Hace unos días Microsoft confirmaba la cancelación de Scalebound. Así, pues, el proyecto conjunto de la compañía norteamericana con Platinum Games llegaba a su fin. Siempre que se da una cancelación es un asunto complicado y delicado, sobretodo si consideramos que nunca se hacen públicos todos los detalles relacionados al tema, pero en este caso en particular no queda claro quién es el gran perdedor. ¿Microsoft al cancelar un proyecto al que le habían dedicado tanto tiempo y recursos? ¿Platinum Games que ha entrado en una preocupante mala racha en el último año? o ¿los jugadores al no podrán disfrutar de una obra que prometía mucho?

Vamos por partes, si bien es cierto que Microsoft perdió un exclusivo de peso, también hay que decir que la compañía no va a atentar contra sus propios intereses. El juego, quiero suponer, fue cancelado por no cumplir las expectativas luego de un desarrollo tan largo. En el E3 2014, cuando se anunció Scalebound, parecía un movimiento brillante. Una empresa americana carente de juegos japoneses anunciaba un proyecto en conjunto con un estudio nipón que venía de maravillar al mundo con sus anteriores trabajos, es decir Platinum Games. Y además, el título estaría bajo la dirección del gran Hideki Kamiya. Todo daba la impresión de ser el inicio de algo que dejaría como resultado una obra memorable.

El juego no convencía mucho al principio, pero conforme se mostraban más cosas se empezaba a ver la calidad que iba a tener. Visto por última vez en la Gamescom 2016 y, según los rumores, a partir de ahí empezaron los problemas en el desarrollo que llevaron a su posterior cancelación. El rumbo que ha tomado la actual generación ha llevado a Microsoft a tomar un camino que quizás no estaba planeado en un principio y perder un título exclusivo supone un duro golpe, especialmente si consideramos que ya había perdido a Fable Legends y a Project Spark, pero lo más complicado es la imagen de la compañía que se genera de cara a los consumidores. Ya había recibido más críticas de las pensadas con su programa Xbox Play Anywhere, pero ahora a eso se añade el tema de Phantom Dust, el cierre de estudios y la cancelación de proyectos. Sin embargo, durante el E3 de 2016 se anunció Project Scorpio, la nueva consola de la empresa que llegaría al mercado en 2017 y con ella una oportunidad de enmendar errores y mejorar la imagen. No todo es tan malo para Microsoft, puesto que una nueva plataforma es un nuevo comienzo y una nueva ocasión para hacer las cosas de forma que les asegure el éxito. Scalebound, aunque fue una terrible noticia, el panorama de Microsoft luce esperanzador.

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Por su parte, Platinum Games lleva una racha bastante mala. Entre los encargos de Activision, la imposición del uso del gamepad para Star Fox Zero y ahora la cancelación de Scalebound, las cosas no lucen bien para el popular estudio. El juego era su proyecto principal, prueba de ello es que Kamiya estaba al mando. El futuro del estudio no se ve muy claro, o muy prometedor, aunque NieR: Automata se ve muy bien, no se sabe que hay más allá de eso para ellos. Una compañía que nos había conquistado a todos en base a juegos de alta calidad ahora vive un momento en donde sus últimos trabajos han sido un encargo de Nintendo, que no salió del todo bien gracias al control; un encargo de Activision, que salió terriblemente mal, y un encargo de Microsoft, que acabó siendo cancelado. Platinum Games desde el principio se caracterizó por ser un estudio que trabajaba para compañías más grandes, pero a pesar de esto sus títulos tenían carisma y eran muy buenos. Ahora da la sensación que lo hacen sólo por cumplir el contrato y suponiendo que Scalebound haya sido cancelado por no alcanzar las expectativas, la incertidumbre sobre el futuro de la compañía crece aún más.

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Nosotros como jugadores nos perdimos de un juego que quizás fuese una obra maestra, pero realmente ahora vivimos en una época increíble en donde hay muchos juegos muy buenos. Perdimos éste pero hay muchos más en el horizonte. El corto, mediano y largo plazo están llenos de obras muy interesantes que prometen mucho. Es una pena no poder disfrutar de Scalebound, pero seguro que hay muchos otros juegos con los que cubrir ese espacio. Quizá lo más doloroso de todo es que estaremos más tiempo sin tener algo nuevo de Kamiya, pero incluso eso eventualmente llegará… espero.

La cancelación de Scalebound, lamentablemente, deja a Platinum Games como gran perdedor. Su apuesta más fuerte, su proyecto más grande, el nuevo juego de Kamiya, todo eso tuvo que ser cancelado y con el pasado reciente del estudio ya empieza a ser preocupante el estado en el que se encuentra y su futuro. La comunidad siente más preocupación por lo que va a hacer la desarrolladora que por lo que haga Microsoft. Más allá de preocupaciones, la imagen y la percepción del público sobre ambas empresas deja peor parados a los creadores de Bayonetta. Ojalá que NieR: Automata revierta la situación y devuelva al estudio al sitio en el que merece estar, por ahora solo podemos esperar que sean capaces de revertir el rumbo y traernos nuevos proyectos con la calidad y carisma que siempre los ha caracterizado.