De 1996 hasta casi empezar el año 2000, tres entregas de Resident Evil ya habían salido al mercado. Y en ese entonces el tema de los fans en sus conversaciones era el survival horror, control tanque, la maldita cámara, no sé a dónde ir, etc. Vaya, el título de zombis de Capcom daba de que hablar hasta el día 30 de Agosto del 2000 cuando salió a la venta Resident Evil: Survivor, un nuevo juego de la franquicia que tuvo muchas críticas negativas, entre las más fuertes era nombrarlo como la oveja negra de la familia porque no tenía similitud y nula relación con sus antecesores. Incluso con estos defectos y entre otros, a mi llamó mucho la atención su estilo de juego como para convertirse en unos de mis Resident Evil favoritos.

Isla Sheena, el segundo Raccoon City

Resident Evil: Survivor está ambientado en una de las propiedades de la corporación de Umbrella: la Isla Sheena. En ese lugar se realizaba experimentos con personas, entre ellas adolescentes y prisioneros, con el fin de crear armas bio-orgánicas y un ser superior al humano, los Tyrants. El responsable de estas crueles prácticas era “el Comandante” de la isla, sin embargo, llegó en un punto que sus propios subordinados y la gente del pueblo se revelaron porque no aprobaban sus métodos científicos. Ante esto, “el Comandante” decidió liberar el virus T por toda la isla como venganza provocando el segundo Raccoon City.

El jugador empieza leer un reporte de lo ocurrido en Raccoon City pero en las últimas palabras nos deja suponer que no es el único lugar que paso por lo mismo. Posteriormente se ve las calles de una ciudad infestada de zombis como también un helicóptero que pasa por ahí, sin embargo, hay un hombre agarrado de la parte de aterrizaje como si intentara detener al sujeto que maneja el vehículo aéreo. Aunque lo logra con disparos, éste se estrella en un patio por el daño recibido. Finalmente descubrimos que el personaje que se despierta era el piloto del helicóptero. Debido al impacto él no recuerda nada, ni su propio nombre, por lo que su único objetivo es recordar y sobrevivir dando comienzo nuestra aventura.

Un Resident Evil en primera persona

Este spin off es el primer juego de una sub-serie llamada, en Japón, Gun Survivor en cual se caracterizarían por su estilo arcade, en primera persona y con la opción de jugarlo con una pistola óptica (GunCon), éste última función no fue incluida por los hechos ocurridos en la escuela secundaria de Columbine. Aún así, el juego se puede jugar con el mando tradicional sin ningún problema.

En un principio creía que era una copia de The House of the Dead, estaba esperando que el personaje se moviera solo porque el HUD me mostraba la salud, el arma y las municiones del cargador. Y no fue así, el juego me daba la total libertad de moverme por todo el escenario, algo fundamental en los Resident Evil para explorar y ver que hay en mí alrededor. Aunque claro, el control seguía siendo el mismo: pararse y luego disparar, como si fuéramos un tanque pero esta vez sí tardabas más en acoplarse a él. Y al enfrentarse a un enemigo, no tenía chiste, sólo hay que poner la mira en cualquier parte de su cuerpo para dejarle caer una lluvia de balas.

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Otros aspectos de la saga original están presentes, como el uso de las hierbas, diferentes armas, la cinemática de las puertas, enfrentar una variedad de enemigos provocados por el Virus T, etc. Si bien ofrece muy pocos puzles y fáciles -el juego tiende a que si queremos seguir avanzando a otra área es necesario encontrar llave o cierto ítem- tiene algo destacable y era la oportunidad de escoger distintas rutas, de hasta 3, para llegar a un predeterminado lugar. Me explico. Poniendo como ejemplo al principio del juego encontramos una llave que nos da la opción de abrir y entrar a una iglesia, restaurante o cine. Lo malo de esto es que ya al momento de decidir tú camino, no hay vuelta atrás. Dándote una sensación de linealidad, que sólo avanzas hacia adelante. Si me dijeran que trate de justificarlo, yo respondería que es para darle rejugabilidad ya que cada ruta es posible que encuentres un archivo que es necesario comprender más acerca de la historia del juego, además, la experiencia es diferente y no sabes lo que te espera en cada camino.

