Después de varios meses en los que GearBox, 3D Realms e Interceptor Entertainment se vieron sumergidos en un problema legal con el propósito de hacerse con los derechos sobre la marca Duke Nukem, finalmente ha sido la responsable de títulos como Borderands y Brothers in Arms quien ha conseguido salir victoriosa.

 

El problema surgió cuando 3D Realms vendió los derechos de Duke Nukem a GearBox para que ésta culminara el desarrollo de Duke Nukem Forever. Tras el lanzamiento del título, 3D Realms fue comprada por Interceptor Entertainment, presentando poco tiempo después la nueva entrega de la franquicia; Duke Nukem: Mass Destruction. Ante ello, GearBox tomó la decisión de demandar por el uso indebido del nombre y el proyecto pasó a llamarse Bombshell.

 

Mike Nielsen, ejecutivo y representante de 3D Realms, declaró lo siguiente, asegurando que los malentendidos entre todas las partes han sido resueltos:

 

Un solo hogar para la IP es lo mejor, y como fans de Duke estamos emocionados de ver qué prepara GearBox para el Rey. Nunca quisimos causar ningún daño a GearBox o a Duke.