Kratos regañó y ayudó a Atreus a apuntar y diparar. El ciervo cayó, y el niño terminó con su vida. Segundos después, el dios de la guerra y su hijo tuvieron que trabajar en equipo para derrotar a un troll de hielo que amenazaba con acabar con sus vidas. Así transcurre la historia en God of War, una mitología diferente, un Kratos más maduro y una narrativa más compleja; pero el mismo malhumorado y sanguinario dios que tanta adrenalina nos ha hecho sentir a través de los años.

El Fantasma de Midgard

En muchos sentidos, el nuevo God of War es completamente diferente a sus antecesores, una especie de reboot-secuela de la serie. Lejos quedó la mitología griega, el Kratos joven e incontrolable y el gameplay hack n’ slash que te hacía sentir invencible ante prácticamente cualquiera. Ahora, después de conseguir su venganza contra Zeus y todos sus hijos, el Fantasma de Sparta se fue a vivir muy lejos, a las frías regiones de Escandinava. Ahora vive una vida tranquila y apacible junto a su hijo Atreus, aunque muy pronto nos damos cuenta que el fuego que reside en su interior sigue intacto.

El hilo conductor de God of War es cumplir la última voluntad de la madre de Atreus: que sus cenizas sean esparcidas por el mundo desde el punto más alto de la región. Una tarea aparentemente sencilla empieza a complicarse cuando monstruos, criaturas mágicas y —por qué no— dioses, quieren meterse en el camino de Kratos y Atreus. Tal vez el dios de la guerra quiera dejar su pasado atrás, pero eso no quiere decir que los gobernantes de Midgard y los reinos restantes estén de acuerdo con él.

Uno de los aspectos más interesantes y llamativos de God of War siempre ha sido la mitología. A través de un muy largo viaje (simplemente el modo historia puede ofrecerte 15 o más horas de juego), aprenderás y conocerás muy a fondo la mitología nórdica; sus dioses, sus monstruos, sus secretos, sus leyendas, sus lugares y sus historias. Dejando de lado la muy interesante narrativa que te va jalando poco a poco, leer piezas de información y conversar con criaturas, personajes o con tu hijo mismo es un verdadero júbilo. Estoy seguro que gran parte de los 5 años que Santa Monica Studio se tomó para crear God of War, se utilizaron para aprender, entender, mediar y transmitir la fascinante mitología nórdica de la mejor manera posible. En este juego conocerás sobre Midgard, Asgard y el resto de los reinos/ramas que nacieron de Yggdrasil, el árbol de la vida;  El lago de los 9 reinos; Bifröst, el puente que te permite viajar entre ellos; Jörmungandr, la serpiente tan larga que le da vueltas al mundo; Odin; el dios de los Æsir; Thor, el dios del Trueno;Mimir, el hombre tan sabio que fue condenado a quedar atrapado en un árbol por la eternidad; y cientos de lugares, personajes y conceptos más. Si la mitología griega te parece mágica, te aseguro que la mitología nórdica está, al menos, a su nivel.

También hay que destacar el cambio de personalidad de Kratos que, ciertamente, tiene sentido. Después de años de ser un ente sanguinario cegado por la venganza, ahora el Fantasma de Esparta es más viejo, más sabio y más analítico. Uno de los puntos fundamentales de la narrativa es la relación que Kratos tiene con Atreus, y cómo evoluciona lentamente de ser fría y complicada a un verdadero amor fraternal.

La experiencia hace al maestro

No estoy seguro de cómo lo logró Santa Monica Studio, pero God of War mantiene esa esencia de la franquicia que nos enamoró a lo largo de 5 juegos; pero al mismo tiempo cambió el gameplay a nivel fundamental. Y, a pesar de los malos ejemplos que nos han dejado otros juegos que intentan reinventarse, no puedo hacer otra cosa que aplaudir lo que lograron Cory Barlog y su equipo: esta nueva entrega es prácticamente perfecta — ya ni siquiera comparándola con los juegos anteriores, sino con cualquier título de videojuegos de la actualidad. Pero, como Kratos le dice a sus enemigos, vayamos por partes.

El primer cambio fundamental que encontramos aquí es que God of War es ahora un mundo semiabierto. A diferencia de las anteriores entregas de la saga, ya no hay un solo camino que seguir, y en muchas ocasiones la narrativa te suelta para que explores el mundo a tu antojo y a tu ritmo. Sí, siempre sabrás exactamente a dónde tienes que dirigirte para continuar la historia, pero generalmente serás recompensado por explorar a fondo todas las ubicaciones, encontrarás misiones secundarias, lugares, armas, equipo y cofres secretos. God of War no solo te deja alejarte del objetivo principal y perderte en este hermoso mundo, te invita a ello y te da grandes regalos por hacerlo. Definitivamente, la exploración es gratificante y uno de los mejores aspectos del juego. Ey, ¿pero no habías dicho semiabierto? Sí. A pesar de que hay partes donde puedes moverte libremente, el título también tiene secciones lineales, las cuales son importantísimas para mantener una cohesión narrativa y que no suceda como, por ejemplo en TLOZ: Breath of the Wild. En el excelente título de Nintendo, la libertad desmedida hizo que se perdiera el sentido de urgencia y el peso narrativo. En God of War encontramos e equilibrio perfecto entre libertad y linealidad.

