La saga termina y comienza la leyenda. Cuando hablé por primera vez de Metal Gear Solid V, fue aquella ocasión donde me tocó reseñar su prólogo: Ground Zeroes. Allí manifestaba que la excelente demostración tenía todo el potencial para hacer de The Phantom Pain una de las mejores entregas de la franquicia.  Al final me equivoqué.

 
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Metal Gear Solid V: The Phantom Pain no es uno de los mejores títulos de la serie, es, por mucho, el mejor. Y si esto no fuera suficiente, se consolida como la máxima obra maestra de Hideo Kojima y su equipo, quienes ejemplifican el por qué ésta industria es tan maravillosa. La última incursión de Big Boss y sus Diamond Dogs es un relato crudo, desgarrador y profundo en el que elementos como el dolor y la venganza son los principales artífices en el proceso de transición que lleva a la decadencia de los hombres.

 

Estamos ante una obra que es un clásico instantáneo. Un producto que, por todo lo que representa y rodea, se posiciona como el más grande de 2015 y que trascenderá durante las próximas generaciones como muestra de que la perfección existe. Los hemos hecho esperar, ¿eh? Esto es The Phantom Pain… El juego del año.

 

V ha despertado

Recordando en qué punto nos sitúa ésta entrega, justamente es 9 años después de los incidentes de Peace Walker y Ground Zores, en donde Militaries Sans Fronteries sufrió un devastador ataque a cargo de XOF, la unidad de ataque de Cipher, la organización que controla los hilos de todo aquello que existe en nuestro mundo. El asalto culmina con la destrucción de la Mother Base original y con Big Boss en estado de coma tras un fatal accidente aéreo. Desde aquí comienza nuestra travesía en The Phantom Pain.

 

El prólogo es una exposición de la maestría y poderío de Hideo Kojima en el arte de la dirección. Desde el primer momento el usuario queda enganchado ante un planteamiento en el que debes sobrevivir a toda costa en un mundo que no te quiere en él, mientras buscas tanto a viejos como nuevos compañeros para, primero que nada, ponerte a salvo y, finalmente, ejecutar la venganza que ha demorado casi una década en gestarse en contra de Cipher.

 

En Kojima Productions ya tienen la fecha de lanzamiento de Metal Gear Solid V- The Phantom Pain

 

Más pronto que tarde, Big Boss y Diamond Dogs, su nueva unidad de mercenarios, descubrirán los peligrosos planes de Skullface, comandante de XOF,  responsable del ataque en Ground Zeroes y principal antagonista de la obra, con el orden mundial. Desencadenando así una sanguinaria batalla por  el vivir un día más en una guerra que parece no tener fin.

 

Por obvias razones no podemos contarles más acerca del guion que conforma Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, pero como se esperaría de la franquicia, tenemos una historia fascinante en la que seremos testigos del capítulo más oscuro de nuestros protagonistas tras haber abandonado lo poco de humanidad que albergaban en sus almas. La carga emocional de varias escenas, la alta presencia de violencia gráfica y temas controversiales se conjuntan para ofrecernos un relato único dentro de la industria que, a pesar de su evidente rudeza, no deja indiferente. Al contrario, invita a conocer más acerca del universo de The Phantom Pain mediante los documentos y cassettes que iremos recolectando durante las misiones primarias y secundarias, además de añadir frescura al mundo de Metal Gear.

 

A la hora de contar la historia, Kojima Productions ha decidido cambiar un poco las cosas. A diferencia de pasadas entregas, donde bastaba con llegar del punto A al punto B para disfrutar de una cinemática que conectara un escenario de otro, aquí nos encontramos con un menú en el que podremos acceder tanto a misiones principales como secundarias. Acerca de las primeras, conoceremos el desarrollo y desenlace de la historia de Big Boss y de los suyos en la búsqueda de su venganza. Se podría decir que éste apartado es el “firmado” por Hideo Kojima como el relato principal de la obra. Por otro lado, las misiones secundarias, consisten en una larga lista de tareas muy variadas, yendo desde extraer prisioneros, destruir un vehículo enemigo hasta dar caza a un animal salvaje; Todo ello nos ayudará a dotar nuestra Mother Base con nuevo personal, recursos y dinero, aunque de esto hablaré más adelante.

