Fire Emblem ha sido una franquicia que se ha movido de manera lenta pero segura al reflector de Nintendo, convirtiéndose en una de las series clave de la empresa japonesa. En 2019, Fire Emblem: Three Houses movió a la franquicia a un nivel de visibilidad todavía mayor gracias a los cambios en mecánicas que permitía a nuevos jugadores entrar sin sufrir por combates de alta dificultad y, principalmente, al reparto de personajes que tomó al Internet por sorpresa gracias a su variedad, carisma y trasfondo cautivadores.

Anteriormente, la serie Fire Emblem había recibido el tratamiento Warriors, al tener un título del estilo musou, Fire Emblem Warriors. Sin embargo, este juego tomó el camino de recopilar elementos de la franquicia para crear un título que parecía más como una amalgama de la serie, algo visto con el primer Hyrule Warriors, musou de la franquicia The Legend of Zelda.

Recientemente, hemos visto un mayor esfuerzo de parte de Omega Force, empresa desarrolladora de todos estos títulos, al integrar mejores narrativas y desarrollo de personajes en sus títulos basados en franquicias. Hyrule Warriors: Age of Calamity y Persona 5 Strikers fueron grandes aciertos y éxitos del desarrollador, ya que su estilo de juego logra mezclarse con los fantásticos mundos usados como trasfondo, permitiendo que los jugadores verdaderamente se sientan como parte de las batallas de los Campeones de Hyrule o de los Ladrones Fantasma de Corazones.

Este esfuerzo se siente en Fire Emblem Warriors: Three Hopes, un título que, a pesar de ser de un género completamente diferente, logra capturar la esencia de la serie y de Three Houses para convertirse, sin lugar a dudas, en una experiencia indispensable para todo fan del título anterior de Fire Emblem.

Tres casas, tres esperanzas, un camino

A diferencia de Persona 5 Strikers, Fire Emblem Warriors: Three Hopes se presenta como un escenario alternativo, en lugar de una secuela. El predecesor de Three Hopes, Three Houses, nos permitía convertirnos en un profesor de la prestigiosa academia del Monasterio Garreg Mach, la cual alberga tres casas distintas: las Águilas Negras, los Leones Azules y a los Venados Dorados, al más puro estilo de un Hogwarts alternativo. Después de una primera parte en la cual fungimos como profesores de una de las tres casas, los líderes de las naciones de las cuales provienen los estudiantes de las tres casas entran en un conflicto bélico, y el protagonista de Three Houses, Byleth, vuelve cinco años después para encontrarse con sus alumnos, ahora convertidos en soldados, lidiando con la guerra que perdura después de todo ese tiempo.

Three Hopes nos coloca en una situación inicial similar, pero con un desarrollo muy diferente. En esta ocasión controlamos a Shez, un mercenario que sobrevive a un encuentro con Byleth, quien ahora funge como un antagonista. Al encontrarse con los tres líderes de las casas de Garreg Mach, Edelgard, Dimitri y Claude, Shez se convierte en un alumno más del monasterio y se ve envuelto en intrigas similares pero al mismo tiempo muy diferentes a las vistas en Three Houses.

Ya que Koei Tecmo, empresa de la cual forma parte Omega Force, colaboró en el desarrollo de Three Houses y que Intelligent Systems, desarrollador principal de Fire Emblem, colaboró en Three Hopes, esto permite que los personajes y sus sentimientos y motivaciones se sientan como extensiones coherentes de lo visto en el título de 2019.

No hablaré más allá de lo antes expresado sobre la historia de Three Hopes, pero sí creo que es importante aclarar que la historia es diferente: incluso si escogemos a la misma casa nos encontraremos con una narrativa distinta. Por lo tanto, es posible aventurarse nuevamente con nuestro grupo preferido de estudiantes y no sentir monotonía en las conversaciones y desarrollos narrativos. Una buena razón por la que sucede esto es la la nueva dinámica de la relación de Shez con sus compañeros, así como a la inclusión de personajes secundarios que refrescan la narrativa de una forma muy agradable.

Estrategia frenética

Los juegos musou son a primera vista sencillos: los personajes que controlamos son ejércitos de un solo hombre o mujer, capaces de diezmar a los batallones enemigos con un sencillo combo de ataques. Parte del encanto está en que es diversión rápida, frenética e inmediata. Sin embargo, cada título de esta serie, particularmente los spin-offs que utilizan franquicias reconocidas, incorporan elementos de las mismas para que los fans de dichas series, las cuales son de géneros completamente distintos, puedan sentirse como en casa (por lo menos parcialmente).

En el caso de Fire Emblem, una serie de RPGs de estrategia por turnos, Omega Force ha procurado implementar los elementos de combate por turnos al permitirnos pausar el combate y dirigir a nuestro equipo de compañeros y aliados de guerra en el campo de batalla, mientras que podemos también utilizar habilidades de armas como podemos hacerlo en Three Houses. La diferencia en este caso es que veremos el efecto de nuestros ataques especiales en decenas o incluso cientos de enemigos al mismo tiempo.

El triángulo de armas por el que es famoso Fire Emblem fue destruido parcialmente en Three Houses, dejando solamente ligeras ventajas a los usuarios de un armamento favorable. Sin embargo, en Three Hopes podemos ver incluso más impacto al encontrarnos con enemigos que simplemente toman el doble o incluso el triple de tiempo en derribar en caso de que contemos con un armamento débil contra ellos. Debido a esto, es importante crear un batallón de soldados variado, capaz de utilizar armas melé, y de distancia y magia, para asegurar que no existan puntos débiles en nuestro ejército.

