Lo ames o lo odies, FIFA es uno de los juegos más exitosos del mundo y la relación entre EA y el ente organizador de futbol mundial ha mantenido a esta franquicia en la cima del éxito por décadas. Sin embargo, tras la imposibilidad de llegar a un acuerdo, las compañías decidieron separarse, por lo que FIFA 23 será la última entrega de la historia. ¿Es este título digno de ser el FIFA final? Pues sí… pero también no.

El último partido

FIFA es una franquicia que siempre ha presentado mejoras incrementales. Considerando que el título sale cada año, es ilógico pensar que EA hará cambios sustanciales en la jugabilidad, pues eso afectaría negativamente la experincia de los jugadores veteranos, que tendrían que aprender a jugar nuevamente cada año. En FIFA 23 la historia es la misma: sí, se refinó el gameplay en varios aspectos, pero a grandes rasgos, seguirás jugando de manera muy similar a como lo has hecho en años pasados. No esperes grandes sorpresas, pero sí detalles positivos.

En primer lugar, EA incluyó su tecnología HyperMotion2, que básicamente es una manera elegante para definir su sistema de movimiento y colisión, que ahora mejoró respecto al de FIFA 22. Según la compañía, se utilizó tecnología de captura de movimiento para analizar cientos de partidos y sesiones de entrenamiento, que después se combina con inteligencia artificial para crear una experiencia lo más fiel posible a la vida real. Así, en FIFA 23, los movimientos de los jugadores se sienten más naturales, las colisiones más reales y en general hay un sentimiento de autenticidad mayor que en la entrega pasada.

Otro cambio importante es que ahora la inteligencia artificial es más, valga la redundancia, inteligente, sobre todo en el aspecto defensivo. Así, ahora los defensas pueden utilizar mejor el cuerpo y la presión continua para no dejar respirar a los atacantes tan fácilmente. Lo que causa este cambio es que ahora el ritmo de juego es un poco más lento: echar a correr a un extremo veloz y querer filtrarle un pase ya no es siempre la solución, pues más veces que no, perderás el balón o quedarás en fuera de juego.

También, los tiros de esquina, tiros libres y penaltis fueron cambiados, para que ahora sea más fácil ejecutarlos o ponerle efecto al balón. El último gran cambio de jugabilidad es una adición muy curiosa, pero muy divertida. FIFA siempre ha intentado ser un juego realista de simulación, sin embargo en esta entrega se añadió un nuevo tiro de poder que parece sacado de Super Campeones. Al presionar L1+R1, el jugador en cuestión agarra bastante vuelo y la cámara hace un poco de zoom, y se hace un disparo muy poderoso que probablemente acabe en las redes. No obstante, la animación de carga de este tiro tarda mucho tiempo y te deja expuesto, por lo que decidir usarlo es una situación de riesgo/recompensa muy interesante.

En resumen: la jugabilidad de FIFA 23 es la mejor y más realista hasta la fecha, pero es apenas una mejora incremental respecto a FIFA 22.

¡Bienvenido, entrenador Lasso!

Dejando de lado la jugabilidad, ¿qué otros cambios hay en FIFA 23? En cuanto a plantillas, bastante, de hecho. Primero que nada, por primera vez se añadieron ligas femeniles: Inglaterra y Francia, así que ya no estás limitado a utilizar equipos internacionales de chicas, e incluso ya puedes realizar diferentes tipos de torneos con todos esos equipos. Lamentablemente, estos planteles no pueden utilizarse en los modos más robustos del juego, como Ultimate Team, Volta o Pro Clubs.

Una grata sorpresa es una muy curiosa colaboración con Apple, ya que también está disponible el AFC Richmond, equipo ficticio de la serie Ted Lasso, cuyo director técnico homónimo también aparece en el juego. Así que sí, vas a poder jugar amistosos, torneos o hasta carreras completas y golear a tus enemigos con jugadores de la talla de Jamie Tartt, Dani Rojas y Roy Kent, jugando de local en el estadio Nelson Road.

No obstante, no todo es miel sobre hojuelas en cuanto a nuevos equipos: por primera vez desde hace varios lustros, la Liga Mexicana no está disponible en FIFA 23, lo cual representa un durísimo golpe para el público de México. Sí, la selección y algunos jugadores extra siguen siendo elegibles, pero olvídate de jugar un América-Chivas en el Estadio Azteca. Tal vez la culpa aquí sea más de los directivos mexicanos que de EA, pero de cualquier manera es inexplicable para un aficionado de hueso colorado.

Rey de copas

En cuanto a modos de juego, las adiciones son algo decepcionantes, pues es aquí donde EA podía lucirse y despedir a FIFA con una explosión. Sí, hay mejoras, cosas nuevas y cambios de calidad de vida, pero nada verdaderamente extravagante.

La adición más interesante de la carrera se llama Momentos Destacados, que te permite simular automáticamente la mayor parte del partido, pero con la ventaja de que puedes tomar el control de tu equipo justamente en los momentos clave, tanto ofensiva como defensivamente: una corrida, un contragolpe, un mano a mano o un penalti. Así, puedes enfocarte en la gestión de tu equipo solo en los encuentros importantes, y para los menos interesantes no lo vas a dejar a la suerte, sino que solo te ocuparás cuando realmente puedas hacer una diferencia.