 

Puede que éste último apartado resulte el más polémico entre los aficionados más puristas de la saga, pues aunque todas y cada una de las misiones ofrecen una experiencia jugable magnífica, ciertos arcos argumentales no están a la altura de la historia principal o no ofrecen detalles tan importantes que alimenten la obra, haciéndolos sentir como “capítulos de relleno.” Sin embargo, a pesar de la notable calidad argumental en estos segmentos, no dejan de ser planteamientos interesantes en el que siempre valdrá la pena ir a rescatar a cierto prisionero o investigar qué sucede en los numerosos campos militares que se hacen presentes en el programa.

 

En general, de principio a fin, el relato que plantea Metal Gear Solid V: The Phantom Pain pasa a convertirse en el mejor título que hemos podido disfrutar dentro de la franquicia gracias a su consolidado tono adulto, personajes inolvidables, y sus numerosos e impresionantes momentos que se quedarán guardados en nuestro corazón y memoria por muchos años. Una conclusión épica que no defraudará a veteranos ni a nuevos llegados a la marca. The Phantom Pain cumple y se convierte en un nuevo y máximo exponente sobre cómo se debe contar una historia y desarrollar sus personajes en cualquier medio de entretenimiento.

 

Historia mgsv

 

Metal Gear Solid de nueva generación

No sólo es su historia lo que hace un producto impecable a la nuevo de Konami y Kojima Productions, la perfección en méritos jugables ha sido tal que logró darle un giro de 180° al de por si bien cuidado esquema de control y botones de la serie y triunfar. Desde Ground Zeroes se anticipaba que al poseer el cuerpo de Snake se sentía una gran capacidad de acción y movimiento.

 

Navegar por el mundo no es tarea fácil debido al alto número de fuerzas enemigas presentes que estarán atentos para vencerte al primer descuido que cometas. Sin embargo, tenemos a nuestra disposición todas las herramientas para salir adelante durante las misiones.

 

Controlar a Big Boss es sencillo e intuitivo. Rápidamente nos damos cuenta que, aún con más de cincuenta años encima, el más grande soldado del siglo XX posee gran agilidad y velocidad a la hora de ir de un sitio a otro. Cuando llegue el momento de llevar a cabo una infiltración, deberemos arrastrarnos por el suelo o ir agachados a una velocidad que no nos delate frente a los atentos vigilantes y cámaras enemigas. El programa nos obligará a tener un vasto conocimiento del escenario para emplear de a mejor forma posible las coberturas para mantenernos ocultos y las diversas rutas existentes para planear un escape exitoso.

 

Optar por elegir el camino silencioso y no letal se verá reflejado en grandes recompensas que irán desde obtener una alta calificación una vez concluida la misión hasta conseguir una mejor recompensa para poder invertir en herramientas y en el propio desarrollo de la base. De igual forma, culminar las misiones “a tiros” es muy posible, pero ello romperá con el espíritu verdadero de la obra, llevándonos a ser duramente penalizados. Aun cuando se intentó completar alguna tarea de la mejor manera posible y se falló, siempre podrás repetir la misión tantas veces quieras con tal de alcanzar el rango deseado, puliendo así nuestras destrezas y habilidades.

