Con una camiseta del 30 aniversario de Super Mario Bros. y entre la presentación de los logros obtenidos por la App Store y las próximas aplicaciones para estudiantes, Shigeru Miyamoto, creador de Mario y Zelda, hizo acto de presencia en la más reciente Keynote de Apple para presentar al mundo la primera incursión de su popular personaje a los dispositivos móviles de los de Cupertino. La mascota de Nintendo, y el principal referente de una industria millonaria, ha dado el salto que muchos consideraban imposible y se ha colocado como la punta de lanza de una compañía que sufre por adaptarse a los tiempos en que vivimos.

El que Nintendo haya llegado a un dispositivo ajeno a su desarrollo no es una noticia que deba alarmarnos. Desde el año pasado el ex presidente de Nintendo, Satoru Iwata, anunció que su compañía se aliaría con DeNA, distribuidora de juegos móviles, para lanzar cinco títulos para sistemas iOS y Android. Sin embargo, es la llegada de Mario Bros. a un smartphone lo que estremece a los jugadores más fieles a las consolas. Es el hecho de ver al creador de dicho personaje como un invitado más en la conferencia de Apple lo que nos hace pensar en el futuro de todo lo que amamos.

Por un lado, se agradece el hecho del trabajo que Nintendo hace a la hora de llevar su propiedad más importante a un dispositivo ajeno. Super Mario Run está pensado para jugarse con una sola mano, en pro de no entrar en un mal uso del control por la innecesaria implementación de botones digitales que emulen un mando de NES. Además, el desarrollo está siendo dirigido por Hideki Konno, quien ha participado en distintos juegos de Nintendo a lado de Shigeru Miyamoto, siendo Mario Kart 8 su obra más reciente.

Shigeru Miyamoto

El lanzamiento de Super Mario Run responde a la necesidad de Nintendo por conseguir dinero de alguna forma. Las ventas de Wii U son un fracaso por donde se les vea y a pesar del buen paso de 3DS, la compañía no ha logrado ser el referente de la industria como lo hiciera en el periodo de DS y Wii. Así como vimos llegar los amiibo o la colección Vans X Nintendo, Super Mario Run forma parte de la estrategia de la “Gran N” por conquistar a un público que vaya más allá de aquellos usuarios que buscan el nuevo Metroid o Zelda.

El problema, si es que así lo queremos ver, viene de la forma en que ha sido presentado Super Mario Run. Como apunte al inicio, la aparición de Shigeru Miyamoto, probablemente la figura más icónica de la industria, fue solo una pieza más del evento que presentó la séptima versión del iPhone. Entre diapositivas de logros en ventas, accesorios, audífonos inalámbricos y el precio del nuevo modelo, el popular plomero se llevó la gloria en un día llenó de sorpresas, pero dejo en claro que los videojuegos seguirán ese camino, siendo un engrane más de un dispositivo que no es o será exclusivo de los jugadores.

En 2013 el Xbox One se presentaba al mundo como una consola de videojuegos que se pretendía convertirse en el centro de entretenimiento perfecto con aplicaciones como YouTube o Netflix, televisión por cable, partidos de la NFL y videojuegos. Ayer, 7 de septiembre, Sony anunció los dos nuevos modelos de PlayStation 4, uno de ellos con capacidad de reproducir contenido en 4K, siendo el único contenido disponible para disfrutar de esa característica la segunda temporada de Narcos disponible en Netflix, los juegos llegarán después.

Pokémon Go Miyamoto

Más allá de la absurda idea que ve a las consolas convertidas en computadoras, los videojuegos se han transformado en un elemento más del entretenimiento tradicional. Quizá hoy podamos decir que Super Mario Run es nada comparado con los juegos de Mario que ya existen o que podrían llegar a NX, pero lo recordaremos como el primer título que nos dejó en claro el camino que está tomando la industria. No se trata de una guerra perdida por parte de las consolas, al contrario, se trata de una invasión de éstas a los dispositivos más populares.

Si Pokémon Go logra que en noviembre haya más jugadores de 3DS con Pokémon Sun & Moon, será una reacción igual de positiva para la industria como la que vimos hace unas semanas con la enorme cantidad de jugadores que le ha puesto las manos encima por primera vez a un juego de Pokémon. Es público que no iba a llegar a 3DS, y mucho menos a Wii U, pero que se ha interesado en Nintendo por su nueva forma de hacer las cosas. La gente está interesada en los juegos de Nintendo, más no en su hardware.

Probablemente el día de mañana tengamos que comprar solo la aplicación de Nintendo o Xbox para disfrutar de los juegos que hoy en día esperamos en un Wii U o Xbox One. No será el fin del mundo, sino la consolidación de una industria que ha logrado llegar hasta al usuario más cautivo y ajeno a los videojuegos. Sí, ayer vimos con tristeza como Shigeru Miyamoto era uno más en la presentación del iPhone 7, pero vivimos con orgullo que fuera su anunció el que se robará la tarde de un dispositivo que ha evolucionado más lento de lo que podríamos haber esperado.