Los videojuegos en los que el destino de sus protagonistas está a merced de las decisiones que tome el jugador a lo largo de la historia comienzan a ser tendencia en la industria, teniendo a estudios como Telltale Games y, recientemente, Dontnod Entertainment, como notables ejemplos de dicha constancia. En ésta ocasión toca el turno de Supermassive Games, quienes, utilizando las posibilidades que ofrece PlayStation 4, nos entrega su primera gran súper producción.

 
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El resultado es Until Dawn. Un título que rinde homenaje a las clásicas  y brutales películas de terror con protagonistas adolescentes, el cual combina los mejores elementos vistos en obras de Quantic Dream y la franquicia Fatal Frame, para trasladarnos a un siniestro escenario donde nos enfrentaremos a nuestros peores temores mientras luchamos por sobrevivir.

 

Erase una vez, en una noche fría y oscura…

¿Alguna vez escucharon el concepto de El Efecto Mariposa? Dicha teoría podría explicarse sencillamente de la siguiente manera: De alterarse un ciclo natural, aunque sea de la forma más mínima posible, ello desencadenará un incontable número de consecuencias que podría llevar a la consumación de un acontecimiento de mucho mayores proporciones en comparación a la alteración inicial. El aleteo de una mariposa podría causar un tornado en alguna parte del mundo, reza la idea expuesta.

 

Tomando dicha teoría como premisa, Supermassive Games nos transporta al mundo de Until Dawn. Todo comienza en una noche de tormenta de nieve, en una lujosa cabaña, muy alejada del mundo exterior e individuos, rodeada únicamente por montañas y altos árboles. Aquí se está llevando a cabo una reunión de diez buenos amigos, abundando el alcohol y las bromas. Sin embargo, no tarda mucho en que las cosas se salgan de control y dos de las chicas del grupo, siendo ambas hermanas, desaparezcan bajo extrañas circunstancias entre la densa nieve y la soledad de la noche.

 

Como se esperaría, se llevan a cabo averiguaciones pero el paradero de las hermanas continúa siendo un misterio. Se cumple un año de aquellos desafortunados acontecimientos y los ocho amigos restantes deciden regresar a la cabaña con la excusa de tomarse un descanso del aparente complicado curso escolar y para demostrarse a sí mismos que lo ocurrido doce meses atrás lo han superado. Y como si un maligno Dios estuviera esperando el momento adecuado, a nuestros protagonistas les esperará una noche de pesadilla en donde dicho sitio se transformará en una sucursal del infierno.

 

Si leyeron el planteamiento del argumento perteneciente a Until Dawn, seguramente les habrá venido a la mente escenas de películas como Nightmare on Elm Street, Friday the 13th y Final Destination, y con justa razón. La obra de Supermassive Games carece de una presentación original, muchos de los elementos narrativos aquí encontrados ya han sido vistos en películas, series y libros pertenecientes a la rama del terror. Todo está aquí: La cabaña lejos del alcance de ayuda, el grupo de jóvenes amigos, sanguinarias muertes, sexo, amor, alcohol, etc. Sin embargo, lo que hace brillar al título es que él mismo no pretende ofrecer un aire nuevo al género, al contrario, busca retomar aquello que hicieron grandes a dichas producciones para convertir al juego en una auténtica pieza que transmita miedo y tensión ante un solitario escenario donde se cierne una espeluznante amenaza.

 

Sumado a ello, el mayor triunfo de Supermassive Games con Until Dawn es toda la capacidad que tiene el usuario de ser el director, guionista y omnipotente Dios en cuanto a decidir el rumbo que tomará la historia a lo largo de los capítulos. Está en nuestro poder elegir qué personaje debe redimirse y quién castigado. El argumento tiene tantas variaciones según nuestro criterio que el juego posee un altísimo nivel de rejugabilidad, desbloquear todos los finales y descubrir cada uno de los secretos que esconde la propia aventura y sus protagonistas nos garantizará decenas de horas de espanto que con gusto aceptaremos. Extrañamente, los responsables del título no ofrecieron la capacidad de almacenar más de una partida, por lo que será imposible rebobinar el tiempo una vez tomada una elección, y de hacerlo, tendrás que comenzar la aventura desde el principio.

