar armas, hacer rachas de muertos y conseguir recursos para comprar armas y repetir el ciclo por varias horas. El humor de West más los miles de zombis a nuestro alrededor me provocaron las mejores migrañas de la temporada.
La historia es absurda, pero es el pretexto perfecto para ir descubriendo más de Willamette y encontrar algún lugar con objetos poco convencionales pero efectivos contra la horda de caminantes. Además, disfrute mucho haciendo la reseña con referencias a películas de zombis.
Quantum Break
Desde su anuncio en la presentación del Xbox One en 2013, Quantum Break se volvió una especie de obsesión para mí. No solo se trataba del primer juego anunciado para la consola, sino que además tenía como desarrolladores al equipo detrás de Alan Wake y se mostraba como una premisa interesante en la industria.
El juego tiene la particularidad de ser protagonizado por Shawn Ashmore, Iceman para los cuates, quien además de dar voz e imagen al juego, forma parte de una serie de televisión paralela al título de Remedy. El juego y la serie se intercalan en más de 7 horas de historia, teniendo consecuencias importantes según las decisiones que tomemos en el juego y que vemos reflejadas por los actores al estilo Netflix.
El dinamismo entre ambos elementos narrativos es increíble, y aunque no se siente tan orgánico como –según yo- debería, la historia se complementa de manera perfecta cuando hay cambio de juego a live-action. Ojalá en algún momento de la vida, los videojuegos puedan interactuar de mejor manera con otros medios del entretenimiento… y ahí podamos dar las gracias a Remedy por Quantum Break.
Overwatch
La verdad es que he jugado muy poco a Overwatch. Los juegos exclusivos del multijugador no son lo mío. Sin embargo, el primer FPS de Blizzard me fascinó desde el momento en que conocí a sus personajes, sus escenarios, la forma en que cuentan la historia del juego y el fenómeno más productivo que tuvo la industria este año.
Quisiera poder jugar más a Overwatch, pero mientras eso pasa me remito a sus increíbles animaciones, veo algunas de las conversaciones que tienen los personajes al encontrarse en una partida y disfruto del crecimiento que el juego tiene para los famosos eSports.
No puedo decir más sobre el juego, salvo que parece una película animada por PIXAR y que desearía despertar el Día de Reyes con todos y cada uno de sus personajes en un blíster de figuras de acción.
Gears of War 4
Gears 4 fue la razón por la que sabía, desde el primer día que se anunció, que necesitaba tener un Xbox One en mi casa. Gears of War está dentro de mi Top 10 de series favoritas de toda la vida y la nueva entrega no hizo más que reafirmar lo que ya sabía: es maravilloso andar por la vida diciendo: ¡MIERDA!
Sin embargo, Gears of War 4 -me parece- está un tanto lejos de ser el mejor juego de Xbox One, incluso queda en un tercer lugar -para mí- dentro de la franquicia. Lo anterior no es malo, simplemente los dos primeros Gears son mucho mejores y aunque este apela más a lo que vimos hace 10 años, a la campaña le faltó para compararse a sus predecesoras
Por suerte, las posibilidades y la intriga quedan abiertas para un par de juegos más en los que descubriremos grandes secretos sobre la lucha entre la Coalición y el Swarm. Además, los modos en línea son grandiosos e igual de adictivos que hace una década. Gears no es el mejor juego de Xbox One, pero es el único que no puede faltar en tu colección.
Forza Horizon 3
Forza Horizon 3 sí es el mejor juego de Xbox One en 2016. Visuales, soundtrack, libertad, retos, personajes, control, manejo, modos en línea y hasta DLC. Todo en Forza Horizon 3 es increíble, nada está demás y todo es sumamente divertido.
Un juego de carreras que mantiene la esencia del mundo abierto del spin-off, pero con un toque de seriedad provocado por nuestras obligaciones como organizadores. Un balance perfecto entre hacer lo que nosotros deseemos y seguir una línea para que todo sea más divertido.
Forza Motorsport alcanzó, desde su cuarta entrega, un punto en el que solo agregan detalles para hacer más maravillosa la experiencia de conducir con autos que solo podemos ver en sueños o televisión, ya era justo que Horizon transmita una experiencia igual de completa, con todos los elementos que exclusivos que posee desde su primera entrega.