Por otra parte, por primera vez puedes tomar el control de directores técnicos de verdad, para que tú te veas en las laterales del campo cuando haya algún cambio de cámara importante. Esto queda particularmente bien con las conferencias de prensa y entrevistas, aunque lamentablemente la falta de voz perjudica un poco la inmersión.

Hablando de la inmersión, hay muchas escenas cinemáticas nuevas para cada momento: antes del partido, jugadores clave, después del partido, celebrar un título, cerrar un fichaje y más. Así, la experiencia se asemeja mucho más a lo que estamos acostumbrados a ver en la televisión. Eventualmente las escenas se pueden tornar repetitivas, pero me parece que es mejor eso a no tener nada en absoluto.

En cuanto a carrera de un jugador, la gran adición es un sistema de personalidad, que depende de tu comportamiento tanto dentro como fuera de la cancha. Dentro del partido puedes ser egoísta y alzarte con la gloria, o ser un jugador de equipo y siempre realizar el pase correcto. Asimismo, fuera del partido puedes «realizar» actividades como comprar un traje de marca o visitar a un compañero en el hospital, lo que determina tu forma de ser. Por cierto, realizar va entre comillas porque esas actividades solo es texto, así que no esperes escenas animadas ni nada por el estilo. En fin, a medida que se forme tu personalidad, irás obteniendo puntos que mejorarán diferentes cualidades y estadísticas dentro del campo. Básicamente, el sistema de personalidad es un pseudosistema RPG, que si bien es bastante escueto, es un buen inicio para darle más magia a este modo que ya se está sintiendo algo estancado.

Este año, FIFA 23 tomó un enfoque diferente con los modos Volta y Pro Clubs, pues ahora están ligados a través de tu jugador creado. Volta tiene su sistema de progresión estilo pase de batalla con cosméticos y uniformes, así como los puntos de habilidad para mejorar a tu personaje, y ese mismo personaje es el que usas en Pro Clubs. Es una combinación extraña, pero funciona y eventualmente se siente hasta lógica.

Por último, no podíamos evitar mencionar a Ultimate Team la joya de la corona de la franquicia. En FIFA 23, este modo se mantiene muy parecido, pues su objetivo sigue siendo volverte adicto a sus diferentes actividades, tipos de partidos y, por supuesto, esos golpes de dopamina al abrir sobres y conseguir jugadores.

En cuanto a cambios, el más positivo es una renovación total de la química de equipo: las líneas directas ya no existen, así que ya no te verás tan penalizado cuando algún jugador en particular no tiene tanto en común con uno inmediatamente contiguo. Sí sigue importando la nacionalidad, posición y liga de la plantilla, pero de una manera diferente que te invita a probar combinaciones más aventureras que un simple «mejores jugadores de la liga de x país». Obviamente habrá que aprender bien cómo funciona el nuevo sistema, pero creo que en general es un cambio positivo.

La gran adición este año es un submodo llamado Momentos, que te permite recrear momentos importantes de la historia del futbol y cumplir objetivos en un tiempo límite, con la intención de, efectivamente, recrear ese momento. La recompensa son estrellas, que después puedes cambiar por diferentes sobres. Por el momento la selección de Momentos es pequeña, pero hay mucho espacio para que, en el futuro, EA se ponga creativo y recree algunos de los partidos más legendarios de la historia.

Hay que decirlo: está bien que EA agregue cada vez más maneras de ganar puntos o estrellas y permitir que los jugadores consigan sobres de manera gratuita. Sin embargo, el esquema de monetización en Ultimate Team es quizá el más el más escandaloso que hay para un juego pay-to-win en consola: si quieres ser competitivo en este modo, o abres la cartera o entregas tu alma y con ella incontables horas de tu vida. Y eso nunca estará bien.

Minuto 90

Y así es como llega FIFA 23, el último FIFA de la historia. Me gustaría decir que se va con una gran explosión y que será un título recordado como leyenda. No obstante, la realidad es que continúa el mismo camino que han seguido sus antecesores por años: sí, es el mejor simulador de futbol del mundo, y sí, tiene bastantes añadidos en todos los aspectos, desde jugabilidad hasta modos, que mejoran la experiencia un tanto. Sin embargo, no es una evolución notable ni llamativa en ningún sentido.

FIFA 23 era la oportunidad perfecta para que EA goleara a la FIFA y le mostrara al organismo por qué tenía que haberse quedado con la desarrolladora. Pero en lugar de eso, el encuentro final entre estas 2 compañías terminó con un intrascendente 0-0.

Pros:

+ Refinaciones en la jugabilidad mejoran el ritmo de los partidos

+ Agregados interesantes en todos los modos de juego

+ Sigue siendo un excelente simulador de futbol

Contras:

– No hay Liga Mexicana

– No hay nada particularmente llamativo en esta edición

– Ultimate Team sigue teniendo un sistema de monetización voraz

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