Mientras Microsoft y Sony buscan mejorar sus actuales consolas, en Nintendo nos regresan a 1985
Sin ningún aviso previo o algún rumor que nos alertará del golpe de nostalgia, Nintendo anunció la mañana de ayer, 14 de julio, una nueva versión del legendario Nintendo Entertainment System (NES). La consola que cambiara la industria de los videojuegos, y le diera el tratamiento que hoy conocemos a la misma, regresará con 30 juegos incluidos dentro del sistema y con el atractivo de poder conectarse a televisores de alta definición con su puerto HDMI.
Como puedes darte cuenta, la llamada NES Mini alude a las nuevas generaciones de jugadores, más que aquellos que crecieron con la plataforma original en sus casas. Y aunque la idea anterior pareciera no tener sentido al darnos una vuelta por aquellos que han compartido la noticia en redes sociales, es evidente que Nintendo no quiere dejar perder a tus amigos, primos, compañeros o pareja, que en su vida ha tocado un videojuego o apenas los conoce.
Después del E3 el juego que mayor número de menciones tuvo en twiiter fue The Legend of Zelda: Breath of the Wild, mismo que se robó el pasado evento angelino y dejó al mundo a la espera del título e incluso de un Project NX. Después de tan buena jugada, la industria se ha volcado a lo que Nintendo ha realizado en las últimas semanas, desde el lanzamiento de la línea Nintendo x Vans, la la llegada de Miitomo a nuevos territorios y el lanzamiento de Pokémon Go.
Básicamente desde el pasado 5 de julio la mayor cantidad de noticias relacionadas con la industria tienen que ver con los percances, consejos, anécdotas e información relacionada con la obra de Niantic. En redes sociales es más común que de costumbre ver a los Mii adornando diversas fotos de tus conocidos. Y las tiendas donde se puede encontrar el calzado de Vans tienen una mayor cantidad de geeks en sus pasillos. En pocas palabras la estrategia de Nintendo ha funcionado, el mundo habla de la compañía japonesa al mismo tiempo que en las tiendas de videojuegos los lanzamientos de Wii U y 3DS se pueden contar con una sola mano.
Mientras que los jugadores de toda la vida se quejan de los que apenas se integran a su pasatiempo favorito, las multitudes aclaman a una empresa de la que apenas y estaban enterados de su existencia por algún meme o emulador en su celular. Sin embargo, hay que hacer memoria y remontarnos a finales de 2006, con toda una oleada de nuevos usuarios descubriendo al Wii y las “posibilidades” que su novedoso control implementaba en la industria. Sí hoy en día alguien se queja de la simplicidad de un Pokémon Go o lo accesible que puede ser un NES Mini, debe recordar que aquella consola con los increíbles Mario Galaxy y Skyward Sword es la culpable del boom casual.
Todo lo que debes saber de Miitomo
La sencillez de los juegos en Wii con los movimientos dirigidos por un mando que nos recordaba al control de la televisión, fueron sustituidos por nuestros dedos y una pantalla táctil cuando esas experiencias “baratas” llegaron a la AppStore de Apple. Nintendo creo un monstruo al que después no supo darle lo que quería y que rápidamente encontró comodidad en su smartphone (dispositivo que aparentemente necesita) para pasar un rato agradable de la casa al trabajo o en la fila del banco con aplicaciones/juegos que pueden costar 13 pesos o ser gratuitas y sin invertir en un aparato que solo se puede usar para jugar.
Cuando Wii tuvo que ser sustituido la compañía japonesa quiso volver a marcar la diferencia con el control y el gameplay en vez del potencial gráfico y la tecnología. Evidentemente nadie puede reprocharle que hizo lo incorrecto, pero tampoco se puede elogiar una decisión que ellos mismos abandonaron después de los primeros meses. El Wii U Gamepad nunca fue competencia para un iPad y mucho menos lograba el mismo atractivo que éste entre los más jóvenes. Mientras sus defensores colocan al Wii U como una máquina para los mejores juegos de Nintendo, los, en ese entonces, liderados por Satoru Iwata planeaban la mejor forma de regresar con los usuarios que dejaron en Wii.
Nintendo comenzó a licenciar sus propiedades para el desarrollo de nuevos juegos como Hyrule Warriors o Pokkén Tournament, se embarcaron a los dispositivos móviles, dieron luz verde a una sección inspirada en Super Mario Bros. para el parque de Universal, empezaron las charlas para llevar a sus personajes al cine y nacieron los famosos amiibo. De 2014 a la fecha hemos visto un cambio radical en la “gran N” y en la forma como lo ven los jugadores y no jugadores. Mientras que su próxima consola podría estar rezagada tecnológicamente y sus competidores han llevado a cabo un plan que abarca varios años de desarrollo, en Nintendo los cambios han sido rápidos pero sustanciales y al día de hoy parecen dar frutos.
