Taiko no Tatsujin está de vuelta, con su nueva entrega Rhythm Festival para Nintendo Switch. Y si bien la jugabilidad no es nada revolucionario en comparación con otros títulos de la franquicia, sí estamos ante una de las mejores entregas de su historia, al menos en Occidente. A continuación te explico por qué.

Una ciudad festiva

Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival se lleva a cabo en Omiko, una ciudad en que los festivales musicales son lo máximo. Esta ciudad es representada como el menú principal, que nos dará acceso a las diferentes atracciones y, por consiguiente, a los diferentes modos de juego y opciones extra.

En primer lugar está el templo del trueno, que es donde puedes jugar el modo taiko, el modo fundamental de la franquicia y que una vez más puede jugarse con Joy-Cons, Control Pro o un tambor licenciado, ya sea para 1 o 2 jugadores. La jugabilidad es exactamente la misma de siempre, sin añadidos, por lo que ya sabes a qué te enfrentarás: tocar versiones cortas y frenéticas de un montón de canciones, teniendo que alternar entre notas rojas (interiores) y notas azules (exteriores) al ritmo del tambor, así como algunas notas extra que usualmente requieren tamborilear muy rápido. Tristemente, los fondos de las canciones también siendo exactamente los mismos de siempre; a estas alturas me parece que ya se podría exigir fondos temático o al menos más variedad.

Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival tiene una impresionante lista de más de 70 canciones disponibles, convirtiéndo a esta en una de las entregas más completas de la franquicia en mucho tiempo. Además, la variedad es igual de genial, sobre todo para los fanáticos del anime y el pop japonés, aunque también hay mucho más. Entre lo más destacado se encuentran temas como CHALA-HEAD-CHA-LA, de Dragon Ball Z; A Cruel Angel’s Thesis, de Neon Genesis Evangelion; o BLUE BIRD, de Naruto. También hay sorpresas como una lista bien variada de canciones de VOCALOID como Senbonzakura o HIBANA; e incluso canciones más occidentales como He’s a Pirate de Piratas del Caribe; Cuán Lejos Voy de Moana; o MEGALOVANIA de UNDERTALE. Esta impresionante seleccion se complementa con una gran lista de remixes de música clásica, música de juegos como Mario y Zelda y muchos temas originales de Namco.

Ahora bien, si eres un verdadero fanático de los juegos de ritmo, entonces Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival tiene un servicio para ti que vale cada bendito centavo que pagues por él. El Taiko Music Pass cuesta aproximadamente $67 MXN por mes, pero expande la lista de canciones a casi 600, cada una de las cuales puedes descargar y tocar bajo demanda en solo unos segundos, y en donde encontrarás exitazos en absolutamente todas las categorías, los cuales son demasiados como para listarlos. Si bien un servicio de suscripción no es ideal para añadir a un juego que de por sí ya cuesta dinero, la simple existencia del Taiko Music Pass convierte a Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival en la mejor propuesta para los amantes del batir del tambor, especialmente para los que quieren alta dificultad. Nunca, nunca te vas a quedar sin algo que tocar.

Atracciones secundarias

Fuera de la excelente lista de música, ¿qué más tiene Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival? Pues en primer lugar, la posibilidad de jugar en línea, y también un par de modos de juego interesantes y cambios de mejora de calidad de vida que, si bien no extremos, hacen la experiencia más placentera.

En cuanto a calidad de vida, ahora los usuarios pueden crear 5 listas de reproducción y agregar hasta 100 canciones en cada una, para que puedan seleccionar y jugar solo lo que les apetezca en ese momento. Por ejemplo, yo agregué mis canciones de anime favoritas a una lista, para así solo jugar los openings y endings que más me han gustado, sin tener que buscarlos manualmente. De hecho, hasta la misma desarrolladora Bandai Namco ofrece varias listas curadas enfocadas en diferentes temáticas y que incluyen algunas de las mejores canciones recomendadas para esos gustos. Lamentablemente, no es posible cambiar los nombres de las listas de reproducción creadas, y aún más extrañamente todavía no hay manera de buscar una canción por nombre.

