Un héroe cliché, un gran villano y aún estamos lejos del final…

Han pasado seis años desde la última vez que vimos al Capitán Jack Sparrow en la pantalla grande, en la que para muchos es la peor iteración de Piratas del Caribe, lo que nos hace pensar en lo longeva que ha sido la saga y en su desesperante grito por llamar la atención. Hace 10 años la trilogía parecía tener un final complaciente, lo que para hoy se ha convertido en un tedioso alargue de personajes que ya tenían ganado un lugar en el castillo de Disney.

En el particular caso de México -y Latinoamérica- la cinta cambia su nombre a La Venganza de Salazar en vez de Dead Men Tell No Tales, situación que pierde muchísimo sentido cuando vemos la película en su idioma original, ya que parte de la estructura del villano aborda la frase de manera literal. Probablemente éste hecho afecte a menos personas de las que creemos, pero no deja de hacernos ruido que la historia tiene más fuerza con el nombre original.

Unos cuantos años después de los acontecimientos de Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides (de la que prácticamente no se rescató nada), Jack Sparrow (Johnny Depp) se encuentra completamente quebrado, sin tripulación y con un barco que apenas y puede flotar por los mares. La mala suerte del pirata lo llevará a intercambiar un valioso tesoro por una botella de ron, liberando con ello a un poderoso enemigo.

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Hablando del villano, tenemos al Capitán Salazar (Javier Bardem), un dedicado soldado español que buscó liberar al mar de la plaga de piratas, pero que terminó maldecido en el Triángulo del Diablo sin la posibilidad de volver a ver la luz del día. El tropiezo de Sparrow es la clave para cumplir su misión y de paso cobrar venganza… sí, en la reseña parece que tiene más sentido La Venganza de Salazar, pero en la película es mejor Dead Men Tell No Tales.

Por si la historia de venganza (Doh!) no fuera suficiente, la película nos muestra tres eventos más aconteciendo al mismo tiempo. 1) Henry (Brenton Thwaites) busca deshacer la maldición que tiene atado a su padre al Holandés Errante. 2) Carina (Kaya Scodelario) tiene en su poder el “mapa que no puede ser leído” con el que pretende hallar el Tridente de Poseidón. 3) Los soldados británicos quieren ser los únicos en controlar tráfico marítimo para poder gobernar el mundo.

Conforme avanza la historia podemos incluir hasta un par más de subtramas que agregan contexto a los personajes principales, y aunque solo una de ellas logra conectar con la audiencia, el resto sirve para satisfacer a los fanáticos más nostálgicos, enfatizar en la venganza de Salazar (¿NETA?) y de paso sostener el humor que definitivamente abandonó a Jack Sparrow.

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Probablemente para los que crecieron con Piratas del Caribe ver a Jack Sparrow borracho, balbuceando e intentando ser gracioso, es algo que valoran en cada nueva cinta. Sin embargo, para el resto del mundo el chiste ya está muy quemado, la risa es más de compromiso que de buena comedia y los gags son los mismos de hace cuatro películas. Johnny Depp no lo hace mal, simplemente no hace nada nuevo, y eso pesa en una saga que -sinceramente- debió terminar hace 10 años.

Javier Bardem en su papel de Salazar es increíble. Desde la mezcla de inglés y español en sus diálogos, la historia que hay detrás de él y su presencia en cada escena, logra transmitir ese coraje que lo mantiene vivo y nos hace pensar si apoyamos el lado correcto. En menor medida, Kaya Scodelario logra interpretar a una mujer fuerte en un mundo que la rechaza de inmediato, pero del que termina siendo la clave para los sucios objetivos de los piratas.

A pesar de lo mencionado, y no siendo un fan de la serie, Pirates of the Caribbean mantiene un encantó similar al de su debut, ¿por qué? Porque el cine de piratas no se ha sobreexplotado. Disney sigue provocando emociones sinceras en las batallas navales, las historias fantasiosas, los efectos especiales y la música que ameniza cada secuencia.

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¿Entonces? Dead Men Tell No Tales no alcanza el impacto de las primeras tres películas, por suerte logra retomar un poco de la magia original y superar a la somnolienta cuarta parte. A simple vista podría pensar en que la sexta parte (hay escena post créditos) cerrará la trama y de ahí podríamos pasar a un reboot, pero la franquicia se siente cómoda con Johnny Depp como protagonista y él no parece querer abandonar a Jack Sparrow…

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