El combate en este juego también es fundamentalmente diferente —para beneplácito de unos y desaprobación de otros—, pero puedo decirte que es tan divertido —o incluso más— que antes. Si alguna vez te sentiste el dios de la guerra con las Cadenas del Olimpo, con la nueva Hacha Leviatán te sentirás el mismísimo Thor. No sé cómo explicarlo, pero hay algo mágico en ese peso, ese diseño, ese poder y ese feeling que tiene la nueva arma de Kratos. La manera en que la utilizas para partir enemigos en dos, congelar engranes para resolver puzzles o aventarla a un abismo para después llamarla con el toque de un botón es simplemente demasiado satisfactorio.

Eso sí, luchar es ahora mucho más difícil. Lejos quedaron esos días cuando apretar puro triángulo te aseguraba la victoria. Con un diseño de pelea mucho más cercano a Bloodborne Dark Souls que el tradicional hack n’ slash, ahora tendrás que pensar muy bien tus movimientos, tus rodadas, tus esquivos, tus parrys y tu uso de habilidades para salir victorioso en cada batalla. Por otra parte, ahora God of War es mucho más RPG que antes: ahora, al explorar encontrarás diferentes piezas de equipo para cada parte de tu cuerpo y armamento, talismanes, hechizos, mejoras y habilidades, cada una con su respectivo nivel de rareza y que modificarán tu estadísticas para adecuarse a tu modo de juego. ¿Prefieres ser totalmente frontal y atacar a matar aunque no reas resistente? ¿Ser defensivo y aguantar más los golpes? ¿Usar magia? Ahora deberás pensar muy bien exactamente qué estás equipando, mejorandoo creando con los herreros para que te ayude mejor dependiendo de tu estilo. Quizá en esta parte del gameplay radique uno de los pocos problemas de God of War, pues el sistema puede ser abrumador al principio, y a pesar de que el  juego intenta explicarte todo de la mejor manera, a veces puedes confundirte. Por ejemplo, una vez encontré un hechizo que no pude usar hasta muchas horas después, cuando me di cuenta que tenía que colocarlo en una empuñadura más rara que tuviera la habilidad de sostenerlo. Afortunadamente, una vez que entiendes bien el sistema, todo se vuelve claro como el agua.

Atreus es la última gran adición al gameplay, pues es fundamental para el éxito de tus misiones. El chico tiene cierto grado de inteligencia, pues con su arco y flecha te ayuda por su propia cuenta a derrotar enemigos. No obstante, su función es mucho más completa, pues él también tiene acceso a mejoras, habilidades y equipo que permitirán que sea mucho más útil en batalla. Ver cómo Atreus invoca una parvada de cuervos eléctricos y derrota monstruos secundarios mientras tú te peleas con el jefe en turno es muy satisfactorio y permite que el lazo que tienen los dos personajes se vuelva (aún) más tangible.

Valhalla

Por último, queda analizar el aspecto audiovisual y técnico de God of War. Y la manera más sencilla de definirlos es decir que son perfectos. Escandinavia y los 9 reinos son, simplemente, una de las demostraciones visuales más impactantes, asombrosas y hermosas que jamás se han visto en una consola de videojuegos. El cuidado que tuvo el estudio desarrollador para retratar cada detalle de la mitología a la perfección en combinación con un motor gráfico de excelencia entrega una proeza visual a la cual ruega por un Modo Fotografía que, afortunadamente, ya viene en camino. Por otra parte, ni siquiera estoy seguro de la cantidad de instrumentos que haya utilizado la orquesta para transmitir los sonidos y melodías que te acompañan a lo largo de tu viaje, pero debes saber que el aspecto auditivo es tan impresionante como el visual. Desde el doblaje de las voces hasta el de los efectos especiales y las melodías antes mencionadas, escuchar God of War es una delicia para el oído.

Por último y hablando del aspecto técnico: ¿Sabías que el juego fue desarrollado a manera de toma continua? Esto quiere decir que, en el extraño caso de que nunca murieras, podrías llegar de principio a fin sin una sola pantalla de carga. No hay que esperar para ver cinemáticas ni para cargar áreas grandes, para pelear con jefes ni para ver cambios en tu equipo. ¿Cómo logró esto Santa Monica en un juego de tal escala? Es un misterio y una hazaña. La experiencia también corre de manera fluida, sin caídas de cuadros o de rendimiento en ningún momento, ni siquiera cuando hay decenas de enemigos en pantalla. La única manera en que puedes notar semejante proeza es al escuchar cómo sonará tu PlayStation a veces: God of War lleva a la consola a sus límites.

Conclusión

A lo largo de esta reseña ya te habrás dado cuenta por dónde irá encaminada esta conclusión: God of War es, sencillamente, uno de los mejores juegos de esta generación y, probablemente, de toda la historia. El cuidado en cada detalle y aspecto que hay en el juego, desde el diseño de personajes, hasta la revolución en el modo de pelea y la grandiosa narrativa entrelazada con la interesantísima mitología nórdica son solo algunos ejemplos de lo que se puede lograr con mucho tiempo y mucha pasión. Seas fan o no de la saga, si tienes el más mínimo interés en los juegos de acción y no te molesta la complejidad, esta obra maestra de Santa Monica Studio debes haberla comprado ayer.

Pros:

+ Gran historia que presenta a un Kratos más humano y complejo

+ Excelente uso de la mitología nórdica

+ Mundo semiabierto que te recompensa por explorarlo

+ Gameplay profundo y satisfactorio

+ Hermoso audiovisualmente

Contras:

– El sistema de mejoras puede ser confuso y desorientador al principio