 

Cabe señalar que, tal como mencionábamos algunas líneas antes, la historia de Until Dawn progresa como si se tratara de una serie de televisión. En cada uno de ellos deberemos controlar a algunos de nuestros ocho desafortunados personajes y que con el pasar de los diálogos se irá moldeando la aventura. Un punto notable de éste apartado, es que entre cada capítulo, además de contar con un repaso de lo ocurrido en la sesión anterior, nos veremos inmersos en una habitación junto a un psicólogo, quien cuestionará al usuario, sí, rompiendo con la cuarta pared, acerca de nuestros temores, fobias y sentir hacia diversas situaciones. Habrá que responder con tanta sinceridad como sea posible, al menos en nuestra primera vuelta, ya que la interacción entre el usuario y el programa resulta en una experiencia fascinante en el que el subconsciente del primero es primordial para los eventos que contemplaremos a lo largo del capítulo. Desgraciadamente, aunque ésta mecánica es sumamente interesante y que en primera instancia podría ofrecer toda una bandeja de posibilidades, en ciertos momentos las preguntas con las que se aborda al jugador son tan directas o, mejor dicho, evidentes, que uno puede fácilmente deducir su verdadero propósito y por ende, su impacto en la obra, restándole puntos al factor sorpresa cuando individuos, entornos y eventos se materializan en la aventura cuando previamente se habían sugerido.

 

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Vivir sufriendo o morir lento

En cuanto al sistema jugable que presenta Until Dawn, al igual que con su argumento, apenas y presenta añadidos que podrían ser considerados innovadores, pero de igual forma el estudio sale adelante al recoger mecánicas extraídos de otros títulos para conseguir una experiencia disfrutable de jugar que te mantenga frente al televisor durante horas.

 

Primero que nada, la mayor parte del título se contará a través de cinemáticas en las que rara vez deberemos interactuar salvo algún quick time event o cierto momento en el que será necesaria nuestra intervención para tomar una decisión para que la conversación y acciones sigan su curso, la forma en la que el jugador participa en éstas secuencias recuerda mucho a lo ofrecido por títulos como Heavy Rain y Beyond: Two Souls, ambos obras de Quantic Dream. Por otro lado, el desplazamiento regularmente se hace a través de estrechas locaciones siendo únicamente pasillos y corredores los lugares más comunes donde deberemos ir de un sitio a otro, teniendo únicamente desde una lámpara o un encendedor nuestras únicas herramientas para iluminar el camino que tenemos frente a nosotros. Sí, una fórmula que ya habíamos experimentado con anterioridad en Fatal Frame y sus secuelas tanto en PlayStation 2 como en Wii U. Finalmente, mientras nos desplazamos a través de los escenarios encontraremos objetos de interés, los cuales podremos inspeccionar simplemente presionando un botón, ello nos dará detalles sobre la historia que nos ayudarán a comprender el mundo que nos rodea y sus antecedentes, con el propósito de utilizarlos a nuestro favor e incrementar las posibilidades de supervivencia de nuestros ocho protagonistas, éstos elementos pueden ir desde recortes de periódico hasta pinturas. Añadido a ello, esparcidos por el mundo habrán tótems, los cuales deberemos inspeccionar, al puro estilo del juego de Rockstar Games L.A. Noire, y que al recoger nos mostrarán un futuro posible, el cual puede ser afortunado o fatídico, hacer que se cumpla o no la predicción aquí mostrada dependerá exclusivamente de nuestras decisiones.

 

Si bien es cierto que se heredan elementos jugables de otras propuestas, Supermassive Games ha sabido como equilibrar cada una de ellas para ofrecer a cantidad exacta de secuencias narrativas y momentos de exploración, ya que será fundamental descifrar la gran mayoría de los misterios del título para tener un mejor margen de maniobra a la hora de determinar el camino a seguir para cada uno de los personajes.

 

Hablando de los protagonistas, un apartado que sin duda sobresale como el más original dentro de Until Dawn es una sección donde se puede apreciar estadísticas que definen la personalidad de cada miembro del grupo y su relación con los demás. Por ejemplo, al iniciar nuestra aventura, se nos presentará a cada uno de los ocho amigos con su nombre y su rasgo principal, de nueva cuenta, llamándose cliché o tributo, tenemos a la aventurera, al inteligente, al chistoso, a la lasciva, al deportista, al noble, la metódica y, por supuesto, al sospechoso. Pero la cuestión aquí es que a través de nuestras acciones podremos incrementar o disminuir atributos en cada uno de ellos como la valentía, romance, sensatez, etc., los cuales, según vayamos desarrollando, dependerá el tipo de acción que podremos realizar en un determinado momento. De nueva cuenta, la baraja de posibilidades que el juego puede ofrecer en cuanto a sus variaciones es lo suficientemente atractiva para reiniciar el aterrador relato en más de una ocasión.