Watch Dogs 2
Ya lo dije en el podcast, si alguien puede hacerle frente al trabajo de Rockstar Games es Ubisoft Montreal con Watch Dogs. La segunda parte de aquel juego que nos sorprendiera en el E3 de 2012 es simplemente increíble, un terrorífico retrato del mundo real y la tecnología que “está para ayudarnos”.
Con una historia que a apenas supera lo satisfactorio, Watch Dogs 2 tiene una ciudad de San Francisco que en momentos me parece más interesante que Los Santos. Por si lo anterior fuera poco, los personajes principales del juego son únicos, al nivel de Rockstar en diálogos y personalidad… aunque fuertemente inspirados en los creadores de GTA.
Watch Dogs 2 da la misma impresión que Assassin’s Creed 2, un juego increíble que lleva a cabo las promesas de su primera parte. Solo espero que Ubisoft no invada al mundo con una nueva franquicia anual y aprenda del error que este año nos libró de un nuevo juego con los asesinos.
Digimon Story: Cyber Sleuth
No esperaba nada de Digimon cuando lo inicie en mi PlayStation 4, pensé que sería una reseña aburrida y que ni siquiera lo terminaría. Que equivocado estaba, justo en las celebraciones por los 20 años de Pokémon, Digimon Story: Cyber Sleuth salto a mi vida con todo lo que siempre he querido ver con Pikachu y compañía.
Una historia interesante, profunda y llena de personajes increíbles, gráficos en 3D, bestias recreadas con el aspecto del anime y una simplificación de mecánicas largas y abrumadoras. Digimon Story no es un Pokémon en lo que llega un nuevo Pokémon, es un buen ejemplo de lo que debería hacer Game Freak.
Con más de 75 horas jugadas, luego de llenar mi twitter con los Digimon atrapados y después de de comprar la versión de Vita para el cross-play, Digimon Story: Cyber Sleuth es una de las más grandes sorpresas que he tenido en la vida como jugador. Hoy me atrevo a decir que podría ser uno de mis juegos favoritos de toda la vida.
Pokémon Sun & Pokémon Moon
La costumbre es más fuerte que el amor; por más que haya disfrutado de Digimon, este año los 20 años de Pokémon me consumieron por completo. Pokémon Sun & Pokémon Moon son maravillosos en todos los sentidos, no tienen mucho de lo que comenté sobre Cyber Sleuth, pero es la primera vez que siento un verdadero cambio en los más de 15 años que he jugado a Pokémon.
Alola es una región única, llena de cosas por hacer y con una enorme cantidad de historias por contar. Lo básico: formas Alola y Movimientos Z. Lo increíble: Una mejor historia, personajes mejor desarrollados, cambios en las mecánicas de entrenamiento y crianza, pero lo más importante, una enorme cantidad de contenido, lo que amamos de las seis generaciones en una sola y apenas vamos empezando a descubrir Alola.
Después de Digimon, Pokémon Moon es el juego que más he jugado en 2016. Cada momento en la séptima generación de la franquicia amarilla me ha fascinado por completo. Desde que elegí a mi personaje y hasta que me consagré como el primer campeón de Alola. El mejor juego de Pokémon de la historia.
Pokémon Go
Como ya dije, Pokémon me consumió por completo en 2016. El fenómeno del año en la industria, Pokémon Go es mi juego favorito de 2016. Con un ¿gameplay? limitado, en un dispositivo que pocas veces había usado para jugar y con el constante miedo de ser asaltado, la obra de Niantic me hizo cambiar como ningún videojuego lo había hecho antes.
Es probable que por Pokémon Blue me gustaran los videojuegos, por Grand Theft Auto: San Andreas empecé a querer escribir sobre videojuegos, pero con Pokémon Go hice amigos jugando videojuegos. Escribo mejor de lo que hablo, y socializo poco, pero salir a “capturar Pokémones” fue el pretexto perfecto para “salir de mi rincón”.
Amo cada segundo invertido en Pokémon Go por la experiencia que me ha dado, por hacerme recorrer el bosque de Chapultepec con desconocidos, por dejarme ver mis lugares favoritos de la Ciudad de México en la noche, por ayudarme a hablar con personas que tienen más cosas en común conmigo de lo que aparentaban. Gracias a Pokémon Go tuve uno de los mejores años de mi vida.