2024 pinta, hasta ahora, como un año más tranquilo para lanzamientos de videojuegos de alto perfil. Sin embargo, esto no detendrá a Nintendo de cumplir con su rutina de publicar casi un título al mes para contar con un repertorio continuo de nuevas propuestas.

En esta ocasión, la empresa japonesa ha lanzado un título que podría parecer nuevo para muchos, pero en realidad se presenta como un remake de un título de Game Boy Advance: Mario vs. Donkey Kong.

Sin embargo, creo que este juego se siente como algo más que un remake: este título de Switch es mucho más. Con contenido adicional considerable, así como un cambio de imagen extremo que CASI difumina la línea entre remake y juego nuevo, Mario vs. Donkey Kong es una buena plantilla a seguir para los remakes que sean lanzados en el futuro.

Más allá de la maquinita

Los juegos de plataformas con elementos de acertijos, aunque siempre parte del mundo de los videojuegos, han resurgido recientemente gracias a distintos títulos independientes. Sin embargo, un clásico del género es el “remake” de Donkey Kong para Game Boy, apodado por algunos fans como Donkey Kong ‘94.

Este juego parece una copia exacta de Donkey Kong, el icónico juego de arcades, en sus primeros cuatro niveles, pero repentinamente cambia para presentar una experiencia más enfocada en la resolución de acertijos: lanzado 10 años después en el Game Boy Advance, Mario vs. Donkey Kong es un tipo de secuela espiritual, llegando 20 años después con un remake para el Switch.

Observar el juego original te dejará ver de inmediato las mejoras, ya sea mediante los gráficos completamente nuevos, la increíble banda sonora con pistas de jazz o los dos nuevos mundos (de eso hablaremos un poco más adelante).

Como cualquier juego de Mario, la historia de este título es bastante sencilla: un día, mientras ve la televisión, Donkey Kong descubre que Mario ha lanzado unos pequeños y robóticos juguetes. Lamentablemente, Donkey no alcanza a comprar uno, y en un arrebato de furia irrumpe en la fábrica de Mario para llevarse todos los Mini Marios en la banda de producción.

Topándose con la situación, el mismísimo jefe de la fábrica, Mario, se pone sus pantalones de líder y se toma a la tarea de lanzarse por todos los Mini Marios secuestrados y así traer paz a la fábrica (¿y a su situación financiera?).

Aunque la premisa es sencilla, la jugabilidad va agarrando complejidad poco a poco. Mario es un plomero saltarín (y empresario emprendedor al parecer), y tiene un set de herramientas diferente al que le conocemos en los juegos de Super Mario Bros., teniendo la capacidad de realizar saltos con voltereta y poder pararse de manos para evitar objetos dañinos, así como acceso a una de sus herramientas más famosas, el martillo que seguramente habrás visto en Super Smash Bros. Gracias a estos elementos, así como la inventividad de los conceptos, Mario vs. Donkey Kong es bastante divertido, en especial gracias a la forma en que varía a lo largo de cada mundo.

Fabricando el enfrentamiento

Este remake mantiene una estructura muy similar al del juego original, esto mediante cuatro tipos de niveles que podemos disfrutar inicialmente.

En primer lugar se encuentran los niveles regulares, los cuales consisten de dos secciones: la primera, en la cual hay que cargar una llave a la puerta correspondiente; la segunda, una sección en la cual debemos llegar al Mini Mario atrapado en una cápsula.

Por otro lado, al terminar los primeros niveles de cada mundo obtendremos acceso a la antesala del jefe: misiones de escolta en las cuales hay que llevar a todos los Minis que hemos rescatado a una caja de juguetes, esto para apoyarnos en el encuentro contra Donkey Kong en cada mundo. Aunque inicialmente son sencillas, las peleas contra Donkey Kong se vuelven cada vez más complicadas, requiriendo precisión y cuidado para poder obtener la mejor condecoración al final del encuentro.

Finalmente, y como una pequeña sorpresa, hay niveles de bonificación por azar que te permiten conseguir vidas extra tras perseguir una llave voladora, y que van acompañados de una de las mejores músicas de desafío que he oído nunca.

Cada mundo muestra nuevos elementos, desde cuerdas para trepar hasta rinocerontes; fantasmas y plataformas móviles, e incluso suelos resbaladizos y rayos láser. El juego original tenía 6 mundos, pero este remake añade 2 para convertirlo en el número tradicional de Mario, 8. Cada nivel permite obtener una estrella dorada, ya sea terminándolo y consiguiendo además tres regalos de colores, salvando a todos los Mini Marios o derrotando a Donkey Kong sin perder un solo punto de vida.

Al vencer a Donkey Kong por octava ocasión, los créditos del juego aparecen, y pareciera que la historia ha terminado. Sin embargo, estos créditos son solo el inicio de una experiencia más retadora.

Toma Donkey tu banana

Los juegos de plataformas y puzzles se benefician de la dificultad, por lo que los niveles Plus y Experto, así como los retos Contrarreloj, no son ninguna sorpresa y sí una necesidad para este juego.

Al terminar el juego inicial, se desbloquean 8 nuevos mundos, que albergan un tipo de nivel diferente: apodados Mundos Plus, son escenarios mucho más desafiantes que plantean un ideas más complejas y que nos dejarán pensando durante más tiempo que el juego inicial. El objetivo de estos niveles es llevar a un Mini Mario a través de ellos, ya que carga la llave para terminar cada nivel, todo mientras se obtienen los tres regalos de bonificación que te otorgan estrellas doradas.

Dichas estrellas doradas, cuando se obtienen en diferentes cantidades, desbloquean una modalidad aún más difícil, los niveles Experto.

Estos escenarios son realmente difíciles, y seguramente pondrán a prueba a los jugadores que busquen un verdadero desafío, ya que es un poco cierto que la experiencia general del juego comienza en el lado sencillo y solo alcanza una complejidad notable al acercarse al tercio final del primer conjunto de niveles.

No obstante, me sentí extremadamente satisfecho al llegar al final de ambas tandas de niveles, todo gracias al excelente trabajo realizado en este remake.

Reconstruyendo la experiencia

Los remakes son importantes en un sentido de conservación, pero seamos sinceros: también deben justificarse como productos nuevos. Afortunadamente, Mario vs. Donkey Kong me parece casi un juego nuevo, y lo digo por la forma en que se cambian algunos niveles, se añaden otros y se incluye un modo cooperativo.

Esta nueva modalidad permite que un segundo jugador controle a un Toad con los mismos movimientos que Mario, a la vez que añade un desafío extra a través de otra llave, recontextualizando así el juego para un solo jugador en una experiencia diferente.

También hay un nuevo modo Contrarreloj, que se desbloquea al superar el juego, y aunque me parece interesante añadir un elemento de competencia al juego, ya está presente en todo momento debido al límite de tiempo de cada nivel.

Antes de encender Mario vs. Donkey Kong por primera vez, esperaba un juego divertido, sí, pero me sorprendieron enormemente los ingeniosos retos de plataformas, la belleza de sus entornos y la forma en que moderniza un juego probablemente olvidado para un público nuevo y más amplio.

Si esta serie volviera con otro título, creo que encontró un fanático en mí: estaría más que encantado de ver nuevos retos para el fontanero más famoso del mundo.

Pros:

+Divertida jugabilidad

+Increíble estilo visual y música

+Contenido adicional retador

Contras:

-Modo contrarreloj sin incentivos adicionales