De la alianza entre Nintendo y DeNA ha salido un único juego: Miitimo, el cuál alcanzo una gran popularidad entre los usuarios de los primeros países en que fue lanzado y después parece haberse ido al olvido. Algo similar, pero en mayor lapso de tiempo, ocurrió con los amiibo, las figuras NFC de la compañía se acabaron en las primeras semanas que estuvieron a la venta, hubo escasez y locura por el regalo ideal predilecto de la Navidad en 2014; hoy en día las figuras se encuentran esparcidas en diferentes tiendas y los precios en el mercado –formal e informal- se han establecido incluso más bajos que el costo original.
En estos momentos el hype por los tenis Vans se mantiene igual que el primer día, tomando en cuenta que la colección podría irse para siempre en cualquier momento, por lo que el factor coleccionable es mayor al de los plásticos. Las tiendas mantienen la decoración de Nintendo y con el anuncio del NES Mini las prendas, calzado y accesorios, podrían tener un nuevo pico en ventas. Para Vans x Nintendo así como los amiibo, la llegada de un producto licenciado por Nintendo y con fácil acceso para su adquisición, ayudaron al mejor desempeño de ambos productos.
Pokémon Go: Yo viajaré de aquí a allá ♫
Miitomo, amiibo y Vans, son solo una pequeña muestra de lo que es capaz la compañía, más no son un producto que de verdad se sienta Nintendo. Pasando a Pokémon Go nos encontramos con un juego –en lo que me parece abarca la totalidad de la palabra- donde los jugadores, medios especializados y los usuarios ajenos a él, se sienten atraídos e intrigados. De la misma manera en que un NES sorprendía al mundo en 1983, los polígonos del N64 nos dejaban sin palabras en el ’96 y el Wii nos hacía pararnos del sillón hace 10 años, Pokémon Go parece replicar la sorpresa y emoción que solo una compañía como Nintendo puede transmitir.
No se trata de ser un fanboy de la marca o no, sino de entender un fenómeno por su origen, teniendo en cuenta que Pokémon no les pertenece al cien por ciento a Nintendo y que en el desarrollo de Pokémon Go está involucrado Google y The Pokémon Company. Aun así, el concepto del juego nace en Nintendo, con un Satoru Iwata promoviendo el desarrollo y apostando por el mismo y hasta un Shigeru Miyamoto como asesor del proyecto. El más reciente proyecto de Nintendo tiene todos los elementos con los que la compañía ha brillado y una vez que lo analizas puedes darte cuenta de las razones que hay detrás de su éxito.
La sencillez que hay en un juego como Pokémon Go y los personajes clásicos que estelarizan a los amiibo o los tenis de Vans, los encontramos en el producto que ha dado origen a esta nota: NES Mini. El concepto de la nueva versión de la consola clásica por excelencia nos puede recordar las máquinas con más de 250 juegos incluidos que podemos encontrar en mercados o hasta el mismo Wal-Mart. Prácticamente no hay novedad alguna y el precio parece hasta excesivo por su poco contenido y funcionalidad.
Lo anterior tiene una perspectiva crítica, misma que Nintendo seguramente analizó y que poco debió importarle cuando otro estudio de mercado reveló a los japoneses la popularidad de sus personajes y juegos en el público que hoy en día pasa horas viendo videos de otras personas jugando en la red. No se trata de tomar en cuenta la buena emulación o desempeño de la nueva consola, sino de ver a qué tantos usuarios nuevos pueden llegar, cuántos de ellos le dedicaran un unboxing, así como extensos gameplays de los juegos incluidos o comprobar que tan atractivos siguen siendo sus propiedades de hace 30 años.
La salida de un NES Mini no va dirigida a quienes ya tienen un NES o han jugado a los juegos incluidos en la consola virtual de Wii, Wii U o 3DS, sino a todos aquellos que se van a sumar a la moda retro y puedan relacionar a los personajes de sus tenis o plásticos con los de la nueva consola. Si algo tenemos que hacer como jugadores es dejar de pensar que lo que las compañías siguen lanzando productos pensando en nosotros, claro hay ocasiones donde eso no aplica, pero con la actual segmentación de usuarios pocas veces los nichos, por más grandes que sean, van a ser atractivos.
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Cuando el NES original se puso a la venta, el público al que Nintendo buscaba llegar no era el que venía de Atari o de las arcade, sino aquellos que desconocían la consola y que la identificaban más como una videocasetera que una plataforma de videojuegos. La facilidad de vender un producto, la enorme cantidad de usuarios y la moda alrededor del dispositivo, ayudaron a que Nintendo sea la enorme compañía que tenemos hoy en día.
Nintendo está de regreso porque vuelve a ser importante entre los usuarios que no sabían de su existencia, entre aquellos que lo dejaron por otra plataforma y los millones que después de jugar Wii Sports no volvieron a usar el Wii. Tampoco hay que olvidar que el Nintendo de hoy, ayer vendía cartas y juguetes, y mañana podría vender solo sus licencias sin fabricar juegos y consolas. Si a Nintendo le va bien, a sus jugadores de antaño y a los más recientes les irá mejor.
Si siempre nos quejamos de los que no conocen los juegos clásicos, por qué quejarnos de que Nintendo les pone nuestros recuerdos en charola de plata. Si ellos disfrutan del primer The Legend of Zelda como tú lo hiciste hace 30 años, ¿qué tan malo podría ser?
