Con las nuevas versiones de «Tomb Raider» se empezó a crear una comparación entre PS4 y Xbox One, así que Microsoft está pensando en reducir las diferencias que existen entre ambas consolas.

 

Xbox One reserva un 10% de su poder GPU para Kinect, de ese 10% un 8% es para procesar vídeo, la actualización dejaría libre ese 8% dejando el 2% restante al procesamiento de voz del periférico, y esto a raíz de que la potencia de Xbox One fue cuestionada y comparada con la  de PS4 en la que se dice que la versión de «Tomb Raider: Definitive Edition» funciona mejor. Con esa actualización, Xbox One podrían mover el juego a unos estables 30fps.

 

PS4 mueve el juego a 60fps y la verdad es que no se espera que la actualización de Xbox One llegue a esa calidad. Cabe mencionar que no hay nada confirmado aun, así que habrá que esperar para ver si Microsoft decide liberar la potencia de Xbox One.