 

Apuntar con armas y utilizar los binoculares serán un constante ejercicio a la hora de visitar alguna zona para ubicar y presenciar los pasos de los guardias enemigos durante sus patrullas. Sus destinos dependerán de nuestras necesidades, ya sea noquearlos, someterlos para obtener información que necesitemos sobre la misión en curso, extraerlos para sumarlos a las filas de Diamond Dogs o simplemente ejecutarlos. Sobre el primer y último caso cabe destacar que será absolutamente necesario trasladar el cuerpo a un punto donde no esté a la vista del resto de soldados que hacen sus rondas, de lo contrario se pondrán en alerta y la dificultad de la misión se verá sensiblemente incrementada.

 

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En cuanto al combate, aquí tenemos dos opciones: Utilizar el amplio repertorio de armas que tenemos para equipar y/o desarrollar, y, por supuesto, el clásico CQC: Combate de cuerpo a cuerpo. Sobre el enfrentar enemigos con armas de fuego, será recomendable utilizar armamento no letal que únicamente duerma o noqueé a los adversarios. Regularmente ésta clase de armas vendrán integradas con un silenciador que nos hará todavía más invisibles, sin embargo, su efecto no es eterno, por lo que deberás estar muy atento al contador de munición y solicitar más balas de ésta clase si es necesario.  Una perfecta alternativa para guardias que se encuentren a una distancia mediana. Sobre el CQC, es tan letal como el armamento no letal, con la ventaja de que éste nunca se terminará pero que demandará acercarnos en demasía a los soldados de facciones enemigas. Deberás ser muy cuidadoso al golpear pues el más mínimo ruido podría poner en alerta a todo el campamento.

 

De ser descubiertos, si tenemos el Modo Reflejo activado, tendremos algunos segundos extras para incapacitar a quien nos haya detectado. Si tenemos éxito, recibiremos una nueva oportunidad de seguir encubiertos, pero de haber alertado a más de un vigilante prometerá demasiado la misión, por lo que lo más sabio será huir de la escena o regresar al último punto de control. A pesar de que el Modo Reflejo es un gran añadido al ofrecernos un mayor margen de error, ello le resta emoción y compromiso al jugador en su afán de conseguir una infiltración sin errores. Personalmente recomiendo desactivar dicha función desde el menú principal. La dificultad incrementará, pero la satisfacción y experiencia se verá ampliamente enriquecida.

 

Otro punto importante es que, incluso con la gran velocidad de Big Boss, en diversos momentos tendremos que desplazarnos de un punto a otro, y las distancias serán bastante largas. Para ahorrar tiempo tenemos varias posibilidades. Primero que nada, tenemos los viajes en helicóptero, los cuales podremos solicitar a través de nuestro iDroid para acercarnos lo más posible al objetivo, otra manera es montando al D-Horse, un magnífico caballo propiedad de Diamond Dogs, con el que podremos ir a cualquier sitio a sus espaldas. Y finalmente, también más difícil, es secuestrar un automóvil de las diversas facciones que se encuentran en The Phantom Pain, aunque encontrarlos es difícil y el ser descubierto es casi inevitable.

 

Tocando el punto de los vehículos, controlarlos puede resultar complicado y tosco las primeras veces, pero a la larga terminas adaptándote al manejo y peso que suponen. Desgraciadamente no deja de ser un problema a la hora de conducir a altas velocidades, ya que al entrar en contacto con el irregular relieve en el que se desarrollan los eventos de Metal GearSolid V nos hará perder el control. A la hora de escapar, D-Horse siempre será la primera opción.

 

Mundo

 

“No sólo el pasado. Esto es por el futuro”

 

Llegó el momento de hablar de uno de los pilares más importantes que definen a The Phantom Pain, y ése es la integración con el  iDroid y el propio desarrollo de la Mother Base. Comencemos hablando sobre el dispositivo inteligente.

 

El iDroid es una herramienta que nos permitirá reconocer el mundo que nos rodea e interactuar con él, después de todo, es gracias a éste mecanismo con el que haremos crecer Diamond Dogs. Primero que nada, al entrar a la interfaz de nuestro iDroid, veremos que está dividido en 3 partes: Desarrollo, Mapa y Misiones.

