Aunque Middle-Earth: Shadow of Mordor fue uno de los videojuegos más aclamados del año pasado, los responsables del título, Monolith, declararon a Gamasutra que debieron recortar material de su obra, ya que originalmente se planteaba una aventura mucho más sofisticada.

 

Michael de Plater, miembro del estudio, declaró lo siguiente:

 

Durante la pre-producción no medimos bien nuestra capacidad de producción. Esto nos llevó al problema de que nos pasamos de ambiciosos, lo que requirió de grandes y dolorosos recortes cuando empezamos a hacernos una idea de lo que podíamos y no podíamos conseguir en realidad.

 

Esto creó una doble vía de dolor. Primero porque se perdía mucho trabajo en las cosas que tuvimos que eliminar. Segundo porque creamos significativas cantidades de nuevo trabajo para reemplazar el recorte de cosas… Incluyendo algunas grandes áreas salvajes y bestias épicas.