La quinta entrega de la nueva gallina de los huevos de oro para Activision ya se encuentra disponible desde hace varias semanas para todas las consolas existentes… salvo el PS Vita. Skylanders Superchargers hace aparición en un año donde los juegos que toman como principal atractivo las figuras NFC han salido de casi todos los rincones. Sin embargo, el trabajo detrás de los pioneros del género se sigue desenvolviendo como la mejor opción para aquellos que buscan una grata experiencia en el gameplay, y a su vez un buen pretexto para coleccionar juguetes bastante singulares.

 

Skylands

Superchargers es mi primer paso por la serie NFC de Activision, a pesar de ser la primera en establecer el fenómeno de los juguetes NFC nunca me había llamado la atención el hecho de coleccionar las figuras del mundo de Spyro y compañía. Sin embargo, debo admitir que, hasta cierto punto, me arrepiento de no haber entrado en la serie desde su debut en 2011, pues me lleve una sorpresa bastante agradable con el juego en estas últimas semanas, una sensación que me hizo recordar mis épocas con el PSOne.

 

En primer lugar la historia es algo completamente adecuado para el juego, una especie de homenaje a los videojuegos que podríamos encontrar en nuestra infancia donde un grupo de personajes busca hacer el bien en un mundo controlado por un villano simpaticón que nos brinda más risas que momentos de terror. En el caso de Superchargers nos encontramos nuevamente con Kaos, el enemigo principal de la franquicia, quien una vez más tiene a la hermosa tierra de Skylands bajo su control tras dejar fuera del juego a los poderosos Skylanders y convertirlos, una vez más, en juguetes. Aquí es donde entra el Maestro del Portal, o sea nosotros, entramos en acción haciendo uso de nuestras habilidades con el control, y los billetes de nuestra cartera, para poder liberar el mundo mágico de los Skylanders de la tiranía de Kaos.

 

Sky1
 

Sin adentrarme en el gameplay y como mencione más arriba, Skylanders Superchargers me hizo recordar los viejos títulos del primer PlayStation que pase horas jugando a finales de los 90’s… muchos dicen que es más una referencia a caricaturas de la mencionada época… pero no recuerdo ni una con personajes como los de Skylanders. En fin, desde un inicio sentí que me encontraba una vez más en el papel de Spyro, Buzz Lightyear o Crash Bandicoot, con una enorme felicidad avance por el juego cambiando entre los pocos personajes y vehículos que poseo, logrando sentirme en un juego de plataformas increíblemente adictivo. Ojo, creo que solo seguidores de las sagas mencionadas o de otras series de PSOne o PS2 podrán sentir dicho sentimiento, pues su cercanía con Nintendo y un Super Mario es algo muy lejano, incluso en los momentos con vehículos que dan más un papel de Crash Team Racing a un Mario Kart.

 

Superchargers

Entrando ahora sí por completo al gameplay tenemos lo que podría ser el mejor apartado del juego per se. En primer lugar estamos ante una aventura de plataformas clásica que a pesar de su dificultad logra mantener un interés bastante grande por los pequeños retos que hay en el camino a terminar nuestra aventura. Desde coleccionar objetos, cumplir misiones, realizar mini juegos o ir descubriendo diversas partes del mapa con la ayuda de diferentes personajes. Sí eres seguidor de la serie podrás invocar a tus figuras favoritas de ediciones pasadas con todo el nivel que has reunido a lo largo de los años y estar más que listo para iniciar tu aventura.

 

El uso de vehículos, que es el principal atractivo de Superchargers, es una gran implementación en todos los sentidos que maneja el juego – coleccionismo y gameplay. Los vehículos se dividen en tres diferentes ambientes: tierra, mar y aire, por lo que debemos seleccionar el transporte indicado para pasar por diversas áreas en el juego. Al igual que como ocurre con las figuras estos vehículos serán más fuertes en determinados ambientes, dependiendo del elemento que manejen (agua, luz, fuego, tecnología, etc.) aunque no habrá problemas sí usamos uno que no sea el «correcto».

 

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El otro punto importante de los vehículos es su jugabilidad; tal cual nos encontramos con un clon bastante decente de Mario Kart, y menciono el juego de Nintendo por popular y cercano, aunque crea que se parece más a Crash Team Racing. Sea cual sea la similitud que le encuentres, lo verdaderamente importante es la manera en que se conducen los vehículos. LEGO Dimensions y Disney Infinity también incluyeron autos en sus entregas, sin embargo, Skylanders logra un trabajo sublime a la hora de implementar este elemento, un manejo sencillo, ágil y que se siente con libertad para el jugador.

 

Ya sea por cielo, mar o tierra, los vehículos se convierten en un verdadero pilar dentro de la obra de Vicarious Visions y es que su manejo no es un simple agregado para pasar de una etapa a otra, cada escenario y por ende cada transporte funciona de manera diferente. Mientras que los de tierra y agua tienen un sistema parecido a lo que estamos acostumbrados con obstáculos, turbos y algunas sorpresas, los aéreos dan un aire a Star Fox mientras conservan tendencias de sus similares en tierra y agua. Además de que la personalización hace que nos sumerjamos más a la aventura y le dediquemos tiempos extra a lo que ofrecen estos agregados.

