Debo admitir que los juegos de horror no me gustan. Siempre he opinado que los videojuegos son para disfrutarse, no para sufrirse. Sin embargo, hubo algo en Little Nightmares que me atrapó como ningún otro del género. Y ahora, la secuela confirmó mis teorías: la atmósfera en Little Nightmares 2 es inigualable; nos hace sufrir, con el único objetivo de encontrar la luz y la salvación. Eres un simple niño, enfrentándote a un mundo demoníaco, pero no te puedes rendir.

Bienvenido una vez más a la pesadilla

El más grande logro de Little Nightmares fue crear todo un universo lleno de misterios, una atmósfera tétrica, y un mundo lleno de hombres- monstruo que se comen a los niños. ¿Qué pasó aquí? ¿Cómo es que todo acabó de esta manera? Afortunadamente, Little Nightmares 2 sigue expandiendo este increíble lore, naturalmente ofreciendo más preguntas que respuestas, pero una vez más demostrando que una buena atmósfera es fundamental.

En Little Nightmares 2 tomas el papel de Mono, un niño con una bolsa en la cabeza que tiene una extraña relación estática con los televisores y que despierta totalmente confundido en un bosque. No sabe muy bien cómo acabó ahí, pero sí sabe que debe sobrevivir a toda costa en este mundo despiadado.

El gameplay aquí es muy parecido a lo que hemos visto en Little Nightmares 1, Limbo e INSIDE: una combinación entre puzzles, plataformeo y sigilo, por lo que si has jugado algunos de estos títulos anteriormente, te sentirás como en casa. Por supuesto, eso no quiere decir que no haya cosas nuevas. En este título tienes un poco más de libertad de exploración en algunos casos —especialmente para la resolución de algunos puzzles— en lugar de tener que caminar siempre hacia la derecha. Además, de manera increíblemente conveniente, Momo tiene la habilidad de tomar una que otra arma y acabar con algunos enemigos de su tamaño.

Nosotros contra el mundo

Sin duda, el cambio más significativo de Little Nightmares 2 es la adición de Six, la chica del impermeable amarillo y protagonista del primer juego, como compañera. Rápidamente, Momo y Six aprenden que, si quieren sobrevivir a los monstruos que los acechan en cada rincón, deben ir juntos. Si bien al principio se nota un poco de desconfianza, pronto empiezas a sentir ese lazo que los une. ¡Incluso pueden ir de la mano! Detalles como este dejan ver la soledad que azota a la humanidad y cómo algo tan sencillo como un compañero puede darnos un atisbo de esperanza.

Al igual que en la precuela, lo mejor de Little Nightmares 2 son los hombres-monstruo, pues cada nivel se enfoca en escapar de cada uno de ellos y son verdaderamente terroríficos. Primero, encontramos al cazador, con una bolsa en la cabeza que tapa su fealdad y que intenta matarnos a tiros con su escopeta. También está la desfigurada maestra, quien puede alargar su cuello indefinidamente para llegar a los rincones más oscuros de la escuela para devorarnos. Y hay otros, que dan el mismo o más miedo, pero que no menciono para no arruinarte la sorpresa. La tensión en el título es palpable, pues a cada momento estás tratando de evadir o huir de alguna de estas aberraciones cuyo único objetivo es comerte vivo.

El diseño audiovisual de este juego naturalmente se congenia de manera espectacular con el tono, pues los diseños de personajes son terroríficos, la paleta de colores es oscura y grisácea, y la música te mantiene al borde del asiento a cada segundo. Aunque suena un poco repetitivo, me parece que Tarsier Studios hizo un excelente trabajo en la construcción de mundo de esta interesante IP.

Ahora bien, esto no quiere decir que este sea un título perfecto, pues tiene bastantes problemas de diseño. Si bien muchos de los puzzles son interesantes y te hacen tener ese momento Eureka, definitivamente hay muchos otros que no parecen tener lógica o peor aún, en los que tu lógica es correcta pero no es la misma que la de los desarrolladores. Esto crea al menos un par de momentos exasperantes, en los que tu solución está técnicamente bien, pero no fue diseñada para ser ejecutada. Otro problema está en el combate. Es cierto que Six puede defenderse, pero la verdad es que no es particularmente bueno haciéndolo. A lo largo de tu viaje te encontrarás algunas armas que puedes blandir, pero debido a que eres solo un niño, el peso del objeto hace que cada ataque se sienta increíblemente lento y torpe. No sé si este diseño se realizó a propósito o no, pero es más frustrante que otra cosa. Por último, está el eterno problema de los plataformers 3D. Es cierto que un diseño visual en tercera dimensión ayuda a Little Nightmares a tener más personalidad y a que el mundo se sienta más vivo, pero lamentablemente esto dificulta las secciones de plataformeo debido a la perspectiva. Sabes a qué me refiero: estás perfectamente alineado, haces ese último brinco… y te caes al vacío porque esa plataforma no estaba alineada con tu personaje. Esto pasaba mucho en el primer juego y aquí pasa también. Es cierto que todas estas son grandes molestias, aunque al final no se sienten tan importantes, porque todo lo demás se siente tan pulido.

La relación con Six es otra historia. Sí, mencioné que su adición fue un gran acierto, pues en este solitario mundo realmente se echaba de menos un acompañante, y ¿qué mejor compañero que otro niño que tiene tu mismo objetivo? Dicho esto, a pesar de que hay momentos bonitos y la aparición del personaje queda narrativamente justificada, siento que el aspecto de personaje múltiple se desperdició un poco. La realidad es que Six no es tan útil, pues realmente no te ayuda mucho a resolver puzzles, más allá de ofrecerte una mano para llegar a lugares altos. Además, tampoco puede ser utilizada por un segundo jugador. El equipo de Mono y Six está bien… pero podía haber estado mejor.

¿Black Mirror?

La narrativa (o más bien la metanarrativa) es el último punto que voy a tocar en esta reseña, porque me parece particularmente poderosa. A expensas de sonar un poco pretencioso, me parece que Tarsier no solo utiliza Little Nightmares para hacer juegos de sigilo y horror, sino también para hacer comentarios de la sociedad actual. Creo firmemente que la primera entrega era una crítica de la explotación infantil y la desigualdad social, y de igual manera creo que esta secuela nos habla sobre el poder que los medios masivos de comunicación tienen sobre la sociedad y muchos otros temas oscuros más. Por supuesto, esto se trata solo de una teoría, ya que el título no tiene una sola línea de diálogo, pero todo lo que ves y todo lo que oyes puede ser interpretado en tantos niveles que no me queda más que aplaudir a los guionistas. Por otra parte, si bien puede parecer que la historia solo se trata de correr, cada nivel tiene su razón de ser y una increíble secuencia final que, por fin, nos ofrece algunas respuestas sobre el misterioso lore de esta tétrica franquicia.

Little Nightmares 2 es una muy buena secuela, pues toma todo lo bueno que hizo la primera entrega y lo expande en prácticamente todos sus aspectos. Es cierto que no hay tantos cambios significativos (y que los que se intentaron no fueron precisamente acertados), pero al final del día, este es un juego que se quedará en tu mente por un tiempo, incluso después de que lo hayas terminado.

Pros:

+ Construcción de mundo excepcional

+ Los villanos son terroríficos

+ La fórmula sigilo-plataformeo-puzzle es siempre divertida

Contras:

– Six fue un poco desperdiciada

– El combate se siente torpe

– Las respuestas de algunos puzzles son confusas