Reseñar videojuegos es una tarea curiosa. Uno como redactor y presunto responsable de valorar si un videojuego vale o no el gasto por parte del consumidor, debe mediar entre si todo aquello que brinda el título puede llegar a ser consagrado como recomendable u olvidable. En esta ocasión, llega a nosotros DustForce. Un juego de carácter indie desarrollado por Hitbox Team y que aunque a primera vista podría ser considerado una entrega del montón, la verdad es que su jugabilidad por sí misma lo hace sobresalir de entre muchas propuestas similares.

 

El intendente

En DustForce, tomaremos el papel de un intendente/barrendero/sujeto de limpieza, como quieras llamarlo, en donde nuestra misión será la de limpiar el mundo. Sí, sólo eso. El escenario por el cual nuestros protagonistas tendrán que abrirse paso, nos transporta a un marco 2D en donde, además de limpiar las hojas caídas y la suciedad, deberemos de evadir obstáculos ya sea utilizando dobles saltos, saltos de pared a pared, e incluso, corriendo a alta velocidad. Para acceder a estos mundos, habrá que cruzar las puertas que encontraremos en nuestro “escenario principal”, dichas puertas nos llevarán a los lugares que requieran ser limpiados y estarán todos desbloqueados desde el primer momento y disponibles para ser rejugados tantas veces como uno quiera.

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¿Qué podría tener de bueno un juego cuya “historia” es prácticamente nula? Pues en el caso de DustForce, muchas cosas. Para empezar, como insinué párrafos atrás: Su jugablidad. La forma de controlar a los personajes y de desplazarlos a través del juego podría parecer “torpe” o “pesada”. Sin embargo, después de completar el tutorial y unos pocos mundos, todo se vuelve sensible, fluido y placentero. Es un título que te irá requiriendo mayor habilidad en niveles más avanzados cuando el apretar botones y mover la palanca se volverá un asunto de perfección. Ni más ni menos. Sólo así podrás completar aquellos niveles tan exigentes. Aún así, un “milagro” en DustForce es que el sistema de juego te invita a ir mejorando tu propio desempeño, el cual es medido al finalizar el escenario y que, dependiendo del tiempo invertido y del porcentaje de limpieza, te otorgará ya sea desde una F, si lo hiciste pésimo, o hasta una S, si es que tu destreza fue digna para presumir al mundo. A la hora de recorrer los niveles, no sólo podremos saltar o incrementar nuestra velocidad, también habrán momentos en los que nos encontraremos con criaturas, a veces terrestres, a veces aéreas, las cuales deberemos atacar con nuestra siempre poderosa y limpiadora escoba, de este modo, haremos pasar a estas criaturas de una actitud hostil, a una completamente dócil.

 

Maestro limpio

La compleja jugabilidad que puede resultar ser, es gracias a dos cosas: primero, la exigencia de precisión y después, la originalidad de los niveles. Dichos escenarios, no sólo ofrecen ambientes variados y originales. Iremos desde oscuras cavernas, castillos, selvas e incluso instalaciones en los cielos. Todo más allá del sitio donde se desplaza el personaje, tiene vida propia. La ilusión de estar en otro mundo fue ejecutada con maestría por parte de Hitbox Team. Haciendo de lado su apariencia, el diseño de estos niveles, donde regularmente encontraremos suelos, colinas, paredes, rampas vacíos, va desde lo singular hasta lo gigantesco. Cada escenario tiene secretos y lugares que descubrir, los cuales serán posibles ver en una primera vuelta. Tanto enemigos como obstáculos no se harán esperar y en más de un momento nos demandará decidir en fracciones de segundo la mejor ruta o ejecutar a la perfección los movimientos de nuestro personaje.

 

Gráficamente el juego no es impresionante, pero es gracias a los detalles dentro del juego y a su acertada gama de colores, lo que hace de DustForce un título en donde mirar a tu personaje, el nivel y los objetos que lo componen, algo agradable y sencillo para no entorpecer la jugabilidad distrayendo al usuario.

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Mención en especial debe tener la banda sonora. La que a pesar de no contar con tantas composiciones como uno habría podido desear, es maravillosa. Las notas nos acompañarán en nuestro viaje a través de la limpieza de los mundos y que nos transportará a una experiencia en la que en ocasiones, el camino es relajante y calmado, mientras que otras es sombrío y alarmante. La sincronía entre el sonido y los niveles, como la jugabilidad, es perfecta.

 

DustForce, disponible para Xbox 360, PS3, PC y PSVita, es una muy buena propuesta para aquellos que disfrutan de los demandantes desafíos y de la sensación de éxito de haberlos superado. Es un muy buen título si lo que buscas es un gran reto sin correr el riesgo de romper el control por la alta dificultad. Sin lugar a dudas, un indie muy recomendable, que a pesar de su tonalidad poco atrayente, gracias a su jugabilidad y tremendo diseño de niveles, debería ser al menos experimentado.

 

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