Quien diga que lo acontecido la semana pasada en el Centro de Convenciones de Los Ángeles represento la cúspide del evento a lo largo de sus veinte años, habla sumido en un agudo frenesí de expectativas y emociones combinadas, o bien es muy fanático de Final Fantasy. Fuimos testigos de eventos que pasarán a la historia del videojuego sin ninguna duda, pero eso no significa que haya sido el mejor E3 a secas, a lo sumo de las mejores conferencias de Sony, lo demás estuvo plagado de altibajos como nos acostumbra el evento. Maticemos por favor qué declaraciones segadas por pasiones suelen generar grandes desilusiones.

 

De entrada las incesantes y odiosas filtraciones (características tras la hegemonía del teléfono inteligente), aunado a la sensación (al menos personal) de insustancia en un evento cuya utilidad muta cada vez más en tradición con el paso de los años, amenazaban con propiciar una velada discreta como la del año pasado. Afortunadamente esta decepcionante perspectiva no se cumplió, aunque si hubo importantes filtraciones también existieron grandes momentos y sorpresas que evocaron una breve reminiscencia a tiempos pasados, esos tiempos en los que el mundo rebosaba de colores brillantes en paralelismo a su maravilloso descubrimiento. Qué triste es asumir el filtro sepia que impone la madurez…

 

 

Ejem, la palabra clave para definir la marca Xbox en general es: monotonía. Presentaron lo mismos de siempre, como siempre y donde siempre.  Halo, Gears y Forza en ese orden. No niego que el gameplay de Halo 5: Guardians se ve muy bien, sólo un poco demasiado rimbombante para mi gusto, despampanante a nivel técnico y con la promesa de un excelente multijugador. Sin embargo no percibí la misma «magia» en Halo 4 que en la tetralogía original de Bungie (ahora tristemente atrapados en su propio Destino…) y temo suceda lo mismo con Guardians. Pero lo de Gears 4 ya es para disparar todas las alarmas mientras corremos en círculos gritando de agonía y horror. Gameplay genérico, letárgico, tedioso y punzantemente reiterativo, con un protagonista clónico a más no poder así como criaturas de apariencia amenazante pero excesivamente fáciles, nada que no hayamos visto antes en la soberbia trilogía original y hasta mejor. Siguen apelando a la lucrativa nostalgia con la colección de RARE mientras evidencian el mal estado económico de la consola con la apertura de la retrocompatibilidad. Solo rescato el interesante Cuphead y quizás Recore aunque con un trailer cinemático que me dice poco o nada.

 

 

BATTLEFRONT parece reinventarse a gran escala. esta vez online. pero manteniendo la opción de cooperativo local, la elección de facciones, clases en la batalla y el manejo de vehículos. Solo con igualar la calidad de su entrega original me daría por satisfecho pero esta nueva entrega amenaza con superarla. Ya era hora que DICE se despegara de Battlefield. Pero también trabajan en Mirror’s Edge Catalyst que si logra desarrollar y pulir las mecánicas de su entrega original tiene el potencial de abrir una nueva dimensión en First Person no necesariamente Shooters. Impecable apartado técnico, temática original y protagonista femenina no sexualizada, tiene todo para triunfar. Muy buena conferencia de DICE… ah no verdad que pertenecen a una tal EA.

 

Pasaré olímpicamente de Ubisoft porque no me interesa hablar de compañías que entienden sus creaciones únicamente como impresoras de billetes y porque sigo lamentando la muerte de Prince of Persia.

 

Llegamos pues a la joya de la corona. El triplete ganador de Sony está conformado por historia pura del videojuego evocada en un único momento. El remake de Final Fantasy VII, seguramente una de las recreaciones más solicitadas de la historia es una realidad en el seno de una Square-Enix decante apelando a juegos móviles y estudios occidentales (con el debido respeto a Deux Ex Mankind Divided), ya han querido aclarar que el remake puede no seguir exactamente la misma historia del juego original… A los seguidores de la franquicia les recomiendo escuchen el sabio consejo del maestro Oscar Wilde: cuidado con lo que deseas pues existe el peligro que se vuelva realidad. Lo de Shenmue III llama especialmente la atención no solo por su renacimiento per se, sino por las características particulares del mismo: anunciado como proyecto Kickstarter en la feria para aprovechar el furor y atención amplificadas, lo que les permitió cumplir con creces la elevada meta de 2 MM$, solicitud que ya se ha convertido en 10 MM$. Creo que es temprano para evaluar el impacto que Kickstarter ha tenido en la industria porque principalmente se han anunciado proyectos, todavía pocos se han convertido en realidad. Espero que sea un vía eficaz para solidificar propuestas imposibles y no una infame herramienta para que el usuario pague por el desarrollo del juego y luego pague por adquirirlo.

 

 

La leyenda de The Last Guardian hizo acto de presencia para la incredulidad de propios y extraños. En realidad esta posibilidad siempre estuvo latente entre los 9 shows que separaron su anuncio de su presentación en gameplay debido a las reiterativas insistencias por parte de Sony sobre la continuidad del proyecto. Al final tuvimos un gameplay interesante, con identidad propia, con lo que parece será una gran IA, mecánicas de plataformeo cooperativo e inmiscuido en el universo de ICO-Shadow of the Colossus. Acertada decisión de trasladar la obra a PS4 en detrimento de la tecnología de PS3, el gameplay en cuestión mostró muy poco como para emitir un juicio de valor, pero es que las obras del ex-Team ICO ahora gen DESING nunca han podido analizarse, solo pueden sentirse. Horizon Zero Dawn fue la nueva IP por excelencia de la feria. La gente de Guerrilla no está con miramientos al imaginar un posible reinicio de nuestra evolución tras el fin de la civilización moderna, la idea de que una humanidad nuevamente en ciernes sea asechada por criaturas salvajes mecanizadas no tiene paragón alguno y aunque las mecánicas están claramente inspiradas en Monster Hunter, la particularidad de las mismas es evidente gracias a las características propias de la temática. Esfuerzo por originalidad e innovación dignos de aplaudir de pie. La espectacularidad del gameplay con vehículos de Uncharted 4 y las batallas del indie AAA, No Man’s Sky redondearon una conferencia verdaderamente impresionante e inesperada.

 

 

Como cosa rara para finalizar Nintendo salió completamente vapuleada a causa de sus propios pecados. El trailer con gameplay de Star Fox Zero fue posiblemente el único anuncio significativo (ya anunciado el año pasado por cierto), junto a los Fire Emblem y Xenoblade. Lo que vino después fue una vorágine de desconcierto acompañada de una lluvia de productos menores, frutos de ideas recicladas y reiteración extrema: Triforce Heroes, el port de Hyrule Warriors para 3DS, Animal Crossing Happy Home Designer, el crossover de Paper Mario y Mario and Luigi, la copia de Pokemon por Level 5 y el enésimo Mario Tennis. Pero la situación tocó la Fosa de las Marianas cuando apareció un repulsivo engendro amorfo que clamaba pertenecer a la familia Metroid, soberano sacrilegio contra la santa casa de Samus Aran, el colérico pero justificado rechazo de los seguidores no se hizo esperar. El problema no fue tanto la cantidad sino la calidad de los propuestas. Quien esperaba alguna sorpresa o anuncio de envergadura mejor que reproduzca nuevamente la conferencia de Sony.

 

Fue definitivamente un gran E3, como los de antes, cuando si eran necesarios.