Estamos a una semana de que la nueva Nintendo Switch haga aparición en las tiendas de todo el mundo, por lo que nos parece el momento indicado de hablar sobre la competencia. Teniendo en cuenta los 10,000 pesos que hemos de pagar por el nuevo dispositivo de la “gran N”, vale la pena echarle un ojo a la oferta de Xbox en cuanto a consolas de octava generación se refiere… y no, no estamos hablando del Xbox One original.

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El modelo S de Xbox One llegó a México durante noviembre del año pasado, trayendo consigo el primer paso a lo que seguramente será la novena generación de consolas, el menos en cuanto a los estándares gráficos que deberán seguir las compañías y desarrolladores en los próximos años. En Joystick Cloud tenemos un Xbox One S desde diciembre, por lo que hemos podido disfrutar de las exclusivas más recientes de Microsoft, así como de varios juegos third-party, con todos los beneficios de dicha consola.

Lo primero que resalta a la vista es el tamaño, según Xbox la nueva consola es 40% más pequeña que la original. Lo anterior es importante por distintos motivos, el primero es que ocupa menos espacio en el mueble donde la vas a colocar y el segundo tiene que ver con el tamaño de la fuente de alimentación, que en el nuevo modelo viene dentro de la consola y no como un Xbox One mini que debes colocar a la par de tu dispositivo principal. El ahorro de espacio viene acompañado con una reducción importante de calor en la zona que le asignes a tus consolas, lo que además beneficia al propio sistema en su vida útil.

Cómo pudiste ver en el unboxing, el Xbox One S ha prescindido de un puerto para Kinect. El sensor de movimiento no es vital para la experiencia de Xbox One S… ni siquiera para un Xbox One normal. Sin embargo, es probable que desees seguir jugando a Just Dance o simplemente quieras usar el reconocimiento fácil o alguna otra característica del sensor en tu Xbox One S, por lo que puedes pedir un adaptador del mismo, completamente gratuito, en la página de Microsoft. Solo necesitas el Número de Serie de tu Xbox One, de Kinet y de tu nuevo Xbox One S.

Siguiendo con el hardware, Xbox One S incluye botones en la consola para un mejor desempeño a la hora de encender el sistema, a diferencia de los botones táctiles del Xbox One original y su poderosa sensibilidad para encenderse de manera inesperada. El sistema de ventilación es más silencioso que el original, además la consola es más rápida al momento de encenderse por primera vez o para restaurar una sesión de juego. Con una conexión adecuada, Xbox One S puede realizar descargas de manera más efectiva, así como una navegación por los menús de Xbox de manera más ágil y rápida.

En caso de aprovechar algunas ventajas de la consola como la entrada HDMI para un decodificador de cable o un dispositivo extra, Xbox One S mantiene todos sus puertos disponibles (salvo el ya mencionado Kinect). Incluso brinda nuevas opciones como la sincronización directa con la televisión para encenderse o apagarse al unísono o el sensor infrarrojo al frente para usar la menor cantidad de controles posibles al usar la consola como centro de entretenimiento.

Cada Xbox One S incluye un nuevo mando S del control de Xbox One. Aunque en apariencia son muy similares, el nuevo control es más ligero, cómodo y con mayor agarre, debido al material utilizado para su fabricación. Dicho material permite tener más confianza al tomar el mando y mayor ligereza a la hora de movernos con él, además de continuar con las cualidades en botones, gatillos y bumpers, que estamos acostumbrados desde el Xbox 360. Dicho control está pensado para servir al programa Xbox Anywhere, por lo que podemos conectarlo de manera sencilla a nuestra computadora con Windows 10 por medio de Bluetooth.

4K & HDR

Una confusión frecuente entre los usuarios que buscan hacerse de un Xbox One S tiene que ver con el 4K. La nueva Xbox puede reproducir contenido multimedia en 4K: streaming de servicios como Netflix o Amazon Prime (en EEUU), películas en UHD o contenidos grabados en dicha resolución. Sin embargo, para los juegos solo es posible reproducir contenido en HDR (High Dynamic Range o Alto Rango Dinámico en español), dicha tecnología busca exponer todas las zonas de la imagen con la mejor resolución disponible.

Con lo anterior en mente, y una vez que hemos podido probar el Xbox One S en una pantalla 4K / HDR, podemos hablar de los beneficios que muestra la consola. Aunque a estas alturas el cambio gráfico que percibimos entre Full HD y 4K, pueda parecer apenas perceptible, la realidad es que un ojo acostumbrado a disfrutar del entretenimiento casero puede darse cuenta cuando las cosas mejoran de manera importante.

En multimedia hemos podido disfrutar de algunos contenidos en Netflix como Daredevil, Narcos y la última temporada de House of Cards, mismos que muestran de manera perfecta un cambio entre lo que estamos acostumbrados y la nueva forma de disfrutar del contenido. Incluso me recordó un poco la transición que tuvimos de la definición estándar al HD. Por otro lado, el despliegue completo de dicha tecnología lo disfrutamos en el cine.

