El híbrido entre consola portátil y casera dejó de ser un sueño desde el lanzamiento de Nintendo Switch el pasado 3 de marzo. La Gran N inauguró, por decirlo de alguna forma, la novena generación de consolas, bajo la siempre confiable frase de “innovación en vez de tecnología”; prácticamente la misma idea que colocó a Nintendo en la cima del mundo con Wii, y que provocó una restructuración importante para la compañía con Wii U.

En Joystick Cloud hemos tenido la oportunidad de probar la consola desde el día uno en que estuvo disponible, por lo que podemos abordar al dispositivo desde sus elementos principales, hasta aquellos errores que se presentan tras varias horas de juego. Switch no ha resultado una sorpresa, más bien un reencuentro con el Nintendo que muchos descubrimos hace 11 años, con las mismas posibilidades de apelar a un experimentado jugador de la vieja escuela, de la misma forma que a los menos adeptos a los videojuegos.

Switch

Como la mayoría de los jugadores, nos adentramos a Switch con The Legend of Zelda: Breath of the Wild y 1-2 Swicth, títulos que dejan en claro el espectro que busca cubrir Nintendo con su nueva consola. El primero, una aventura que nos ha tomado más de 50 horas concluir, sin haber explorado todas las posibilidades de Hyrule; la segunda, una experiencia que debió haber venido incluida en el paquete inicial de cada Switch en el mundo. Y es aquí donde vamos a iniciar, Switch se siente como una consola incompleta durante las primeras horas de juego.

En primer lugar, en caso de no haber comprado ningún juego de lanzamiento, lo único que podrás hacer con tu consola es jugar con los ajustes del dispositivo. Switch no incluye juegos, demos, aplicaciones o navegador web (a un mes de su lanzamiento sigue siendo una consola exclusiva para videojuegos). Y aunque lo anterior no es algo extraño, debemos admitir que es poco probable que alguien compre una consola sin juegos… ¿no?

Ahora, la idea de que es una consola incompleta viene más cuando la utilizamos durante nuestra primera sesión de juego. La caja de Switch incluye: un Switch, los dos Joy-Con, el grip para los Joy-Con, el dock de la consola, un par de correas para los Joy-Con, una guía de inicio rápido y suficiente carga para que inicies tu consola tras salir de la tienda. Al empezar a jugar notarás que la batería de los Joy-Con se acaba en un par de horas, independientemente del modo de juego, por lo que la única manera de volver a jugar es esperando a que la consola y los mandos se carguen de forma tradicional.

En un principio me pareció absurda la falta de un grip que cargara los Joy-Con de la misma forma que un control de Xbox One o PlayStation 4, incluso lo comenté en el unboxing de la consola. Sin embargo, luego de la primera carga completa nunca he tenido dicho problema. Lo mismo ocurre con la nula inclusión de un cable USB-C para cargar el Switch en modo portátil, y es que a pesar de no haber utilizado por largas horas la consola fuera de casa, no he requerido de cargar la misma de dicha forma, a pesar de haber jugado tanto Breath of the Wild como 1-2 Switch.

Teniendo en cuenta las posibilidades que nuestro país nos da para usar un dispositivo como Switch fuera de nuestra casa, la duración de la batería de la consola no es ningún problema. Tanto para disfrutar de ella mientras comes en un restaurante o hasta para acabar un dungeon de Zelda de regreso a casa en un taxi. Además, la consola cumple con su apartado portátil al permitirte trasladarla de un punto a otro de forma discreta, ligera y cómoda. Accesorios para esto último van desde mochilas especiales, hasta cubrir la consola en una funda de almohada y llevarla en tu mochila… y sí, he visto que hacen eso con el Switch.

Lo único que nunca se remedia (al menos hasta que compres el juego) es la falta de un título que ayude a demostrar las capacidades de la consola. La razón por la que el mundo conoció, y amó, al  Wii fue: Wii Sports; incluido en cada consola Wii vendida fuera de Japón. Una vez que colocas 1-2 Switch en la sala de tu casa o con algunos amigos, podrás revivir la misma experiencia que proyectaba Wii Sports, con toda la diversión y sencillez que permitía a cualquier persona unirse a la fiesta… y lo siento, pero la solución no es simplemente comprar 1-2 Switch, porque dicho juego no vale los 1,300 pesos que cuesta en México.

