Por muchos años, nos regocijamos con la batalla anual que disputaban tanto Activision como Electronic Arts por la supremacía para hacer de su respectiva “franquicia millonaria” la más popular entre los videojugadores amantes de los juegos de disparos de corte bélico. Sin embargo, a pesar de que Battlefield estuvo presente el año pasado con Hardline, fue realmente hace ya tres años desde la última vez que recibimos una entrega firmada por sus creadores originales: DICE.

Después del tiempo antes mencionado, en donde se aventuraron con interesantes propuestas como Star Wars: Battlefront y Mirror’s Edge: Catalyst, finalmente ha llegado el momento para el estudio con sede en Suecia para retomar su obra más importante con Battlefield 1, el cual resulta en un producto donde sus desarrolladores han impreso toda su sabiduría y experiencia que han cosechado desde su fundación a principios de los 90’s.

Battlefield 1 es una propuesta tan familiar como fresca, espectacular, emocionante y tan robusta que nos mantendrá enganchados por muchos meses, convirtiéndolo instantáneamente en el mayor shooter que hemos tenido la oportunidad de experimentar éste año.

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La guerra que terminaría con todas las guerras

Si lo primero que hacemos tras ingresar el disco de Battlefield 1 en nuestra consola o iniciar el programa desde un ordenador es ingresar a la campaña, te darás cuenta que las cinemáticas y propia narrativa del juego finalmente logra involucrar al jugador, sumergiéndolo en los horrores de la guerra y haciéndolo vivir el temor y el miedo de enfrentarte cara a cara con la muerte. Mención especial para el prólogo del juego, un segmento de unos 15 minutos de espectacularidad audiovisual acompañado de una extraordinaria dirección que sin duda se posiciona como uno de los mejores momentos que me ha tocado atestiguar en cualquier videojuego éste año.

El modo campaña, dividido a través de historias, cada una protagonizada por sus propios héroes, nos transportan hacia toda clase de locaciones: Desde sombríos pantanos, desolados desiertos e incluso húmedos bosques. De igual forma, cada locación nos invitará a combatir a pie, mientras que en otras ocasiones deberemos imponer nuestro poder con ayuda de un pesado tanque, mientras que en otras hará falta sobrevivir en intensos combates aéreos.

En cuanto al desarrollo de nuestra variada plantilla de protagonistas, muchos de estos adoptan las conductas y motivaciones de personajes que ya hemos visto anteriormente en diversos medios como películas. A pesar de ello, DICE ha sabido con maestría en qué momento presentaros un flashback, una frase atinada, o incluso una muerte, con tal de permitirnos formar un vínculo con nuestra contraparte digital, haciéndonos preocupar por éste y sus compañeros, llegando incluso a hacernos sentir un vacío en el estómago si somos abatidos. Contemplar la pantalla mientras aparece el nombre de nuestro soldado junto con su año de nacimiento y muerte es desgarrador y deprimente. Los responsables del título no se han limitado a ofrecer una campaña francamente increíble, sino a utilizar la ocasión para recordarnos que la guerra es de hecho el infierno.

A diferencia de pasadas entregas de la serie Battlefield, finalmente tenemos ante nosotros un modo historia, quizá lejos de ser memorable a nivel guion y hasta cierto punto breve (Puede ser superado en alrededor de seis horas), pero que sin duda nos regala un sinnúmero de momentos muy emocionantes, épicos y en ciertos puntos hasta emotivos. Variada e intensa en todo momento. Han necesitado mucho tiempo y juegos para experimentar, pero por fin DICE nos regala una campaña imperdible que vale la pena vivir.

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Europa sumergida en el terror

La principal novedad, además del evidente mayor cuidado en la historia que propone Battlefield 1, es que esta nueva entrega toma lugar durante uno de los acontecimientos más tristes de la humanidad pero que pocas veces hemos visitado en los videojuegos: La Primera Guerra Mundial.

Con tal de transportarnos entre los años 1914 y 1918, DICE ha hecho una labor sobresaliente en retratar tanto escenarios de la época, así como el aspecto de los soldados, las armas y, por supuesto, los vehículos. El estudio, apoyados por las bondades que ofrece el motor Frostbite, nos regala un auténtico espectáculo visual que logra aprovechar las capacidades del hardware que ofrecen PlayStation 4 y Xbox One.