Por otro lado, la famosa mecánica de muerte permanente perdura en Fire Emblem: Three Hopes, ya que podemos habilitarla y, a partir del cuarto capítulo, cualquier aliado que caiga en batalla se encontrará fuera de combate permanentemente. Aunque es poco probable que nuestros aliados caigan si estamos pendientes de ellos cuando están siendo controlados por la computadora, conforme el juego progresa empezamos a sentir la presión de tener que estar al tanto de todos y su posicionamiento, una sensación que hará a cualquier fan de Fire Emblem sentirse como en casa.

El plan de ataque

La forma en la que Three Houses avanzaba la historia era a base de un sistema de calendario, en el cual una gran batalla tendría lugar al final del mes. En este tiempo, contábamos con la posibilidad de entrenar a nuestros aliados y prepararnos con batallas menores.

En el caso de Three Hopes, título que toma lugar mucho menos tiempo en el ambiente escolar y más en el bélico, nuestro espacio de preparación es un campamento de avanzada, mientras que la forma en la que progresamos en los capítulos es a través de un mapa de guerra, en el cual avanzaremos al estilo de un juego de mesa hasta llegar al sitio de la batalla principal. Es posible aventurarnos a espacios alejados de la ruta crítica, los cuales nos pueden otorgar armamentos, batallones que fortalecen a nuestros soldados, o incluso materiales de construcción que permiten mejorar las instalaciones de nuestro campamento de guerra.

Este campamento de guerra es el equivalente del Monasterio Garreg Mach en Three Houses, y es aquí donde podremos entrenar a nuestros aliados mientras aprenden nuevas clases, cocinar para recibir efectos adicionales y estrechar relaciones entre compatriotas, forjar armamento, así como asignar labores de limpieza y mantenimiento que dan la oportunidad de obtener objetos y mejorar nuevamente nuestros lazos. La estrechez de estos lazos permitirá que cualquier unidad con la cual nos aliemos en el campo de batalla realice mayor daño, desatando ataques en combinación devastadores.

Gran parte del atractivo de Three Houses estaba en su elenco, el cual era encantador, agradable, interesante, o cualquier combinación de estas tres cualidades. Three Hopes no ignora este aspecto, ya que los lazos que logramos crear con nuestros aliados nos llevan a poder tener las famosas conversaciones de soporte que, aunque pueden llegar a sentirse un poco repetitivas debido a que los personajes son los mismos, su crecimiento difiere debido al contexto de la narrativa alternativa.

Sorprendente en todas sus presentaciones

Uno de los aspectos más problemáticos de los juegos musou es el desempeño que pueden llegar a tener en consolas débiles. En la actual generación de sistemas, el Nintendo Switch es claramente la consola con menor potencia, cualidad que sacrifica para permitir su portabilidad. Otros títulos musou tienen un desempeño difícil en el Switch, pero debo decir que Fire Emblem Warriors: Three Hopes es el juego de este género en Switch con mejor jugabilidad en cuestión lúdica y técnica.

Aunque sí, el Switch no es capaz de correr estos títulos a los siempre deseados 60 cuadros por segundo, Three Hopes logra tener un desempeño estable a 30 cuadros por segundo, algo que no se presenció en otros juegos como como Hyrule Warriors: Age of Calamity o Persona 5 Strikers. A todo esto añadimos que, incluso con un segundo jugador, el desempeño logra aterrizar en esos estables 30 cuadros. Puedes olvidarte del temor a estar viendo una presentación de diapositivas, algo usual en títulos musou en modo multijugador.

Es verdad que hay ciertos momentos, particularmente cuando utilizamos ataques especiales en una cantidad considerable de enemigos en la pantalla, que la tasa de cuadros baja durante un segundo o dos. Sin embargo, esta cuestión es la excepción y no la regla, lo cual lleva a que no nos sintamos incómodos con el desempeño del juego. Si a todo esto aunamos el hecho de que los tiempos de carga son considerablemente menores a otros títulos del género o a Fire Emblem: Three Houses, Omega Force logra demostrar una maestría loable del pequeño sistema híbrido de Nintendo.

Mejor musou conocido que musou por conocer

No se puede negar que Fire Emblem Warriors: Three Hopes carga con las mismas problemáticas que la mayoría de los títulos del género. Sigue latente la monotonía en los combates y mapas a partir de cierto punto del juego, así como una falta de variedad una vez que llegamos a cierto punto del progreso de nuestro personaje.

Sin embargo, ese punto es lejano al inicio de la aventura, ya que al integrar los elementos correspondientes a Fire Emblem, este título logra extender la experiencia considerablemente. Aunque esto sí provoca que el juego se extienda y pueda sentirse un tanto repetitivo, es la variedad en las cosas que hacemos que también mantiene las cosas frescas. Si contemplamos la naturaleza portátil del Switch, así como la rapidez de las batallas y eventos con nuestros aliados, es posible disfrutar de Fire Emblem Warriors: Three Hopes, poco a poco, como un cuento para dormir, disfrutando de un combate sencillo y complejo a la vez, así como una historia llena de personajes y giros interesantes.

Personalmente, al haber disfrutado la historia y rutas de Fire Emblem: Three Houses, Fire Emblem Warriors: Three Hopes se presenta como un complemento hecho con amor y cariño, el cual logra sentirse como una secuela completa de un título de un género completamente distinto. Aunque carga consigo con los problemas de su nuevo género, logra complementarlos con ideas interesantes de la franquicia y generando, indudablemente, el mejor musou disponible en Nintendo Switch hasta ahora.

Pros:

+ Narrativa y personajes cautivadores

+ Interesante integración de los elementos de Fire Emblem y Three Houses

+ Excelente desempeño y tiempos de carga

Contras:

– Monotonía en el combate

– Ligera familiaridad con los personajes lleva a monotonía narrativa