 

En Desarrollo, podremos administrar los recursos de la Mother Base, eligiendo qué clase de tecnología deseas desarrollar, aquí encontraremos armas, accesorios, y vestimentas. Crear y mejorar cada una de ellas demandará, primero que nada, poseer el capital necesario para llevar a cabo la investigación, fácilmente conseguible si tomamos en cuenta lo bien que pagan el completar misiones principales y secundarias. Aquí mismo podremos dotar de accesorios a nuestros compañeros de misión para que tengan, por ejemplo, mayor resistencia al fuego enemigo, más velocidad, posibilidad de detectar fuerzas hostiles, etc.

 

Como les comenté párrafos atrás, siempre podremos extraer prisioneros pero igualmente soldados enemigos, quienes podrás llevar a la Mother Base gracias al Sistema Futón, sí, el mismo que vimos en Peace Walker. Naturalmente los convencerás a cambiar de bando, y aquí encontramos el Gestor de Personal. En este apartado deberemos analizar los parámetros de habilidad de cada uno de los miembros de Diamond Dogs y asignarles un área de trabajo donde puedan desarrollar al máximo todo su potencial.  Al principio tus reclutas no serán tan valiosos pero mientras vayas progresando en la historia, la reputación y fama de tu organización crecerá hasta poder añadir personal altamente calificado.

 

Mientras mejor gente sumes a tu empresa, mayor nivel de desarrollo alcanzará cada área (Combate, Médico, Inteligencia, Tecnología…) lo cual permitirá la creación de mejores armas y accesorios para optimizar tu desempeño a la hora de descender a suelo afgano.

 

Y concluimos con Instalaciones para la Mother Base. En el presente apartado, una vez reunido la cantidad suficiente de dinero, recursos materiales y haber llenado el número máximo de personal para un área en especial, aquí deberemos elegir a qué ritmo y dónde crecerá más rápido la Mother Base. Por ejemplo, de autorizar la creación de una segunda plataforma enfocada al área de Tecnología, ello nos permitirá reclutar a más soldados en dicha categoría, y así incrementar el nivel de dicho apartado para la creación de más objetos y armas. De nueva cuenta, el ritmo y zonas por mejorar quedarán en manos del jugador dependiendo de su estilo de juego y ambiciones en el futuro inmediato de Snake y Diamond Dogs.

 

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En el segundo apartado, tal como dice el nombre, encontramos un mapa en 3D en el que podemos apreciar el relieve y ubicación de zonas enemigas, resaltando en todo momento los lugares en donde se puede realizar una misión principal o secundaria. Aquí debemos entrar si deseamos colocar un marcador en alguna zona para así seguir un rastro de forma más eficiente.

 

El mapa también nos ayudará a ubicar en qué lugar se encuentran patrullando los vigilantes, así como nuestra ubicación y distancia restante para alcanzar nuestra meta.

 

Sobre la parte de Misiones, como se podría intuir, podemos hallar la lista de misiones principales y secundarias que tenemos por hacer para seguir progresando a lo largo de la historia. Si esto no fuera suficiente, también se hace presente la modalidad Despliegue de tropas el cual consiste en dividir en equipos a tus fuerzas de combate para mandarlas a afrontar varios conflictos armados en todo el mundo. Cada una de estas misiones incluirá el nivel de riesgo que conlleva ejecutar dicha operación, al igual que con sus recompensas que van desde la obtención de nuevos reclutas, dinero y materiales para seguir ampliando la Mother Base.

 

Deberás ser sabio al elegir en qué puesto asignarás a cada uno de los miembros del personal de Diamond Dogs. Si bien es cierto que desde el primer momento tenemos la posibilidad de hacer y deshacer tanto como creamos conveniente dentro de nuestra compañía, dándonos la opción de cambiar de puesto en cualquier momento en algún sitio o despedirlo pacíficamente para dar cabida a nuevos reclutas de mayor habilidad y conocimientos.