Sinceramente poco o nada se le puede tachar a Battlefield 1 en lo que se refiere a estándares gráficos alcanzados para ésta ocasión. Primero que nada, los paisajes, el propio escenario, estos son gigantescos y lucen espectaculares sin importar las condiciones climatológicas en las que se esté llevando a cabo la acción. De día, de noche, al atardecer… Luces y sombras se conjuntan en perfecta armonía para conseguir llevarnos hasta esos caóticos campos de batalla donde abunda la suciedad, el acero y los cadáveres.

Las armas, por su parte, se ven y escuchan mejor que nunca. En cuanto a su diseño, cada artefacto posee un sinnúmero de detalles que los dotan de realismo a tal grado que es fácil identificar de qué material está hecho, su desgaste, temperatura, etcétera. Sin embargo, lo mejor llega a la hora de jalar el gatillo, ya que el trabajo sonoro hecho para la ocasión recrea perfectamente cómo se escuchaban estos instrumentos en su contraparte en la realidad. Los disparos e impactos son atemorizantes, fríos y, por ende, letales.

En cuanto a las animaciones, estas presentan pocas novedades si las comparamos con lo visto en los últimos títulos de DICE, incluso tomando en cuenta Battlefield 4. El movimiento de los personajes a la hora de caminar, correr y arrastrarse se ve bastante bien en general, sobre todo cuando miras a estos personajes de lejos, sin embargo, a una distancia más cercana, la forma en la que se desplazan parece que aún necesita un poco más de trabajo, da la sensación de que carecen de naturalidad. Sin embargo, el punto más destacado en este rubro se l lleva las expresiones faciales y el propio aspecto de los rostros en los personajes. Los ojos, la frente, nariz, boca, mejillas; cada arruga, cicatriz y parpadeo parece contarnos una historia, es como si reflejaran la propia vida de su portador. El trabajo en las caras es tan exquisito que termina siendo uno de los pilares fundamentales por lo cual la historia logra ponernos en la piel de sus protagonistas: Realmente parece que los vemos gozar, entristecer y sufrir. De lejos, uno de los trabajos más refinados que haya visto últimamente en este campo, un triunfo total.

Retomando el aspecto sonoro, mientras que las armas, explosiones y sonidos ambientales resultan estar perfectamente concebidos, de igual forma el doblaje, tanto en inglés como en nuestro idioma, logra dotar a los personajes de personalidad propia, rara vez se escuchan exagerados, añadiendo un toque mucho más íntimo y creíble, a diferencia de entregas anteriores de la serie donde los protagonistas sonaban sumamente genéricos. Desafortunadamente, la banda sonora no recorre el mismo sendero, y aunque podemos encontrar piezas muy destacadas que funcionan de maravilla para potencializar el dinamismo de las escenas de acción o la melancolía de la derrota, desde mi punto de vista, Johan Söderqvist se queda en lo cumplidor cuando tenía material para haber firmado uno de los mejores soundtracks de la saga.

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1914 – 1918

Ante un apartado audiovisual sobresaliente, el mayor problema de Battlefield 1 en su apartado en solitario se lo lleva la inteligencia artificial tanto de aliados como de enemigos. Todavía en la dificultad más alta, la única variación que realmente se siente es que aquí los contrincantes parecen tener una mucha mayor precisión y que te disparan más intensamente. Tus aliados, por su parte, poco o nada hacen  contra del ejército contrario. Prácticamente el jugador deberá eliminar la amenaza y cumplir los objetivos. Sin embargo, mientras te mantengas bien resguardado y no salir de frente creyéndote “ejército de un solo hombre”, podrás aprovecharte de los inexplicables movimientos enemigos que inesperadamente realizan, poniéndose a tiro para así eventualmente despejar la zona y continuar hasta el siguiente punto de control.

A pesar de estos existentes fallos, regularmente el combate es intenso, satisfactorio, e invita a sacarle provecho a las condiciones del escenario, el cual es completamente destruible, además de que sus extensas dimensiones nos permitirán experimentar si deseamos atacar por un lado o por el otro, a pie o utilizando un vehículo, las posibilidades son tan numerosas que será necesario pensar y moverte con inteligencia antes de abrir fuego.