Películas como Mad Max o Batman v Superman, despliegan de manera épica el 4K. Tomas que nos dejan ver todos los detalles de la increíble persecución en el desierto contra Furiosa o secuencias que nos hacen revalorar nuestros sentimientos por la pelea entre el hijo de Krypton y el murciélago de Ciudad Gótica. En México sólo Warner vende películas en 4K, por lo que el catálogo disponible es apenas anecdótico, pero con suficiente fuerza como para emocionarnos de las posibilidades del UHD.

Ya que mencionamos el catálogo, es importante recalcar que la oferta de contenidos en 4K es bastante limitada. No todo el contenido de Netflix está disponible en UHD y como mencioné en México solo hay cintas de Warner en 4K. A pesar de existir otros productores de contenido como Amazon Prime, el hecho de no tener la app disponible en Xbox One S impide que podamos disfrutar de ese contenido.

De manera similar los juegos de Xbox One S que soportan, y soportarán, HDR son muy pocos:

De dicha lista hemos podido comprobar las posibilidades del sistema con tres juegos importantes: Forza Horizon 3, Gears of War 4 y Battlefield 1.

A pesar de que Gears 4 es el estandarte de Xbox por muchas razones, tanto Horizon 3 como Battlefield 1 resultan ser mejores exponentes a la hora de poner a prueba el Xbox One S. Lo anterior tiene que ver con el diseño del juego en cuanto a los escenarios; la función de HDR permite un contraste más equilibrado entre luz y oscuridad, lo que termina afectando el impacto de los colores que percibimos a la hora de jugar. Gears 4 está lleno de escenarios oscuros, por lo que su potencial parece limitado a la hora de emplear el HDR.

A diferencia de los majestuosos escenarios de Forza Horizon 3, donde los colores se sienten vivos y contrastantes a la pintura de nuestro auto, en una carrera que nos lleva de la ciudad al mar con una poderosa diversidad de tonalidades en todo momento. Caso similar con Battlefield 1, en donde los paisajes contrastan de la luz que cae sobre los solados a los rincones donde acechamos al enemigo. En ambos casos los cuadros por segundo se mantienen estables, con 60FPS para BF1 y 30FPS para FH3.

Podríamos decir mil y un cosas sobre la diferencia entre Xbox One y Xbox One S en juegos como los ya mencionados. Sin embargo, la única forma de constatar todo lo anterior es con el equipo correcto y es aquí donde existe cierta confusión; las posibilidades HDR que mencionamos de Forza o Battlefield, así como las de Gears y otros juegos, solo están disponibles en una pantalla con soporte HDR, en caso contrario existe un ligero aumento en la estabilidad del juego como en los cuadros por segundo, pero nada que de verdad salte a la vista, sin importar el juego o contenido que se visualice.

https://www.youtube.com/watch?v=CurRMfARKZ8

En pocas palabras: si tienes un Xbox One S en una pantalla Full HD, no tendrás un cambio considerable. Solo una consola más delgada con posibilidades a futuro. Los cambios, aunque sutiles, son importantes en los juegos compatibles, como en Final Fantasy XV donde los detalles del mundo abierto son más notorios o la mejor estabilidad de ReCore en una consola S. Repito, el cambio a 4K o HDR es igual de notorio que de SD a HD, por lo que requiere una inversión como la que hicimos hace 10 años.

Conclusiones

Xbox One S es la consola perfecta para aquellos que no han dado el salto generacional. La indicada para quienes buscan una puerta de entrada a las nuevas tecnologías como el 4K. Y el siguiente paso para todos los que disfrutamos la marca Xbox. Lamentablemente existe un elemento que no termina por potencializar las capacidades de ésta consola: el software. El sistema operativo de Xbox parece impedir que todos los beneficios del sistema se hagan presentes.

Si bien Xbox One S es una consola más rápida que la original, esto no quiere decir que sea una mejora, solo agiliza más el torpe inicio de sesión en Xbox One o las tardadas instalaciones de juegos físicos. Ya no digamos de las opciones para realizar capturas de pantalla o los tiempos de carga en los menús de Xbox Live. A la hora de ejecutar juegos y aplicaciones el Xbox One S es impecable, pero su OS no le ayuda con las tareas más básicas. Esperemos que una próxima actualización ayude a la consola como en su momento la NXE lo hizo con el Xbox 360.

Una buena combinación de satisfacción y precio en México; en estos días podría ser la mejor conclusión que podemos dar de una consola. Xbox One S es compatible con todos los juegos lanzados para Xbox One, con los títulos que son parte del programa de retrocompatibilidad de Xbox 360 y con los juegos que llegarán a Scorpio… o al menos eso nos han dicho. Xbox One S continúa con el objetivo principal de la consola: ser un todo en UNO. El futuro de la competencia es incierto, pero el de Xbox One no parece tambalearse ante nada.