Dying Light: The Beast ha dejado claro que no es un juego para estómagos sensibles. Su nuevo tráiler, titulado “Sangre y Vísceras”, es una explosión de violencia gráfica que advierte desde el primer segundo: lo que verás es tan impactante como visceral. El video muestra decapitaciones, desmembramientos, tajos precisos y un catálogo de remates tan brutal como creativo.
La nueva entrega de la saga busca ser la más salvaje hasta la fecha. Según Tymon Smektała, director de la franquicia, se ha intensificado el horror corporal para hacer que cada combate transmita una desesperación cruda y real. La narrativa se alimenta del morbo visual, con heridas tan detalladas que parecen sacadas de una pesadilla. La brutalidad no solo está al servicio del espectáculo, sino que también potencia la inmersión y el horror psicológico.
A nivel técnico, el juego se apoya en una profunda renovación del motor gráfico de Techland. El sistema de daño ha sido completamente mejorado con más puntos vulnerables en los enemigos y mayor precisión en los golpes del jugador. Ahora es posible cortar extremidades en múltiples puntos, creando enfrentamientos únicos y sangrientos. Los remates, casi triplicados en cantidad, prometen cerrar cada pelea con un toque final demoledor.
La dedicación al realismo sangriento también se extiende al apartado visual. El equipo artístico estudió a fondo cómo representar heridas realistas para cada tipo de cuerpo. Incluso realizaron pruebas con sangre falsa en actores reales para capturar el efecto exacto de las salpicaduras. El resultado: una representación hiperrealista del gore que, según sus creadores, no se había visto antes en la saga.
Dying Light: The Beast llegará el 19 de septiembre de 2025 para PC, PS5, PS5 Pro y Xbox Series X|S, y promete redefinir el estándar de brutalidad en los videojuegos de supervivencia.
