El tipo duro domina la escena videoludica contemporánea. No hace preguntas. No media. No pacta. Se limita a tirotear, acuchillar o explotar todo lo que se interponga en su camino. La acción configura la llave maestra que penetra la puerta de las dificultades. El sangriento cementerio que yace a sus espaldas no lo afecta puesto que la formula funciona a la perfección: siempre triunfa, siempre hay una mujer diseñada exclusivamente para quererlo, siempre demuestra habilidades excepcionales, siempre salva al mundo de la destrucción a pesar de emplear destrucción, siempre gana. Claro, si lo único que hace el jugador es machacar, aplastar, matar, noquear, disparar, mutilar o golpear ¿Que va a querer sino? Pues para su incredulidad damas y caballeros hay espacio en el escenario para otra clase de protagonista, uno que si fue a la universidad, letrado, refinado, educado, brillante y amable. Señoras y señores con ustedes el Professor.

 

En el año 2007 Akihiro Hino actual presidente de Level 5 se alió con el profesor Akira Tago psicólogo de la Universidad de Chiba para adaptar a Nintendo DS una serie de libros sobre ejercicios mentales de gran éxito en Japón creados por el propio Tago. La empresa vestiría el proyecto con sus aspiraciones audiovisuales que más tarde veríamos concretadas con juegos con bella estética anime como Ni No Kuni: La Ira de la Bruja Blanca. Así nació El Professor Layton y La Villa Misteriosa arriesgada apuesta tanto temática como jugable que terminaría no solo por conquistar Japón sino convertirse en un auténtico fenómeno de escala mundial.

 

Este primer título fue sin duda muy especial. Aunque el cariz infantiloide pudo predisponer a más de uno (me declaro culpable en segundo grado), adentrarse en su propuesta suponía constatar la fórmula de Pixar: el amigable envoltorio escondía una inusitada profundidad. Las ansias por sumergirnos en intrigantes misterios al estilo anime se hacen evidente desde el primer minuto pero es la manera en la que se integran los ejercicios mentales del profesor Tago (aquí llamados puzzles) lo que verdaderamente impresiona: sustituyen a los tradicionales acertijos in-game de las clásicas novelas gráficas por micro rompecabezas de diversos estilos (ya sean mecánicos, lógicos, visuales, etc.) cuya temática generalmente tiene que ver con el devenir de los acontecimientos dramáticos. A diferencia de lo que nos sugiere el apartado visual, la dificultad de estos puzzles es solo apta para mentes ejercitadas.

 

 

Si a esto le añadimos una interesante historia con toques de realismos mágico (que amas u odias), una magistral banda sonora orquestada con señas de identidad indiscutibles que aporta enteros a la sensación de misterio, una generosa cantidad de puzzles en su mayoría muy satisfactorios, extensa duración, precioso contenido adicional, presentación impecable con constantes demostraciones de pasión por el producto y construcción de personajes altamente carismáticos redondean una obra extremadamente recomendable para los asiduos de las novelas gráficas o rompecabezas en general. La Villa Misteriosa cuenta incuestionablemente con ese misticismo inefable que solemos llamar simplemente como: «ese algo más».

 

Su abrumador éxito fue seguido por el desarrollo de un par de continuaciones: La caja de Pandora que como secuela protocolar se limita a cumplir sin alardear: mas pero no necesariamente mejor, aunque destaco el matiz de la historia de amor puesto que dicha temática es un rara avis en el discurso videoludico. Fue con El Professor Layton y el Futuro Perdido cuando Level 5 alcanzó la cúspide de la franquicia: La historia ya de por si interesante alcanza el olimpo de sensibilidades con ese tramo final que redimensiona a Hershel Layton como un personaje polifacético alejado de la idealidad que parecía mostrar en las primera de cambio. El desarrollo del personaje llega a su clímax en un epilogo verdaderamente potente a nivel afectivo, la coletilla del título toma un nuevo significado.

 

Lo que sucedió después fue la degradación típica de la producción casualizada. La segunda trilogía precuela constituida por La Llamada del Espectro, La Máscara Prodigiosa y El Legado de los Ashalanti denotan un claro desgaste tanto jugable como narrativo, una reducción evidente en la dificultad para la mayoría de los puzzles: primacía de los mecánicos sobre los lógicos, historia centrada en la epicidad por mero espectáculo, inexistente desarrollo de personajes y tendencia en general sensiblemente reiterativa, (que difícil es soportar el embriague del éxito). Eso sin mencionar la acelerada producción de secuelas en un periodo de tiempo muy corto. Empero existen elementos rescatables como el RPG extra incluido en Llamada del Espectro London Life, ciertos arcos narrativos (especialmente en esta primera entrega de la segunda trilogía) o la inclusión de ciertos personajes como Jean Descole, los 365 puzzles de las últimas 2 entregas pero  nunca comparable al nivel de las primeras entregas. Ni hablar de otros productos mediocres cuya única justificación es la mercadotecnia como La Diva Eterna (película) o el crossover Professor Layton VS Phoenix Wright, solo relativamente rescatable el caso de Layton Brothers: Mistery Room para móviles, aunque no pase de un experimento curioso.

 

Como su nombre lo indica el principal portento de esta saga recae complemente en su protagonista: El Professor. Suerte de Sherlock Holmes actualizado, siempre cordial, estilizado, decoroso y caballero, quizá demasiado idealizado pero redimensiado por el desarrollo del personaje. Mente y personalidad dan forma a un personaje que casi no tiene antecedentes en la historia de la industria. La simpleza de su diseño en conjunto con la gentileza de su carácter contrasta fuertemente con la agudeza de su intelecto. El Professor es único pero necesita jubilarse, el peso de la saga debe ya heredarse y ojala el desarrollo futuro retome viejos caminos de gloria. En cualquier caso no puedo dejar de recomendarles una de mis personajes/sagas favoritos.