En 2014 tuvimos una nueva versión americana sobre el legendario monstruo japonés llamado Godzilla… el reboot terminó por decepcionarnos en varios momentos, pero su secuela finalmente logra dar en el clavo con algunos puntos clave de kaiju que incluso nos permiten perdonar sus errores. 

Texto: Alejandro Ovando

Han pasado 5 años de la primera aparición de Godzilla en San Francisco, el mundo entero está consciente sobre la existencia de estos monstruos -ahora llamados titanes- dejando atrás la idea de los mitos y leyendas a su alrededor. En este lapso de tiempo los gobiernos del mundo comenzaron a buscar la forma de controlar o eliminar a estos titanes del planeta, pues desde el debut de Godzilla múltiples monstruos han resurgido como una amenaza mucho más letal que el propio Gojira.

Lo anterior provocó la «creación» de una empresa conocida como Monarch, encargada de estudiar lo mejor posible a estas gigantescas criaturas… lamentablemente su trabajo los ha llevado a ver a los monstruos como dioses que reclaman su lugar en un planeta infestado por humanos en vez de una amenaza que únicamente quiere extinguir a la raza humana por diversión. Es así como Madison Russell (Millie Bobby Brown) e Ishiro Serizawa (Ken Watanabe) aprovechan su lugar en Monarch para encabezar la relación entre humanos y titanes.

Claro que lo verdaderamente importante sucede cuando la alerta por un nuevo titán se hace presente y no solo eso, pues esta amenaza tiene varios asuntos pendientes que tratar con Godzilla. Ghidorah, una de las legendarias criaturas de Toho, es el encargado de «actuar» como antagonista de nuestro querido kaiju. Y por si la aparición de un nuevo titán no fuera suficiente, los espectadores tenemos que sumergirnos a un par de conflictos más como la reacción del gobierno ante la lucha de titanes y la relación de los padres de Madison.

Si llegaste emocionado por toda la publicidad alrededor de la película y la promesa de una lucha de proporciones épicas protagonizada por los monstruos más legendarios de la cultura pop, te podemos asegurar que Godzilla 2 no decepciona. Pero te advertimos que la película repite los errores de su primera parte. Muchas veces la película decide dejar a medias alguna de las tramas humanas para centrarse en el monstruo gigante y luego se olvida de los titanes para regresar con los problemas de los humanos.

Por fortuna las subtramas de Monarch y Madison no son malas, pero tampoco llega a ser algo más interesante que la pelea entre Godzilla y Ghidorah. Es aburrido ver cómo los humanos solo están hablando y hablando sobre los titanes y la superioridad de Godzilla, y aunque las conversaciones puedan aportar algo al desarrollo de la película, los personajes no logran conectar con la audiencia y cuando empiezas a sentir algo por alguno de ellos parece que ya es demasiado tarde. Es claro el intento de emular / homenajear las conversaciones de los clásicos de Toho, pero el resultado está muy lejos de algo funcional como en Kong: Skull Island.

Por otro lado, los personajes titanes brillan con luz propia en cada secuencia de acción. Sin lugar a dudas, el diseño que tienen es genial y consigue ser algo impactante para el público. Desde Ghidorah con sus tres cabezas «súper realistas», hasta Mothra que luce fantástico y poderoso desde el primer segundo que aparece en pantalla. Godzilla 2 logra dar fuerza a este mundo de monstruos en donde cada criatura luce un diseño diferente sin ser solamente un animal gigante que vuela y lanza fuego; hay cuatro grandes protagonistas en toda la cinta, pero es claro que la intención del proyecto busca dar fuerza a otros titanes con tan solo unos segundos a cuadro.

Los personajes clásicos que vemos en la cinta mantienen su esencia y estilo, no son adaptaciones simples que están ahí para sacar dinero con la venta de los juguetes, están ahí porque son necesarios… mientras que los personajes humanos seguramente se te van a olvidar cuando salgas del cine. Si bien no encontró el balance entre humanos y titanes tampoco tenemos a uno de los lados opacando por completo al otro, lo que nos deja con un buen aprendizaje de la primera parte.

Otra cosa que no podemos dejar de mencionar son los escenarios. Tenemos los increíbles enfrentamientos entre Godzilla y  Ghidorah, pero siempre que van a pelar es de noche, está nublado, está lloviendo o están pasando las tres cosas al mismo tiempo. En este ambiente oscuro puede suceder que no te das cuenta quién lanzó el último golpe o que parte del gigantesco Godzilla estás viendo, y es que a diferencia de Kong, cuyas peleas eran a plena luz del día, aquí el escenario no parece ser el ideal. No quiere decir que todo deba estar soleado y con un arcoíris de fondo, pero la oscuridad no le ayuda a los kaijus… mucho menos cuando la acción también se interrumpe por culpa de Millie Bobby Brown.

Godzilla II: King of the Monsters es una película muy superior a su predecesora. Los personajes son simpáticos del lado de humanos y del lado de monstruos nos encontramos ante algo sublime. ¿Logra preparar el camino de cara al crossover entre Godzilla y Kong? Sí, claramente han logrado superar las películas anteriores y aunque no es perfecta tampoco nos encontramos ante algo que olvidaras en una semana. Queda claro que la franquicia funciona y el universo de los kaijus será todo un evento a seguir en los próximos años.