Sumándose a otra de las grandes virtudes del juego, tenemos la jugabilidad. La configuración de botones, peso y desplazamiento se siente y se controla exactamente como recordamos de títulos como Battlefield 3, 4 y Star Wars: Battlefront. Debo confesar que, al transportarnos hasta la Primera Guerra Mundial, habría sido muy interesante el haber incorporado alguna mecánica nueva para aprovechar el contexto en cual se desarrolla el título. Sin embargo, no fue el caso. En realidad no es un problema grave, ya que la precisión y composición del control está más que probado para ofrecer una experiencia familiar, adictiva y fácil de recordar, pero definitivamente se desperdicia una gran oportunidad para innovar un poco más.

Y finalmente, pasamos a hablar del campo que muy probablemente es la razón por la que muchos están ansiosos por comprar el título: El multijugador. Primero que nada, al igual que en capítulos anteriores de la serie, tenemos cuatro clases a elegir, la cual dependerá de nuestro estilo de juego. Las clases son Médico, Apoyo, Explorador y Asalto. Los primeros, se dedican a curar y reanimar a los compañeros de equipo que hayan sido derribados pero no abatidos. La clase Apoyo tiene como principal misión el llevar munición y demás suministros a los miembros de su equipo. Los exploradores, por su parte, se caracterizan por ser la primera línea ofensiva, con armas de mediano y corto alcance para combatir a pie a través del escenario. Y en último lugar, la clase Asalto tendrá como tarea la eliminación de vehículos, portando para ello con explosivos y demás armas antitanques.

A la hora de buscar partida, el sistema de matchmaking tardará a lo mucho medio minuto en hallar una sesión ideal, requiriendo uno más para cargar el escenario donde se llevará a cabo la acción. Cabe señalar que el apartado online puede soportar hasta 64 jugadores simultáneamente, y a diferencia de lo que se podría creer, estas son sumamente divertidas, exigentes y espectaculares. Un verdadero campo de batalla virtual que roza lo realista. Entre los modos de juego disponible, tenemos los mismos que recordamos de títulos similares y de la propia franquicia Battlefield como la clásica partida a muerte por equipos, asalto y conquista. Sin embargo, el modo más interesante y novedoso es el que debuta en esta entrega, el cual es Operaciones. Esta nueva modalidad consiste en una batalla de grandes proporciones entre dos equipos, uno dedicado a atacar y otro a defender, en donde a lo largo de la sesión cada uno deberá completar diversas tareas con tal de conseguir la victoria de la ronda. Estos combates son largos, demandantes y exigirán gran comunicación y estrategia por parte de cada uno de los integrantes de los equipos, de lo contrario, serán rápidamente vencidos, por lo que la sincronía y la precisión a la hora de atacar será fundamental si desean triunfar. Cabe señalar que si deseas adentrarte en este modo, sólo hace falta que tengas bastante tiempo libre, pues cada partida llega a prolongarse por más de una hora.

Dependiendo de nuestro desempeño en combate y eventual resultado de cada partida, nuestra barra de experiencia se llenará paulatinamente, en donde, mientras más tiempo pasemos y pulamos nuestras habilidades, podremos desbloquear armas, accesorios y más para volvernos mucho más letales en el apartado online. Muchas horas de desvelo nos esperan en los próximos meses.

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Para terminar, podemos decir que Battlefield 1 es el mejor título que DICE ha firmado a la fecha. No exagero al decir que lo tiene todo: Una campaña, aunque efímera, emocionante, memorable y frenética. Un apartado gráfico y sonoro de excelencia que demuestra la calidad que pueden desplegar tanto PlayStation 4 como Xbox One, Y claro, un multijugador lleno de posibilidades, bien balanceado, adictivo, demandante, y sobre todo, muy divertido.

El nuevo capítulo de la prestigiosa saga bélica de Electronic Arts se posiciona como una de las más satisfactorias experiencias que podemos hallar en el mercado y que justifica cada centavo invertido en él. Difícilmente podemos encontrar otras propuestas que sean tan completas como la que ahora tenemos ante nosotros. Debido a algunas fallas puntuales y por no arriesgar un poco más, éste viaje por la violenta Primera Guerra Mundial se queda muy cerca de ser algo épico, pero sus sólidos cimientos nos hace confiar en que lo mejor de la saga está aún por venir. Y cada vez esa entrega definitiva está más cerca.

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