El Netflix de los videojuegos

El futuro ya está aquí y se llama Xbox Game Pass. A pesar de que Xbox sí está pensando en abandonar las consolas -declaración que Phil Spencer lleva años poniendo en nuestras cabezas– la compañía alcanzó a recuperarse en esta generación con una idea que Microsoft domina desde la creación de Windows y Office: servicios.

Xbox Game Pass debutó en 2017 bajo la engañosa premisa de ser un “Netflix de los videojuegos”, que está claro no lo es por su naturaleza, pero que al mismo tiempo se ha ganado el mote por su buen trabajo. Game Pass (como debería llamarse) ofrece al usuario la oportunidad de jugar a más de 100 títulos completos con un solo pago mensual y la principal diferencia con Netflix está en que no es streaming, sino descargas completas de contenido.

Como ya lo habíamos mencionado en esta nota, la idea de Xbox Game Pass es muy similar al EA Access de Electronic Arts que debutó en Xbox One en 2014; solo que en Xbox los juegos no se limitan a una sola compañía. Xbox Game Pass ha evolucionado de tal forma que pasamos de 100 juegos “para pasar el rato” a las propias exclusivas de Xbox One como Forza Horizon 4, Sea of Thieves y Crackdown 3 y en estos días los usuarios de PC también se han sumado a la fiesta con su propia versión de Game Pass.

Ojo, lo que hizo Microsoft no fue solo una copia a Electronic Arts, sino una serie de cambios en servicios clave que han quedado inmortalizados en las conferencias de E3. Por ejemplo, Xbox Play Anywhere permite a un usuario de Xbox One y Windows 10 disfrutar de un juego disponible en ambas plataformas con un solo pago… pero entre falta de comunicación y juegos poco atractivos la idea quedó un tanto olvidada. Hoy tiene sentido que exista Game Pass en PC, pero no tiene sentido que esté separado del de Xbox One.

Sin embargo, durante E3 2019 debutó Xbox Game Pass Ultimate, servicio que además de incluir los dos Game Pass (Xbox y PC), también incluye Xbox Live Gold, el servicio clásico que conocemos desde el primer Xbox. Y bueno, la comunicación tendrá que aclarar todo lo que esto conlleva para que nadie se sienta confundido con los pagos y lo que obtienen de cada servicio. Y sí, también sería conveniente aclarar que todos los servicios se pueden adquirir de manera individual, pero eso mejor lo vemos después

Entonces. Xbox Game Pass es una solución interesante para una consola que no tiene grandes exclusivas, pero que tiene un catálogo importante de juegos “gratis” y que no son nada viejos. Además los pocos exclusivos de Xbox están el día de lanzamiento “gratis” en Xbox Game Pass. Y por si no había quedado claro, todo esto se encuentra en tu cuenta de Xbox.

Con una consola como el Xbox One SAD (la que no tiene unidad de disco)  tiene sentido que exista algo como Xbox Game Pass en estos días. Pero seguramente tendrá más sentido al comenzar una nueva generación de consolas con un montón de juegos de generaciones pasadas y por medio de una suscripción que seguramente pasará intacta de One a Scarlett… y que podría evolucionar en favor de xCloud.

Supongamos que Project Scarlett incluye un código de tres meses de Xbox Game Pass Ultimate. Al adquirir la consola tendrías acceso a más de 200 juegos entre Xbox One (algunos con posibilidad de desplegar gráficos en 4K,) Xbox 360 y Xbox, además de contar con Xbox Live Gold y con otra selección de juegos para tu computador.

Sigue: La estrategia contra la sequía de exclusivas.