 

Tras dar la orden de enviar a uno de los equipos a combatir, deberemos esperar algunos minutos antes de conocer el resultado de la misión. Una vez concluido el tiempo y de salir vencedores, se abrirá una nueva pestaña dentro del apartado de Desarrollo, la cual llevará por nombre “Recompensas”. Desde allí se nos notificará cómo ha ido el ataque y qué han conseguido obtener como botín nuestros mercenarios. Cabe destacar que, aun si llegas a tener éxito, puede que la extracción no resulte bien y no logres obtener los recursos prometidos, aunque de ello dependen otros factores como si tu equipo fue derrotado, o, la más probable en éste caso, que el clima haya provocado turbulencia a la hora de trasladar los recursos, imposibilitando su envío. Tal como pueden ver, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es una obra viva, poseedora de un mundo cambiante lleno de posibilidades.

 

Mother Base

 

El Fox Engine en todo su esplendor

 

Como podrán notar en las diversas imágenes que sirven de acompañamiento para la presente reseña, The Phantom Pain presenta un impresionante acabado técnico y audiovisual en cada plataforma en la que ha debutado.

 

Afganistán, ocasión principal del juego, ofrece una enorme extensión de terreno para explorar. Pudiendo encontrar una considerable amplia gama de paisajes y ambientes como bosques, desiertos y pantanos. Sin dejar de lado las cálidas vistas que tendremos desde la Mother Base en medio del océano.

 

Con The Phantom Pain, la franquicia debuta en el terreno de los juegos de mundo abierto y vaya que le ha venido de maravilla, como si toda la vida la franquicia hubiera anhelado un cambio así. El dejar a disposición de los usuarios un escenario de tan grandes proporciones como Afganistán ofrece un altísimo nivel de rejugabilidad al darnos la oportunidad de culminar cualquier misión de decenas de formas distintas. Ir por la izquierda, de frente, por la derecha, disparando, en sigilo, abordando un vehículo, escapando a pie, por helicóptero… No es descabellado pensar que las posibilidades rozan el infinito.

 

El mundo y sus elementos que lo componen están sumamente cuidados desde los más pequeños arbustos hasta las tormentas de arena en las que nos veremos envueltos en más de una ocasión. Todo el universo de Metal GearSolid V funciona de manera correcta, no hay elemento que se sienta fuera de lugar o mal introducido. Cada objeto está allí para potencializar la sensación de estar en los zapatos de Snake, caminando sobre el árido suelo de una tierra peligrosa.

 

Ello en cuanto a paisajes, de igual forma los rostros presentan rasgos y movimientos completamente creíbles, bien articulados y, recalco, dotados  de un altísimo trabajo en los más mínimos detalles. Si bien es cierto que en éste rubro siempre se buscó alcanzar cierto nivel de realismo, es hasta ésta entrega cuando realmente Kojima y su equipo consiguen materializar personajes con expresiones realistas y humanas, alejándose del estilo más frío y menos desarrollado de pasadas entregas que incluso se vio en Guns of the Patriots.

 

Varias tiendas revelan la posible fecha de lanzamiento para Metal Gear Solid V- The Phantom Pain

 

Una bondad más que hay que agradecer al Fox Engine, es la inteligencia que se la ha integrado a los enemigos. A diferencia de Ground Zeores, en donde podíamos cambiar entre una dificultad Normal y Difícil, en The Phantom Pain todo funciona bajo un mismo nivel de inteligencia artificial, siempre desafiante en la que deberemos utilizar todos nuestros trucos para despistarlos. Sin embargo la nota la dan los jefes finales con batallas espectaculares que solicitarán una exhibición casi perfecta de nuestra parte para poder sobrevivir. Metal Gear Solid V no es título fácil. En algunas misiones el pico de dificultad es tan alto que deberemos repetir la misión varias veces hasta poder concluirla. Al igual que Dark Souls, otro juego japonés, el reto es tan atractivo que lo intentarás una y otra vez hasta conseguirlo. De nueva cuenta, la sensación de satisfacción al finalizar la misión  es algo que logran transmitir muy pocas propuestas y The Phantom Pain se levanta como una de ellas.