La historia por su parte deja mucho que desear. Pese a que el juego nos presenta a un personaje principal amnésico y a medida que avancemos son respondidas correctamente nuestras preguntas como ¿quién es?, ¿por qué está en la isla de Sheela? y ¿cómo terminó así el lugar y quienes fueron los responsables?, no aporta mucho al canon de la franquicia, es decir, no posee acontecimientos que sean contadas en otras entregas. Parecida a la frase clásica de Las Vegas, lo que pasa en la isla Sheela, se queda en la lista de Sheela. Lo importante que uno se puede encontrar es la mención de tres personajes de la franquicia y que es el lugar donde se crean los enemigos conocidos como Mr. X. De ahí en fuera no recordaras nada más.

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Sobre su duración, no les mentiré. El juego está programado para ser terminado en menos de dos horas. No es que diga que tenga un límite de tiempo, sólo que no tiene mucha dificultad. El único reto es acabarlo de una sentada ya que no es posible guardar durante la partida hasta después de ver los créditos. Y si te parece muy corto, se te hará más corto cuando le des su segunda vuelta porque todo lo recolectado en tu primer partida estará ahí para usarse.

Y en cuanto a sonido, sigue fiel a lo que caracterizaba Resident Evil en aquel entonces. Escuchar un escenario muy tenso, los ruidos de los enemigos, el abrir de las puertas y demás cuestiones que te dejaban con la piel chinita nos da un panorama real de supervivencia pero las voces algo acartonadas de los actores se pierde la sensación. Pero, ¿qué puedo decir sobre su música? Shiro Kohmoto realizo un magistral trabajo en ese aspecto. Desde el enfrentamiento de una horda de monstruos o una escena dramática de la historia hasta el lugar seguro de cualquier amenaza, la música está muy acorde a lo mostrado en la pantalla.

RE: Survivor no es el único que no parece un Resident Evil

Como habrán leído todo lo anterior, he dicho más cuestiones negativas que positivas. Sin embargo, siempre recalco el principal objetivo de los videojuegos: diversión como medio de entretenimiento, y este juego, para mí, lo cumple. Eso sí, aunque a primera vista Resident Evil: Survivor aparenta no ser un Resident Evil, conserva la esencia survivor horror de la serie, una corta experiencia pero la tiene.

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Un pecado que tiene que confesar es de su poco número de enemigos emblemáticos, la mayoría que aparecen aquí provienen de Resident Evil 2, sólo los Cleaners y el jefe Hypnos T-Type son los únicos que salen en la entrega Survivor. Como también, los personajes no son para nada memorables, si lo comparamos con Jill Valentine, Chris Redfield, Albert Wesker, etc.

Y haciendo énfasis de que el juego carece de aspectos relacionados de la saga, se comprende la decisión de Capcom en llevar a otros géneros su juego popular de zombis. Recordemos que posteriormente tocó elementos de más acción (RE4), multijugador cooperativo (Outbreak), etc., de los cuales siguen vigentes en las recientes entregas pero en consecuencia, se aleja del survivor horror y de sus raíces.

Si eres de lo que le gustan esos juegos tipo sobre rieles pero en vez de que el propio juego te haga un tour por todos los escenarios tu quieres explorar por ti mismo, Resident Evil: Survivor puede ser para ti, más si quieres pasar el rato matando monstruos en primera persona, reiterando que tendrás una odisea a familiarizarse con el control pero ya dominado ese asunto te estarás adentrando a una experiencia única, e incluso de culto, de Resident Evil.

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Esta nota fue realizada por el Vigésimo Aniversario de la franquicia de Resident Evil, celebrado el 22 de Marzo, por lo que queremos saber cuál es tu Resident Evil favorito que ha salido desde 1996 hasta la fecha y por qué.