Dentro de escasas semanas, Nintendo lanzará Pikmin 4, una secuela que los más grandes fanáticos llevaban años esperando. Pues para atraer a un nuevo público o quizá consentir más a esos seguidores, la compañía también lanzó de sorpresa el paquete Pikmin 1+2, con las 2 primeras entregas de la saga, en Switch. Pero, ¿qué tal se enfrentan estos juegos a los embates del tiempo? La verdad es que nada mal.

La suma del todo

Pikmin es una franquicia única, pues aunque toma elementos de los géneros puzzle, exploración y hasta estrategia en tiempo real, la verdad es que no hay nada que se le parezca, lo que hace que la experiencia sea memorable. Este relanzamiento es prácticamente un port de los juegos que fueron lanzados para GameCube en los años 2000, lo que se agradece debido a que permite disfrutarlos en la actualidad de manera legal, pero la realidad es que trae muy poco nuevo a la mesa.

En Pikmin 1, tomamos el control del capitán Olimar, quien va viajando por el espacio en su confiable nave SS Dolphin, cuando un accidente lo hace estrellarse en un planeta desconocido y con su nave totalmente destruida y las piezas regadas por todos lados. ¿El problema? Las reservas de aire de Olimar se acabarán en 28 días, por lo que está en una carrera contra el tiempo para encontrar todas las piezas, arreglar su nave y regresar a su hogar.

Afortunadamente para Olimar, el misterioso planeta (que por cierto es la Tierra) es habitado por unos adorables híbridos animales-planta, a los que bautiza como Pikmin. El capitán se da cuenta que los Pikmin se sienten atraídos hacia él, que se reproducen fácilmente, que tienen características únicas según su color y, sobre todo, que aman trabajar en equipo. Los Pikmin rojos son fuertes y resistentes al fuego, los Pikmin amarillos pueden llegar más alto si son lanzados y pueden cargar bombas, y los Pikmin azules son resistentes al agua. El único problema es que los Pikmin no pueden sobrevivir sin instrucciones o en la noche, pues son devorados por la fauna silvestre.

Así pues, la jugabilidad de Pikmin consiste en usar el silbato para controlar hordas de Pikmin, explorar diferentes áreas, derrotar enemigos, resolver puzzles ambientales y recolectar todas las piezas antes de que Olimar se quede sin aire. El saber que los días duran una cantidad de tiempo específica y el hecho de que solo tienes 28 días para completar tu cometido, le otorga a Pikmin 1 un sentido de urgencia que es estresante pero emocionante. No puedes desperdiciar tu tiempo, el tiempo apremia, y debes ser eficiente con el uso de tus días.

Pikmin 2 es una gran secuela, pues toma los elementos de su precuela y los aumenta y mejora. La nueva premisa es que ahora Olimar debe regresar al planeta de los Pikmin, para recolectar tesoros y poder pagar una deuda inconmesurable que su jefe tomó en su planeta natal. Si el límite de tiempo del primer juego no te gustaba, entonces Pikmin 2 te hará muy feliz, pues aunque los días siguen pasando rápido, no hay un límite de días ni una carrera contra el tiempo para evitar tu muerte. En lugar de eso, ahora hay nuevas áreas que conocer, zonas subterráneas con subjefes y varios niveles por explorar, y más Pikmin. Al catálogo se suman un Pikmin morado, que es más fuerte y pesado que sus hermanos; y un Pikmin blanco, que es resistente al veneno y puede desenterrar tesoros; además de que ahora el Pikmin amarillo es resistente a la electricidad. El último gran cambio es que ahora Olimar está acompañado por su asistente Louie, por lo que ahora puedes dividir tus fuerzas, diversificar tus tareas y tener a 2 grupos trabajando en cosas diferentes simultáneamente.

Para ser honesto, quedé sorprendido de lo bien que ha resistido la franquicia de Pikmin el paso de los años. Estamos hablando de juegos que tienen alrededor de 20 años, pero fuera del aspecto técnico, siguen siendo increíblemente divertidos y entretenidos. Gestionar tu tiempo y tu fuerza de trabajo, explorar cada nivel, derrotar enemigos y reclamar partes de la nave o tesoros nunca aburre, aún cuando el bucle de jugabilidad es relativamente sencillo.

El paso del tiempo

Y ahora sí, pasemos al aspecto técnico, que debería ser la razón por la que Nintendo reestrenó Pikmin 1+2, ¿no? Pues la verdad… es que no. Las mejoras técnicas son mínimas y, valga la redundancia, lo mínimo que se podía esperar de un relanzamiento.

Pikmin 1+2, en primer lugar, agrega soporte para pantalla ancha (widescreen). Hay que recordar que cuando se lanzaron estos juegos, los televisores aún eran cuadrados, por lo que está muy bien que Nintendo haya realizado ese cambio para evitar las molestas rayas negras a los lados. Después, está el escalado: aún jugando en un televisor de 55», esta colección tiene buena fidelidad gráfica, pues ningún elemento se ve particularmente borroso considerando que fueron desarrollados originalmente para una resolución más baja.

Ahora bien, en cuanto a calidad de los elementos, la historia es diferente, pues apenas y hubo retoques. Los menús fueron mejorados, pues fueron escalados para verse en FullHD y se ven muy nítidos, tal como si de un juego moderno se tratara. Sin embargo, las texturas y los modelos tienen una calidad de baja resolución: los Pikmin se ven muy poligonales, las estructuras tienen bordes con ángulos afilados muy pocos naturales y, sobre todo, el terreno se ve muy anticuado y de baja calidad. En los años 2000 no había mucho problema, pues los televisores CRT no ofrecían tanta nitidez y la resolución era más baja, así que no se notaba tanto. No obstante, ahora en 2023, todos esos detalles visuales se exacerban y hacen que los juegos se vean raros y antinaturales.

El único cambio interesante que añade Pikmin 1+2 es la posibilidad de usar el giroscopio para mover el cursor, pero también es limitado pues solo funciona cuando tienes un Pikmin en la mano. Además, la palanca derecha ahora mueve la cámara y no da órdenes direccionales (para eso ahora tiene que apretar un gatillo), lo que puede ser un problema para la memoria muscular de los viejos fanáticos.

Nintendo podía haber lidiado con estos problemas de manera elegante, retrabajando los elementos para subirles la resolución; recreando los modelos para actualizarlos a los estándares actuales; o cambiando el esquema de control para aprovechar las costumbres de la época actual, tal como hizo con el excelente Metroid Prime Remastered. Lamentablemente, en este caso simplemente tomó la vía fácil que usó con Super Mario 3D All-Stars: hacer el trabajo mínimo para que los títulos fueran funcionales y no se vieran terribles.

La diversión es lo que importa

Pikmin 1+2 es un curioso caso en el que calificarlos implica una lucha interna. Por un lado, se agradece que Nintendo finalmente haya permitido jugar estos títulos en consolas modernas. Sin embargo, también es decepcionante que no haya aprovechado para mejorarlos de ninguna manera notable más allá del mínimo esfuerzo de hacerlos correr sin bugs. Lo gracioso es que a pesar de todo, la conclusión es clara: Pikmin 1+2 son un par de juegos únicos, divertidos y que pueden ser perfectamente disfrutables hoy día sin ningún tipo de compromiso. Indudablemente, son una manera excelente de prepararse para el inminente lanzamiento de Pikmin 4.

Pros:

+ La fórmula de Pikmin está probada, es divertida a pesar del paso de los años

+ El relanzamiento es positivo para la conservación de juegos

Contras:

– Los retoques y mejoras son mínimos