 

Otra característica que se suma al tratarse de una obra de mundo abierto, es la transición entre el día y la noche. Primero que nada, apreciar dicho fenómeno mientras observas cómo se va desfigurando la luz y las sombras es un espectáculo que debes ver ya que ocurre con gran naturalidad y los efectos luminosos son cautivadores. Pasando a un aspecto más estratégico, ésta posibilidad nos permitirá adoptar conductas a la hora de realizar una misión según nos parezca mejor. Por ejemplo, de día encontraremos menos guardias en las zonas protegidas pero es más fácil que nos noten aún a lejanas distancias. Por su parte, en la noche, es más fácil escabullirse dentro de alguna instalación, pero encontraremos una mayor presencia de soldados enemigos. Las posibilidades están allí para jugar como más te guste. El juego no sólo cambia por sí mismo, también se transforma para adaptarse al propio usuario.

 

Por si se lo estaban preguntando, en Joystick Cloud tuvimos la oportunidad de jugar The phantom Pain tanto en plataformas de actual generación como de pasada y debemos decir que en todas la calidad técnica y audiovisual es sobresaliente. Cada versión en su contraparte generacional es prácticamente idéntica a la otra. En PlayStation 3 y Xbox 360 el programa se despliega a un resolución de 720p y a 30 cuadros por segundo, descendiendo un poco en algunos momentos, pero no lo suficiente como para afectar loa jugabilidad.

 

Por su parte, en PlayStation 4 Y Xbox One, Metal Gear Solid V se ejecuta a 1080p en PS4 Y 900p en One, a 60fps en ambos sistemas. A pesar de la diferencia en resolución, la verdad es que el título es prácticamente idéntico tanto en la consola de Sony como en la de Microsoft.

 

Sin duda el Fox Engine ha sabido sacarle el máximo provecho a cada uno de los sistemas en los que debuta, poniéndose al instante entre los títulos punteros de éste apartado como hemos visto recientemente en Grand Theft Auto V y el propio The Last of Us.

 

ultima y ya

 

Una guerra que parece no tener final

 

En cuanto a los méritos sonoros, si bien es cierto que sobresale el nombre del aclamado Harry Gregson-Williams en la banda sonora, lo cierto es que muchas composiciones se las debemos a Ludving Forssell y Justin Burnett, quienes han logrado conjuntarse para ofrecernos el soundtrack más regular de toda la franquicia. Cada melodía denota una sensación de oscuridad, desesperanza y temor.

 

Aunque la franquicia nunca se ha caracterizado por ofrecer un gran número de composiciones memorables, en esta ocasión  tenemos un conjunto de piezas que logran funcionar como complementos perfectos para algunas de las escenas más importantes de la historia.

 

Sin embargo, clásico en la serie, lo que vuelve a dar de qué hablar son sus temas vocales. Uniéndose al paraíso donde tenemos extraordinarias canciones como The Best is Yet to Come, Calling to the Night, Here’s to You y Heaven’s Divide, nos llegan poderosas interpretaciones como la de Sins of the Father y la melancólica y conmovedora Quiet’s theme. Ésta última sobre todo posicionándose como uno de los mejores temas que se han concebido para cualquier entrega de Metal Gear Solid.

 

Si esto no fuera suficiente, además de contar con los cassettes que nos ofrecerán información relevante sobre cada misión, esparcidos por el mundo nos toparemos con grabadoras que reproducen cintas con canciones de artistas como David Bowie, representativas del año 1984, las cuales podremos hurtar y posteriormente disfrutar desde nuestro iDroid o mientras viajamos en helicóptero. Vale la pena reconocer el exquisito gusto musical de Hideo Kojima pues la selección ha sido más que apropiada y seguramente gustará a la gran mayoría.