Otra adición interesante es la de un modo práctica, en la que el la máquina analiza una canción que se te esté dificultando, para ofrecer consejos, te deja elegir y tocar fragmentos específicos que te cuesten trabajo, ajustar la velocidad para verla más lento y más. Si quieres convertirte en un maestro tambor, este modo será tu mejor amigo.

Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival incluye 2 minijuegos que te permiten cambiar un poco el ritmo si ya te cansaste de tocar solo por tocar. La gran guerra de tamborines es un modo de pelea y creación de mazos, en el que el objetivo es tocar notas al ritmo de una canción sin equivocarte para empujar el juguete de tu oponente con tu propio juguete y vencerlo cuando termine el tema. Al tocar las notas de manera correcta vas invocando más juguetes que, además de ayudarte en el empuje, activan habilidades que te benefician a ti o perjudican al oponente. Así, puedes invocar un oso que nubla la vista de la pista del oponente, agrega notas falsas o aumenta su velocidad; o que protege tu combo en caso de equivocarte una vez. El modo se va abriendo por medio de retos, que te otorgan cartas que después conformas en un mazo a tu decisión. Así, poco a poco, vas armando el mazo perfecto con los juguetes más poderosos y puedes destruir enemigos en modo local, contra la computadora o en línea. La gran guerra de tamborines no es nada del otro mundo pero es una adición interesante.

El otro gran modo es la Banda de DON-chan, que te permite seleccionar algunas canciones y tocarlas con hasta 4 jugadores en modo local. El chiste de este modo es que las pistas de las canciones se dividieron en 4 canales, por lo que cada jugador se deberá enfocar en tocar un instrumento en particular. Los mapas son diferentes a los del modo regular y hay más notas especiales, por lo que básicamente aquí el trabajo en equipo es clave y la energía es siempre alta. Aunque este modo es divertido, lamentablemente la variedad de canciones disponibles es pequeña y ni siquiera es posible jugar en línea.

Por último están los modos en línea, en donde puedes jugar el modo Taiko de manera casual o clasificatoria, o el modo Gran Guerra de tamborines. La experiencia es relativamente amena, pues aunque se trata de un juego de precisión, no hay lag notable, lo que significa que seguramente Bandai Namco empareja jugadores que estén relativamente cerca. ¿Lo malo? Que esto significa que los tiempos de espera para jugar una partida pueden llegar a ser de más de un par de minutos, lo cual puede ser preocupante para un título bastante nuevo. Solo el tiempo dirá si Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival llega a tener una comunidad online saludable, pero al menos la experiencia es buena.

La aventura de DON-chan y Kumo-Kyun

Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival incluye un curioso sistema de progresión que, si bien no es nada especial, es mejor que tocar simplemente por tocar. Cada que ganes partidas, termines canciones o cumplas desafíos en los diferentes modos de juego obtendrás puntos tambor, que sirven para subir una especie de batalla inherente del juego (tranquilo, no se compra). Al ir subiendo tu nivel de tambor, desbloquearás algunas sencillas viñetas a modo de novela visual que funcionan como un pseudo-modo historia en el que el protagonista DON-chan y su amigo Kumo-kyun tienen aventuras por toda Ciudad Omiko. Asimismo también irás desbloqueando monedas y cosméticos para comprar en la tienda, para que, como ya es tradición, puedas personalizar la apariencia de tu avatar de DON-chan, así como insignias y saludos para usar y presumir en los modos online.

Al final, Taiko no Tatsujin: Rhythm Festival sigue siendo Taiko no Tatsujin, pero con una nueva capa de pintura y algunos añadidos curiosos. No obstante, simplemente por la calidad y la cantidad de canciones que incluye (o que puede incluir si también adquieres el Taiko Music Pass), esta es fácilmente la entrega más recomendable de la franquicia hasta ahora. Potencialmente, podrás pasar años tocando y perfeccionando tu técnica tamborilera sin aburrirte.

Pros:

+ Cantidad y calidad ridícula en la lista de canciones y el Taiko Music Pass

+ La jugabilidad es tan divertida como siempre

+ Modos extra/online y mejoras de calidad de vida que se aprecian

Contras:

– Algunas de las mejoras o los modos extra se podrían haber implementado mejor

– La vida que tendrá el modo online es una incógnita