Sin lugar a duda, una de las franquicias más importantes de la cultura pop, y del cine en general, es Terminator; el modo en que James Cameron dio vida a esta saga fue algo innovador para la época de los ochenta y marcó un punto de partida trascendental para la ciencia ficción. Hoy, 28 años después de impedir el Día del Juicio Final, Lynda Hamilton y Arnold Schwarzenegger regresan a la franquicia que marco sus carreras, de la mano de Tim Miller y con la producción de James Cameron.

Texto: Alejandro Ovando

Terminator: Dark Fate es una nueva entrega que intenta eliminar los errores de las últimas tres películas para atrapar al público que creció y con el T-800… y de paso a las nuevas generaciones.

En esta cinta la historia comienza luego de que Sarah y John detuvieran el Juicio Final (o sea, es una secuela directa de Terminator 2). Sin embargo, un nuevo un modelo nuevo de Terminator llega al presente varios años después. Conocido como Rev-9, la máquina ha aparecido en México con el objetivo de asesinar a una chica sin aparente relación con la historia. Daniela Ramos, una mexicana que al parecer tiene gran importancia en el futuro… pues la línea del tiempo ha cambiado por completo.

Afortunadamente para nuestra compatriota, Dani no enfrentara esta amenaza sola pues junto al nuevo Terminator también aparece Grace, una humana mejorada que también viene del futuro, pero con el objetivo de proteger tanto los hermanos Ramos del exterminador. La llegada de estas máquinas despierta el espíritu de una vieja Sarah Connor que deberá regresar a la batalla para volver a salvar el mundo en un ciclo que parece no tener final.

A simple vista la historia de esta nueva entrega luce como algo innecesario y repetitivo, pero para fortuna de muchos esta nueva cinta logra modificar muchos de los paradigmas que tenemos vinculados con la saga. En primer lugar, Dark Fate sorprende con sus increíbles secuencias de acción, que no solo son emocionantes y divertidas de ver si no que además cambian por completo la idea de persecuciones que concebimos de una cinta con Arnold Schwarzenegger.

Otro punto a favor son los nuevos personajes, si bien Dani comienza como una chica muy blanda, llega un punto en la historia en que su destino queda aclarado y logra enfocarse en el puesto que el futuro le ha reservado.  Situación contraria a Grace y al REV-9, quienes definitivamente son lo mejor de la película y queda claro desde un inicio; la primera como una humana mejorada que mediante flashbacks nos convence de su misión en el pasado (o presente) y su relevancia para el futuro de la humanidad.

Y por otro lado tenemos al REV-9, un Terminator bastante interesante pues posee distintas habilidades que lo convierten en un enemigo que nos tiene a la expectativa sobre su siguiente jugada. Tal vez su único punto en contra es que si lo vemos a detalle nos hará recordar la interpretación de Robert Patrick como el T-1000 de Terminator 2… y muy pocas máquinas podrían superar a este villano.

Para fortuna de todos los espectadores, los que no decepcionan son los veteranos de la saga. Está claro que el gran papel de Schwarzenegger fue el T-800 y Dark Fate comprueba por completo estas palabras.  Y aunque la película no se trata del T-800, cuando éste aparece en escena hay suficiente expectativa para disfrutar de su presencia, sobre todo cuando se encuentra con Sarah Connor.

Lynda Hamilton repite su papel que marcó su a carrera de manera excelente, pues esta vez vemos una Sarah Connor que no solo ha quedado con marcas de lo que vivió en las primeras dos películas, si no que además el tiempo y la vida no la han tratado nada bien. Sarah es una prófuga de la ley y una persona solitaria y sarcástica, pero consigue verse reflejada en Dani, lo que le da la fuerza necesaria para sobrellevar esta nueva misión.

Un aspecto importante es que gran parte de la película se desarrolla en México y si bien no está del todo bien representado nuestro país, se agradece que quede fuera el típico estereotipo de que todos andamos con sombrero mientras la paleta de colores es completamente naranja (¿por qué hacen eso?). Lamentablemente todo el esfuerzo por eliminar estereotipos se pierde cuando los mexicanos comienzan a hablar en inglés en vez de en español o cuando el acento parece el de un doblaje gringo en español.

Sin embargo, la razón por la que la historia se lleva a cabo en México tiene algunos tiendes políticos, prácticamente nos encontramos ante un tema fronterizo entre México y Estados Unidos; por lo tanto, nos encontramos ante eventos de migración que afectan a nuestros héroes y todo se siente como una pequeña crítica a la situación actual de nuestro país con el gobierno de Trump: el tan codiciado sueño americano en 2019.

En fin, Terminator Dark Fate es un acierto y el refrescante giro que la franquicia pedía a gritos. Tim Miller hace lo correcto con la serie de James Cameron ya que nos regresa a un punto de la saga que nunca fue explorado con los héroes que le dieron vida y sentido al universo de Terminator. Los nuevos personajes son interesantes y nos importan más que Emilia Clarke en Terminator Genisys.

Y claro, hay un facto de fan service cuando nos encontramos al T-800 junto a Sarah Connor;  ver como los años han tratado a ambos y como siguen teniendo esa chispa para interpretar a sus personajes es algo que nos llenara de nostalgia. Ambos terminan por encaminar a una nueva generación de personajes para convertirse en héroes de su tiempo… porque parece que el destino de Terminator no será tan oscuro como pensábamos.