 

¿Qué hay de la interpretación de los personajes? Sin duda todos los actores de voz involucrados hacen un trabajo excepcional, cargando de sentimientos y personalidad. Pero, sin duda, los casos más destacables son los de Robin Atkin Downes, Troy Baker y Kiefer Sutherland en los papeles de Kazuhira Miller, Ocelot y Big Boss, respectivamente.  Sobre el primero, hace, para mi gusto, la mejor interpretación del juego y una de las más convincentes del año. Su retrato de un Miller vengativo y atormentado es muy diferente a lo que habíamos escuchado en Peace Walker por lo que deja ver una mayor evolución para el personaje. Troy Baker hace un papel más discreto en comparación a otras interpretaciones que ha tenido pero no falla en presentarnos un Ocelot, el más cuerdo del trío, viéndose obligado a contemplar la lucha de un grupo que podría llevarlo a su destrucción. Y finalmente, el señor Sutherland sale bien librado al tener un Big Boss que ha visto muy reducidas sus líneas en comparación a pasadas entregas de la serie. No lo hace mal, de hecho sus líneas transmiten la voz de un héroe caído quien él mismo se califica como un  “muerto en vida”. Sin embargo, no hace olvidar el trabajo de David Hayter.

 

posible final

 

Here’s to you…

Si llegaron hasta aquí, ahora sabrán que Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es un título que alcanza la perfección en cada uno de sus elementos que lo componen: Historia, jugabilidad y tecnología. Difícilmente se le puede encontrar errores a una pieza de tan gigantesca calidad como la que nos ha regalado Kojima Productions con la entrega definitiva de Metal Gear y arco final sobre la vida de Big Boss.

 

Muchos temieron que The Phantom Pain se viera mermado en su ejecución final tras el tan hablado pleito entre Konami y Hideo Kojima, al grado de suprimir el nombre de éste último de todo material relacionado a la obra. Sin embargo, Metal Gear Solid V ha surgido como una implacable obra maestra. Un producto del que se hablará durante años no como el máximo representante de los juegos de sigilo o la más completa entrega de la franquicia, sino como una pieza en donde queda en manifiesto la pasión y amor de un puñado de hombres y mujeres hacia una historia que nos ha hecho vivir aventuras increíbles en compañía de asombrosos personajes. La última pieza de un legado que vivirá por siempre y traspasará las barreras del tiempo y generaciones.

 

Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es el resultado tras casi tres décadas de numerosas ideas que finalmente logran exponerse como seguramente sus responsables deseaban plasmar desde sus orígenes pero que la tecnología de la época se lo impedían. Tenemos la majestuosa narrativa del primer Metal Gear Solid, los sorpresivos giros argumentales de Sons of Liberty, la belleza de Metal Gear Solid 3, la emotividad de Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots y la refinada jugabilidad de Peace Walker. Todo lo bueno que nos dejó la franquicia lo encontramos aquí maximizado y optimizado.

 

Por todo lo que es, representa y transmite, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es el juego del año 2015. Si eres aficionado a la franquicia, amante de los videojuegos o buscas una historia memorable, The Phantom Pain tiene que estar en tu colección, no importa si es en PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 3, Xbox 360 o PC.

 

Tras culminar Metal Gear Solid V te espera la magia de resucitar los viejos Metal Gear y Metal Gear 2: Solid Snake, y así, de nueva cuenta, repetir el ciclo. Un magistral desenlace que asegura un nuevo comienzo igual de brillante.  Por dejarse el alma y la carne en ésta entrega y durante los últimos 28 años, gracias Kojima Productions. Gracias, Hideo Kojima. Gracias, Metal Gear.

 

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