Si bien nunca estuvo a la par de otros simuladores de carreras en el aspecto técnico, es indudable que la franquicia Project CARS se ganó el corazón de muchos fanáticos de la velocidad. Project CARS 3 buscó refinar la fórmula creada por Slightly Mad Studios y, si bien el resultado es un título más accesible para más personas y tiene otras buenas mejoras, no parece una secuela de Project CARS 2.

¡En sus marcas!

Project CARS siempre se vendió como un simulador de carreras, por lo que, además de la velocidad y el manejo, tenías que preocuparte por otros aspectos, como el nivel de gasolina, las paradas en los pits y el desgaste de las llantas. Extrañamente, todos estos aspectos fueron eliminados en Project CARS 3, así que la experiencia es mucho más arcade y en cierta manera esta entrega parece más un spin-off que una verdadera continuación del legado de su antecesor. Por un lado, esto permite que más gente conozca esta franquicia, tome un control y rápidamente esté ganando carreras. No obstante, los grandes seguidores del estilo original seguramente quedarán, al menos, confundidos.

Si bien ese primer párrafo puede sonar negativo, hay que aclarar que Slightly Mad Studios quizá quiso enfocarse en otros aspectos más fundamentales. Por ejemplo, el del manejo mismo: en Project CARS, finalmente, el control del auto se siente totalmente real y responsivo, algo que no se había logrado totalmente en entregas pasadas. Sin importar que serie de auto utilices, manejar a toda velocidad con los más de 200 modelos en más de 50 pistas es una experiencia llena de adrenalina que requiere de habilidad y paciencia, y que al final en pocas palabras se siente muy bien. Presionar el pedal a fondo en una recta es tan importante como saber ser cuidadoso en una curva o inteligente a la hora de querer rebasar a los oponentes en un tramo estrecho. Puramente, en el aspecto de la jugabilidad y manejo del coche, este es el mejor Project CARS hasta la fecha, sin duda alguna.

¡Listos!

Aunque el fundamento de la jugabilidad de Project CARS 3 puede ser considerado excelente, también hay que mencionar que no es perfecto. En particular, el comportamiento de la inteligencia artificial es muy irregular, pues en algunas ocasiones la computadora parece un niño que apenas está aprendiendo a jugar, mientras que en otra es la viva reencarnación de Meteoro, incluso si no modificas la dificultad en ningún momento. De igual manera, en muchas ocasiones parece que la máquina busca activamente chocarte, algo impensable en un simulador de carreras.

En cuanto a modos de juego, te puedo decir que el modo Carrera te mantendrá ocupado por decenas de horas. En esta ocasión, el objetivo de la desarrolladora fue hacerte sentir cómo evolucionabas desde un pequeño corredor hasta un gran campeón global. Por eso, dividió este modo en diferentes series, cada una con diferentes eventos y carreras, cada una de las cuales incluye sus propios minirretos. Así, comienzas manejando un pequeño y viejo coche en la serie E, pero a medida que ganas carreras y cumples retos, comienzas a subir de «división» y te enfrentas cada vez a carros más poderosos, veloces y vistosos. Cada cosa buena que haces en una carrera (como una curva perfecta) o cada que cumples una tarea, obtienes dinero y experiencia, los cuales te sirven para comprar más autos y modificarlos, así como otro tipo de ventajas. Las recompensas son constantes y avanzar de serie es relativamente rápido, por lo que la progresión se siente constante y satisfactoria, si bien los retos son relativamente sencillos.

Por otra parte, también puedes competir en el variado sistema multijugador, que incluye carreras sencillas, salas personalizables, eventos calendarizados y hasta una liga competitiva en la que te enfrentas asincrónicamente contra los tiempos o puntajes de otros corredores del mundo. Aquellas personas que de verdad quieren demostrar ser los mejores del mundo, tendrán muchas marcas que romper y objetivos que lograr diariamente.

Debo hacer hincapié en los aspectos de compra de autos y personalización que mencioné, pues se aplicaron de una manera inédita en la franquicia pero que, desde mi punto de vista, son positivos. Por un lado, puedes utilizar tu dinero para adquirir alguno de los cientos de modelos a tu disponibilidad (algunos de los cuales serán obligatorios para competir en ciertos circuitos) para así ir creciendo poco a poco tu garage. O si lo prefieres, puedes utilizar ese dinero para mejorar las partes específicas de cualquiera de tus coches. Y a medida que cada modelo mejora, automáticamente empieza a ser elegible para correr en las divisiones superiores. ¿Tienes un viejo Mustang que te gusta mucho? Solo usa tus fondos para mejorar sus llantas, frenos o chasís, y velo competir contra los modelos más veloces de todo el juego. Naturalmente, este aspecto es totalmente arcade y tira por la ventana el de la simulación, pero sin duda es divertido. Por otra parte, si quieres dotar de personalidad a tus nuevos hijos, también cuentas con un sistema de modificación estética, en el que puedes cambiar cosas como la pintura, las etiquetas, el número, las placas o los patrones dibujados. Es verdad que la personalización podría haber sido más extensa, pero al menos cumple su cometido.

¡Fuera!

Visualmente, Project CARS 3 hace un trabajo bueno en cuanto al modelado de coches e incluso tiene un aceptable sistema de daño visual (puramente estético que no afecta el rendimiento). Es notorio que el estudio se dio el tiempo de crear, con todo detalle y con mucho respeto, cada uno de los autos modelo. No obstante, no puedo decir lo mismo de los escenarios, que si bien pasan a toda velocidad, se notan con texturas más bajas. También hay un poco de pop-out muy notorio en el retrovisor y una que otra vez hay caídas de cuadros por segundo, aunque nada muy grave.

En este sentido, tengo que destacar que el título entero es jugable en realidad virtual (en PC), lo que de alguna manera puede ser una excusa para los problemas mencionados anteriormente. Es cierto que no todos cuentan con un headset para disfrutar esta experiencia, pero si tú eres uno de los afortunados, no pierdas el tiempo y disfruta este título así: el nivel de emoción e inmersión, combinados con el subidón de adrenalina, son insuperables. Así pasé la mayor parte de mi tiempo con Project CARS 3 y lo disfruté mucho.

En conclusión, Project CARS 3 es un extraño híbrido entre simulador de carreras y juego arcade. Por un lado se deshizo completamente de algunas de sus mecánicas principales, pero por otro lado es más accesible que nunca y el manejo es más que excelente. La personalización de coches es divertida y hay un roster impresionante de vehículos, por lo que los fanáticos de este deporte pueden estar muy contentos. Es cierto que algunos de los fanáticos más longevos de la franquicia pueden quedar descontentos con la nueva dirección, pero los recién llegados o quienes puedan aceptar los cambios, tienen aquí horas y horas de diversión a toda velocidad.

Pros:

+ El manejo es excelente

+ Un sistema de progresión constante y satisfactorio

+ Un gran roster

+ La personalización es divertida

+ El modo de realidad virtual

Contras:

– Un cambio demasiado drástico de género, dejando de lado mecánicas fundamentales

– La inteligencia artificial es muy irregular

– La personalización estética es algo limitada

– Visualmente es inferior a otros juegos de carreras