Switch es la combinación de los elementos característicos de Wii y Wii U: Wiimote más Gamepad, respectivamente. En el caso de los primeros, tenemos los Joy-Con, que brindan a los jugadores una respuesta bastante interesante, pues no solo funcionan como raqueta para tenis de mesa, varita mágica, espada o bate de béisbol, sino que además emiten una sensación similar a los objetos mencionados mediante el sonido y la vibración. Las características de los Joy-Con las apuntaremos de manera más detallada en la reseña de 1-2 Switch, pero en definitiva se perciben tan atractivos como los Wiimote.

Vamos al Gamepad, cuyas funciones están ligadas a una consola, conectada al televisor y a la corriente eléctrica, y que dependía de cierta distancia –sin barreras- para funcionar en “modo portátil”. Switch no depende de nada más que los Joy-Con (que se conectan fácilmente para perfeccionar el dispositivo). La consola es la tablet, misma que con suficiente pila te puede acompañar todo el día en la escuela, en la oficina o en un viaje en carretera. Claro, existe el problema de la batería, aunque Pokémon Go ya nos demostró que podemos acceder de manera fácil a baterías portátiles y cargar nuestro dispositivo mientras jugamos, así que esa no es una excusa.

El modo portátil de Switch es único, nada que ver con el cross-play de Vita y PlayStation 4. Por ejemplo, el año pasado para jugar Digimon Story: Cyber Sleuth entre las consolas de Sony, tuve que comprar el mismo juego en dos dispositivos distintos; para poder continuar mi aventura, cada noche debía pasar el save de PS4 a la nube y descargarlo en el Vita (pues en caso de olvidar ese paso llegaba a la escuela con una partida atrasada) y al llegar a casa debía pasar el save de Vita a la nube para seguir jugando en el Play 4.

En Switch basta con sacar la consola del dock y llevarla con nosotros. No hay cambios, trampas o menos contenido, el juego en la televisión es igual al portátil, y eso brinda experiencias más adictivas. Puede sonar absurdo, pero a pesar de haber jugado más tiempo frente al televisor, al cambiar de consola extraño la sensación de seguir jugando a Horizon o Halo Wars 2 en el Uber o en la escuela. Con un listado pequeño, pero los juegos de Switch no limitan a jugar de un solo modo, hasta el momento todos brindan la misma experiencia en casa como fuera de ella.

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Mientras que 1-2 Switch es un juego diseñado para conocer los Joy-Con; Breath of the Wild es el ejemplo perfecto del potencial inicial de Switch. La consola alcanza a despegar 1080p en la televisión y 720p en modo portátil, ambos con una enorme calidad visual. En aspectos sonoros la consola logra introducirnos dentro del juego, y aunque no cuenta con una salida de audio óptico, podemos lograr una buena calidad de audio con un teatro en casa conectado al televisor o con unos buenos audífonos en el modo portátil. Sí, también The Legend of Zelda ejemplifica algunos errores que podrían –o no- estar relacionados con la consola, pero esos los abordaremos en la reseña del juego.

Como lo detallamos antes de su lanzamiento, Switch no llega a competir –tecnológicamente- con Xbox One o PlayStation 4, por lo que los gráficos en 4K, la Realidad Virtual y demás características de Scorpio o PS4 PRO, quizá nunca lleguen a Switch. Incluso, a pesar de contar con un botón para captura de pantalla, Nintendo optó por dejar fuera las posibilidades de hacer streaming directo de la consola con Twitch o YouTube, así como el popular Miiiverse de Wii U. Haciendo referencia al artículo mencionado: es imposible entender las decisiones de Nintendo.

Switch no arriesga en cuanto a características de su consola. Desde el menú minimalista del dispositivo, que incluso es parte de la nueva eShop, hasta las opciones disponibles. Switch apuesta por una interacción sencilla, con pocas opciones ajenas a las cotidianas, y con menos características relevantes. Por cierto, los 32GB incluidos en la consola son suficientes para el primer mes de la plataforma, pero en cuanto tengas la posibilidad de adquirir una SD de más de 100GB, te recomiendo que lo hagas.

Todas las opciones de Switch son sencillas: desde hacer una captura de pantalla, de manera más simple que PS4, hasta configurar una cuenta de Nintendo para Japón o Europa. El hecho de que la consola no tenga bloqueo de región ayuda a que puedas jugar demos de otras partes del mundo e incluso hacer compras de otro país sin restricciones, más que del tipo de cambio. Switch es la consola más sencilla que he visto, al menos desde que las consolas se volvieron centros de entretenimiento.