 

Otro elemento de gran importancia durante nuestra aventura serán los bautizados como “Efecto Mariposa”, ya que, a pesar de que el título está lleno de decisiones, habrán momentos puntuales en los que, al aparecer dicha leyenda, sabremos que el destino de uno o varios de los personajes ha sido sentenciado. Lo rescatable de éste punto es que dichas decisiones, aparecerán en más de una ocasión por capítulo, por lo que no sólo será una, sino muchas las acciones que determinarán el rumbo de la historia, haciendo que en todo momento el jugador se sienta involucrado e interesado con los personajes y su desarrollo.

 

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Terror hasta el amanecer

Con tantas referencias cinematográficas, era obvio suponer que Supermassive Games necesitaba un avanzado acabado gráfico para transmitir el sufrimiento y miedo de sus protagonistas, y el estudio con sede en Inglaterra ha hecho un trabajo impresionante principalmente en el moldeado de rostros y expresiones.

 

No cabe duda que Until Dawn se convierte en uno de los mejores ejemplos sobre cómo conseguir animaciones realistas, creíbles y naturales. La captura de movimiento de los actores para su contraparte virtual ha sido más una característica fundamental para dotar al juego de personalidad y esencia, que como un simple capricho para explotar “porque sí” el potente hardware que ofrece el PlayStation 4.

 

Los cuerpos, vestimenta y rostros se ven formidables, tal como mencionábamos. Sin embargo, no corre con la misma suerte otros aspectos como los escenarios y las criaturas que encontraremos más adelante durante nuestra aventura. Los paisajes tienen una pinta exquisita, pero hay ciertos ambientes en interiores que parecen tener una textura demasiado plana y fría, pero aun cuando dicha irregularidad existe, es fácil perdonarlo ya que el título en general presenta un desempeño gráfico muy por encima de la gran mayoría de los títulos que podemos encontrar hoy en día en el mercado, además de que presenta gran variedad en cuanto a los objetos que presentan cada una de las locaciones que visitaremos.

 

En ciertos momentos la cámara puede adoptar cambios de tomas repentinos que generan confusión a la hora de ir de un punto a otro a través del mapa, pero en términos generales funciona de forma correcta para tener una vista panorámica del escenario y de los objetos con los que podemos interactuar.  Habría sido todo un lujo haber contado con una perspectiva más en tercera persona y tener completa libertad de manipular la toma, aunque de ésta manera podríamos perdernos de varias zonas explorables y de varios sustos.

 

Sobre las bondades sonoras del juego, aunque el título no presenta muchas melodías precisamente memorables como otras propuestas del género, sí que hace una labor soberbia en cuanto a los sonidos ambientales que podemos hallar tanto en interiores como exteriores. Rápidamente el vernos envueltos en lugares oscuros y en soledad, mientras escuchamos los pasos de algo acercarse, genera un ambiente tan emocionante como aterrador para aquel que tenga la oportunidad de experimentar el título de Supermassive Games. Jugarlo solo y de noche transmite las placenteras y tétricas sensaciones que en su momento hicieron las clásicas entregas de Silent Hill y Resident Evil.

 

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En términos generales, Until Dawn es un viaje tan mórbido como disfrutable que nos hará saltar del sillón en más de una ocasión y cuya historia, no original pero sí detallada, enganchará inmediatamente después de haber culminado el prólogo.

 

Puede que su línea argumental no sorprenda del todo y sus personajes no terminen de desarrollarse completamente como para que el usuario sienta alguna empatía especial hacia ellos, pero los propios aciertos del estudio en aspectos como la jugabilidad y los logros técnicos y audiovisuales lo hacen instantáneamente un título de culto y un digno representante del género del terror en los videojuegos, el cual cada vez es más escaso y al que Supermassive Games ha incursionado de formidable manera.

 

A pesar de su no tan longeva duración (alrededor de 10 horas), el juego ofrece una gran cantidad de extras e historias ocultas para ser rejugado muchas veces para poder descubrir todos sus secretos. Sin duda una cita obligatoria para aquellos que disfrutan el horror pero que desgraciadamente no termina de ser completamente recomendable por su limitada gama jugable y, sobre todo, su alta dosis de violencia gráfica. No todos podrán soportarla, pero quienes lo hagan, se toparán con un relato crudo, con decisiones difíciles y gran personalidad. Una obra en la que, mientras no amanezca, podrás hacer y deshacer las vidas de sus protagonistas.

 

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