¿Por qué hacer una secuela de Prometheus cuando necesitamos una verdadera Alien 3?

En 2012 Ridley Scott regresó a la silla del director de la que posiblemente es su segunda película más importante (la primera es Blade Runner), para contarnos el origen del organismo perfecto. Lamentablemente Prometheus fue confusa, desperdició un cast increíble y ni siquiera fue capaz de dejar en claro el origen del Xenomorfo. Cinco años después nos encontramos ante la secuela de dicha cinta, con más confusión y más actores desperdiciados.

Luego de una explosión espacial y tras perder al capitán de la nave, una nueva y poco virtuosa tripulación de colonizadores llega por azares del destino al planeta de los ingenieros. Nuestros héroes ceden ante el miedo de volver a la cámara de criogenización para dejar que su “intuición de exploradores” tire a la basura años de investigación y de paso poner en peligro a los humanos que pagaron su viaje espacial para encontrar un mejor lugar para vivir.

¿Entonces todo sale mal? Sí, desde la exploración hasta el ya pisoteado legado de Alien. Lo que terminamos encontrando en Covenant es, ahora sí, el origen de la bestia que vimos aterrorizar la Nostromo en 1979, pero con demasiada historia, biología y pocos personajes que de verdad nos importen. Y lo peor es que habrá una secuela de esto y no una quinta parte de Alien… aunque la cuatro sea la peor de todas.

ac2

Resulta que David (Michael Fassbender), el androide de Prometheus, terminó siendo el único sobreviviente de la nave homónima, lo que convenientemente resulta como el único respiro que tienen Daniels (Katherine Waterston) luego de llegar al planeta y provocar que una nueva especie surja de las entrañas de su tripulación. Lamentablemente no todo lo que ocurre a sus compañeros es un accidente, y deberá buscar la forma de regresar a los planes originales antes de perderlo todo.

Lo anterior es lo único que vamos a mencionar respecto a la historia, pues podríamos caer en algunos spoilers debido a lo enredado de la trama. ¿No hay nada rescatable en Covenant? La actuación de Fassbender es la más fuerte de toda la cinta, además de ser la que da sentido a la mayoría de los acontecimientos. Por otro lado, el resto del cast tiene una participación apenas anecdótica, con muertes que parecen dar igual y que solo sirven como hilo conductor para que el alien aparezca.

Las secuencias de acción, aunque interesantes y emocionantes, nos dejan con una sensación de incertidumbre. Nuestros héroes se deshacen de dos criaturas perfectas en menos de 30 minutos, cuando la primera película solo tiene una de estas bestias y las consecuencias son mucho más importantes. Por otro lado, mientras todo se da directamente tras los acontecimientos de Prometheus, su conexión con el resto de la saga es apenas «entendible», pues no existe ninguna conexión evidente.

ac1

Para los que ignoren la reseña y vayan al cine les dejo un par de recomendaciones: échenle un ojo a Prometheus para refrescar algunas cosas de la primera parte; vean los prólogos llamados «Ultima Cena» y «El Cruce«; vean con cariño a la secuela de Covenant, estrenada en 1979 y que puede verse un poco vieja hoy; y sí, Alien vs. Predator es parte del canon, lo digo porque he escuchado esa pregunta varias veces.

¿Era necesario crear un origen tan elaborado a una bestia que simplemente podría venir de un planea donde hay muchos como él? Respetamos las ideas alrededor de la obra de Ridley Scott, pero no por ello quedamos cegados ante lo aburrido y enredado que resultó este nuevo capítulo en la saga. Mejor vayan a jugar Alien: Isolation y sean felices con un Xenomorfo oculto en una enorme nave espacial.

alien-covenant-cal