Como ya mencioné, la experiencia con la consola es tan tradicional como te puedas imaginar, el hecho de pasar de portátil a plataforma casera es apenas anecdótico, salvo por el evidente cambio de tamaño; más bien me refiero a la sensación de tener el control en tus manos. En portátil, se siente como un PSP, Vita o el propio Wii U. La consola no pesa, los bordes del control son ergonómicos y la sensación de tenerla en nuestras manos es como si sostuviéramos un control de consola cualquiera. No se siente como un iPad o smartphone, sino como una consola portátil.

Una vez que pasamos directo al dock, y por ende al televisor, el control mantiene la sensación tradicional. A pesar de que en apariencia un control normal de Switch, el que parece perrito, se percibe como algo incómodo, la realidad es que puedes acabar un juego como Zelda o jugar Splatoon 2 sin problema alguno. Claro, la opción más viable es el mando pro de la consola, pero el control incluido es suficiente en un inicio; cabe destacar que puedes jugar sin el grip, teniendo una libertad extraña con los dos Joy-Con como mando principal, sensación que recuerda a la combinación Wiimote + Nunchuck de Wii, pero con mejor inmersión en la experiencia tanto de juego, como de usuario.

Experimentar con el modo portátil de Switch es esencial para la consola. Desde poner la pantalla en una mesa y jugar con el grip mientras esperas la comida o colocar la consola en una base de celular cualquiera y colgarla cerca de tu cama para jugar de forma más cómoda antes de dormir. Las posibilidades son muy amplias, al grado de poder jugar con uno o más amigos sin necesidad de un televisor, ya sea por medio de dos Joy-Con al estilo del NES o con muchos de éstos controles en una ruleta de minijuegos de 1-2 Swicth.

Ahora, no podemos seguir hablando de la consola sin abordar algunos problemas técnicos. En nuestro caso, Switch se congeló un par de veces con Breath of the Wild, la pantalla mostraba imagen pero los botones no reaccionaban, la solución fue apagar la consola de manera directa, aunque la solución tardó unas cuantas horas en funcionar. Otro error, con el mismo juego, se dio al salir al menú de la consola y con ello el audio de la misma empezó a descomponerse, la solución también se dio al apagar la consola y volver a encenderla. Por último, en ocasiones el sensor NFC del Joy-Con no detecta los amiibos, se soluciona solo, pero ha sido un error constante. Y sí, el dock llega a rallar las orillas del Switch.

Conclusiones

Con poco más de un mes en el mercado, Nintendo Switch parece tener un futuro prometedor… al menos durante su primer año con todo el apoyo de las third-parties. Sin embargo, la consola deberá enfrentarse a la nueva oleada tecnológica que presentará Project Scorpio a finales de año, así como a lo que consolidará PlayStation 4 PRO en los siguientes meses. Lo sé, Nintendo busca innovar antes que cualquier otra cosa… pero “no vives de los Zelda”. Como jugador, elegir una consola es una decisión importante, por lo que deberás conocer el futuro de la misma antes de arriesgar esos 10,000 pesos.

¿Vale la pena comprar un Nintendo Switch? Sí, quizá no por lo que hoy vemos en las tiendas, sino por el contenido que tendremos en un año o dos. En verano llega Splatoon 2, mientras que Xenoblade Chronicles 2 lo hará a finales de año, al igual que Super Mario Odyssey, y tendremos nuevo Fire Emblem en 2018. Breath of the Wild es un pretexto perfecto para adquirir la consola, ahora imagina cómo será el futuro exclusivo de Nintendo. Por otro lado, es probable que la consola se convierta en el único portátil de los japoneses… ¿alguien dijo Pokémon?

Al momento de escribir esto, solo puedes usar un Nintendo Switch para jugar videojuegos. Y sí, la consola sigue valiendo el gasto por esa única opción. La Gran N parece haber aprendido de los errores de Wii U, pero no será hasta que avancen los años que tengamos un panorama lo suficientemente grande como para confirmar el avance de los nipones. La novena generación ha sido inaugurada, y Nintendo promete que será tan especial como las que ha vivido en sus mejores días… Switch queremos jugar.