 

Por último los vehículos brindan la posibilidad de realizar carreras al estilo Mario Kart por más de 10 pistas con los clásicos power-ups, turbos y demás clichés del género, y aunque el sistema no se siente tan refinado como en la campaña, hay muchas posibilidades de pasar un rato agradable en las carreras individuales o hasta con tres amigos más en línea o uno más en pantalla dividida de la misma manera que funciona el modo historia.

 

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Ahora. El punto culminante de nuestro paso por Skylanders se da con la capacidad de nuestra cartera. A diferencia de otros juegos del género en ninguno me sentí tan presionado por no tener suficientes juguetes, y es que Skylanders en todo momento nos recuerda que hay que invertir, no para ganar, pero sí para disfrutar. En cada nivel hay tres caminos distintos y sí queremos completar más de una tercera parte del juego debemos tener, por lo menos, un vehículo de aire y uno acuático. El starter pack incluye lo suficiente para terminar el juego, pero sí es necesario invertir en los mencionados vehículos sí queremos una aventura más interesante.

 

Por último hay que mencionar la diferencia que hay entre los starter pack de las diferentes consolas. Las versiones de Xbox One, Xbox 360, PlayStation 4 y PlayStation 3, incluyen dos figuras: Stealth Elf y Spitfire con el vehículo de este último, además del juego, el portal y otros agregados. En el caso de Wii U se incluye a Stealth Elf y a Donkey Kong o Bowser en Wii y 3DS, con el vehículo del gorila de Nintendo o el avión del enemigo jurado de Mario Bros., y el resto de objetos típicos. En ambos casos los vehículos incluidos son terrestres y el principal cambio radica en las versiones de octava generación y las de Nintendo, pues en One y PS4 tendremos un excelente desempeño gráfico y con las consolas de la “Gran N” tendremos un juego apenas superior al nivel de Wii pero ampliaremos la colección de amiibos.

 

Portal Masters

Así como lo mencione en el párrafo anterior hay diferencias notables sobre el desempeño técnico del juego en las diversas consolas. En Wii y 3DS solo tenemos un juego orientado a las carreras y que a nivel visual se ve «bien». En 360 y PS3 encontramos una aventura como las de octava generación pero con un nivel gráfico inferior aunque mucho mejor que el visto en Wii y apenas inferior al de Wii U. En la última consola de Nintendo el desempeño gráfico es pobre y nuevamente un título third-party queda muy por detrás de lo visto en los juegos AAA de la compañía japonesa. Por fortuna son las versiones de Xbox One y PlayStation 4 las que le hacen justicia a un juego que se ve increíble en 1080p y 60 cuadros por segundo, un mundo lleno de colores y vida, donde cada rincón del mapa está bien detallado y hace del juego un paseo más que atractivo por un lugar que se siente mágico.

 

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El apartado sonoro es otro de los logros del juego en todas sus versiones, tanto en inglés como en español tenemos un doblaje que resalta el sentimiento noventero de la serie, ahí sí enfocado completamente a caricaturas de la época. En español tenemos un reparto de voces notable que hacen de cada episodio algo característico, pues las bromas son las indicadas para los más pequeños y lo suficientemente absurdas como para ser disfrutadas por aquellos que nos negamos a madurar; un humor blanco y sumamente inverosímil pero efectivo. La banda sonora, aunque discreta, también logra trasmitir las emociones adecuadas para los momentos cumbre de la campaña y da una personalidad interesante a toda la aventura.

 

Otro punto que me gustaría destacar de Skylanders Superchargers, y en general de la serie por lo que he visto, es su presentación. Desde el intro del juego con la presentación de los personajes, la situación a enfrentar, el formato de caricatura/videojuego noventero, la música, el doblaje, los gráficos, la animación al momento de poner un juguete en el portal, y hasta la idea de llevar figuras reales a un videojuego, todo el concepto de Skylanders es una experiencia única. Lo anterior no aplica de la misma forma en un Dimensions o Infinity, y creo que tiene que ver con lo original de la serie, estamos ante algo «nuevo» y adentrarnos a ello es sumamente divertido. Definitivamente algo que no se les puede negar a los más pequeños.

 

Al final del día tenemos en Skylanders Superchargers un juego que conjunta los elementos que lo han hecho popular en los últimos cuatro años en una aventura divertida, simple y sobre todo muy disfrutable. Coleccionar figuras NFC no es una tarea simple, pero sí a las calificaciones nos remitimos Skylanders sería la mejor opción a la hora de adentrarse a un juego con el único y simple objetivo de pasártela bien, pero que podría convertirse en una fuerte adicción que nos llevará a querer adquirir cualquier figura de la franquicia… que dicho sea de paso son completamente originales y estás muy bien hechas. En lo particular, que me transportará a vivir una experiencia como la que tuve con el primer PlayStation hizo que todo el gasto valiera la pena.

 
ssc